El Govern cambia de discurso tras cinco días de disturbios y los califica ahora de “puro vandalismo”

La Generalitat ha pasado en cinco días de criticar el trabajo de los Mossos d’Esquadra durante las manifestaciones a favor del rapero Pablo Hasél y la libertad de expresión a calificar esas protestas de “puro vandalismo”. El consejero del Interior, Miquel Sàmper, está en el centro de la polémica pues precisamente de su boca había salido su toma de posición y este domingo se reunirá con los sindicatos del cuerpo. La noche del sábado se saldó con 34 detenidos en toda Cataluña, varios episodios de pillaje en tiendas del centro de la capital catalana y pedradas contra el Palau de la Música.

“Al principio era evidente que era un acto de protesta por la libertad de expresión y por la injusticia de una sentencia y se ha producido una evolución a actos de puro vandalismo, a robos”, ha dicho el consejero en una intervención en el programa FAQS de TV-3, una idea que posteriormente ha repetido este domingo en RAC-1. El jueves pasado, el propio Sàmper pedía “una reforma urgente e inaplazable” del modelo de seguridad pública tras conocerse que una participante podría haber perdido un ojo a causa de una bala de espuma. “Una manifestación del siglo XXI no puede acabar con una persona herida”, aseguró entonces.

Los Mossos entendieron este último mensaje como una crítica a su actuación y lamentaron que el consejero no cerrara filas con ellos. Sí lo hicieron los diputados electos del PSC, Salvador Illa, y el diputado electo de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco. Sàmper ha asegurado en la emisora catalana que su crítica del jueves era hacia el “modelo de seguridad pública”, no de policía, y que su intención última era sacar a los Mossos del debate político y de las negociaciones en las formaciones independentistas para formar Govern. La decisión, ha dejado entender, no debería ser tema del pacto postelectoral sino que tendría que ser objeto de estudio por parte del Parlament.

“Nos va a faltar contundencia a todos”, ha dicho el consejero, que ha evitado criticar a su partido, Junts, o a los socios del Govern, ERC. “La soledad del consejero de Interior es enorme”, ha asegurado, enfatizando así la diferencia de criterios en el seno del Ejecutivo catalán. La cúpula de Interior y de la policía catalana se reunirán esta mañana para intentar rebajar la presión. Los organizadores de las manifestaciones han anunciado que este domingo trasladarán su protesta a Sants.

Illa ha criticado la manera como el Govern en funciones está gestionando la crisis y condenó los hechos. “Ante los titubeos de algunos, hago reconocimiento específico, claro y sin fisuras a todos los cuerpos de seguridad”, ha dicho el socialista en una atención a los medios.“Vivimos en una democracia plena, que se puede mejorar y tenemos que recorrer ese camino, pero una democracia plena no es compatible con lo que hemos visto”, ha añadido, en referencia a la posibilidad de cambiar el Código Penal para modular las penas en delitos relacionados con la libertad de expresión. Martín Blanco, que ha sido increpado en una atención a los medios y ha lamentado que todo sea “en defensa de un delicuente”, en referencia a Hasél.

La actuación de la policía, en la noche del sábado, también ha sido criticada por expertos en derechos humanos que han criticado supuestos casos de brutalidad policial. Como ejemplo ponen una de las maniobras realizadas en la calle de Fontana, en Gràcia, actuación en la que los vídeos muestran cómo se encapsula a decenas de personas en espacios estrechos. Sàmper ha dicho que se investigarán los detalles y ha defendido que hubo “una mínima utilización de la fuerza por un minuto”. “El orden público nunca agrada, en ningún caso”, ha agregado.

El diputado electo Joan Canadell, de la misma formación que Sàmper y expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, ha criticado en Twitter a los Mossos: “El país que ambiciono no tiene una BRIMO como la que tenemos ahora”, tuiteó. También hubo críticas por parte del expresidente de la Generalitat, Quim Torra, que tuiteó que hay imágenes “inadmisibles” en un “país que quiere ser libre para expresarnos y manifestarnos”.

El consejero de Interior ha insistido en querer desvincular ahora la protesta legítima del vandalismo. “De la gente que hoy (sábado) había en Barcelona, Lleida, Tarragona, el 90% no sabe que ha habido sentencia de Pablo Hasél, están ahí por otras cosas. Hay que tenerlo presente”, ha asegurado. “La situación no es fácil. Tenemos un sector de gente muy joven que ha vivido toda la vida en una crisis económica y ahora la pandemia”, ha abundado.

De fondo está la negociación para que ERC, Junts y la CUP cierren un pacto de Govern tras las elecciones de hace una semana. La coyuntura actual ha hecho que el modelo policial de Cataluña se haya convertido en un punto capital dentro de las conversaciones. Los anticapitalistas ya han pedido la dimisión de Sámper. Pere Aragonès, el president en funciones, no le puede cesar pues su condición actual le impide hacer cambios en el Ejecutivo.

El apoyo de los anticapitalistas es indispensable para lograr reeditar el Ejecutivo de Esquerra y Junts. Los republicanos también pidieron ayer una investigación en Interior para identificar posibles abusos y depurar responsabilidades. La exigencia llegó el día después de que un diputado electo de la CUP denunciara que recibió golpes de porra en la cabeza tras participar en la manifestación de Girona.