El puzle autonómico de PP y Vox: Feijóo cierra el culebrón de Extremadura y queda pendiente de Murcia

Alberto Núñez Feijóo va encajando una a una las piezas de su puzle autonómico. Esta semana, el presidente del PP ha añadido Extremadura y Baleares, mediante sendos pactos con Vox, uno de Gobierno y otro programático. La dirección del partido insiste en que sus barones territoriales gozan de “libertad” para librar la batalla de los pactos en sus propios territorios, pero el jueves el líder popular lanzó un mensaje, alto y claro, en rueda de prensa desde Bruselas, al que era su principal quebradero de cabeza: María Guardiola. La dirigente ya había recibido previamente, y en privado, un toque de atención desde la dirección nacional para que rebajara el tono en Extremadura. Feijóo quería allí “un gobierno de cambio”. Y lo quería “rápido”. Dicho y hecho. Ni 24 horas tardó Guardiola en cerrar una nueva alianza con Vox, al que permite entrar en su Gobierno después de proclamar por viento y marea que sus principios ideológicos le impedirían compartir ejecutivo.

Las estrategias de los barones populares en las comunidades cuyos gobiernos dependían del apoyo de Vox al PP —Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, Aragón y Región de Murcia— influyen, además, en el estado de la relación entre Feijóo y Santiago Abascal en caso de que ambos tengan que entenderse tras las elecciones generales. El líder de Vox reveló el miércoles haber mantenido una conversación tras el 28-M con Feijóo, en la que hablaron sobre los pactos y en la que le trasladó, según sus palabras, la necesidad de “atender el mandato popular” y conformar una “mayoría alternativa al socialismo” en los Gobiernos en juego.

El acuerdo sellado en Baleares, donde la formación ultra queda fuera del Ejecutivo de Marga Prohens, no sirvió de modelo para Extremadura. “En Baleares hay un gravísimo riesgo que no se produce en otros lugares en los que estamos construyendo una alternativa, y el riesgo es la entrada del separatismo de nuevo en el Gobierno de Baleares y la imposición del catalán en las aulas”, aclaró Abascal el jueves. “Ese riesgo no existe en Aragón, no existe en Murcia y no existe en Extremadura. Además, he de decir que el comportamiento de la señora Prohens, que será elegida presidenta de la Comunidad de Baleares, ha sido un comportamiento en todo momento respetuoso con los electores de Vox”, recalcó, en referencia velada a la controversia extremeña, donde se mantenía hasta entonces el choque con Guardiola, que necesitaba el voto a favor de los ultras para poder ser investida.

Extremadura. La dirección nacional de Vox ha ejercido un control total sobre las negociaciones territoriales, y Abascal ha mantenido su exigencia de entrar en aquellos gobiernos en los que su partido se ha “convertido en decisivo”. Eso sí, el presidente de la formación ultra coincidía con Feijóo en que el nudo extremeño debía desenredarse “muy rápidamente”. Y lo han hecho este viernes, con un acuerdo programático entre el partido Vox y el PP.

Región de Murcia. El escollo que resta se encuentra ahora en la Región de Murcia, donde el candidato del PP, Fernando López Miras, se niega en redondo a la entrada de Vox en su Gobierno. Pese a las palabras de Abascal, el presidente murciano en funciones se mira en el espejo de Baleares para la conformación de su propio gobierno. Para López Miras, el acuerdo alcanzado por Prohens es “positivo” y pone de relieve que “es posible llegar a acuerdos que se basen en el resultado de las elecciones”. En Murcia, los populares necesitan solo dos escaños más para la mayoría absoluta y, como en las Islas, la abstención de Vox es suficiente. La formación ultra logró allí el porcentaje de voto más alto de todas las comunidades autónomas de los territorios donde tenía posibilidad de influir, un 17,72%.

La coyuntura era inicialmente favorable para López Miras, pero el PP dejó fuera de la Mesa del Parlamento a Vox —a diferencia de Baleares y de Aragón, donde se materializaron sendos pactos para dar la presidencia de la Cámara a los ultras—, lo que provocó el enfado del partido de Abascal, que amenazó con forzar la repetición de las elecciones. A este factor se suma el hecho de que la relación entre los populares y Vox se revolvió en la pasada legislatura por las tensiones derivadas de la moción de censura presentada por PSOE y Ciudadanos en marzo de 2011, cuando tres diputados díscolos de Vox apoyaron a López Miras. “Conozco perfectamente a los dirigentes nacionales y regionales de Vox, les tengo en la mayor de las consideraciones, y no es en absoluto una cuestión personal”, se defendió López Miras el jueves.

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea, Joaquín Segado, anunció este viernes que su partido llamará el próximo lunes a Vox para lograr alcanzar un acuerdo programático. Segado relató, en una entrevista en Cadena COPE, que ambos partidos han seguido manteniendo “algún contacto más informal” pero que el PP quiere “establecer ya una negociación formal para hablar de un acuerdo programático que nos permita obtener un gobierno estable a partir de que se produzca el debate de investidura”. La Junta de Portavoces de la Asamblea de Murcia se reúne también este lunes para decidir el calendario de la sesión de investidura.

Aragón. La ronda de contactos con las distintas fuerzas políticas de las Cortes de Aragón arrancó el jueves con el Partido Aragonés (PAR) y se alargará hasta el próximo día 7, cuando le llegará el turno a la fuerza más votada, el PP. Las conversaciones corren a cargo de la presidenta de la Cámara autonómica, Marta Fernández, diputada de Vox que ha negado la violencia de género y que pone en duda el cambio climático. Según los populares, el acuerdo alcanzado hace nueve días con Vox abría una nueva mesa de trabajo entre ambas formaciones para estudiar “un acuerdo basado en un programa de cambio”. Los pactos alcanzados paralelamente en Ayuntamientos aragoneses dejan al candidato del PP a la presidencia de Aragón, Julio Azcón, con el viento a favor para su propia investidura. Azcón se quedó a seis escaños de la mayoría absoluta y solo necesita la abstención de Vox.

Baleares. El Partido Popular gobernará Baleares en solitario gracias a un pacto firmado el miércoles con Vox, que se abstendrá en la investidura de la candidata popular, Marga Prohens, a cambio de un acuerdo programático. La lista de la dirigente popular fue la más votada el pasado 28-M al lograr 25 escaños, a cinco asientos de la mayoría absoluta. Marga Prohens asume, como contrapartida, limitaciones a las personas trans y “la cultura de la vida frente a la eutanasia”. El documento prevé también revertir la política lingüística impulsada por el PSOE y las fuerzas nacionalistas, una demanda propia de los populares.

Cantabria. El presidente en funciones, Miguel Ángel Revilla, allanó el camino a la candidata del PP en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, al prestarle su abstención para que no tuviera que depender de Vox. Sáenz de Buruaga será investida presidenta este lunes en segunda vuelta por mayoría simple tras el primer pleno de investidura celebrado entre el viernes, en el que no logró mayoría absoluta.

Comunidad Valenciana. El presidente en funciones de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, se ha mostrado este viernes dispuesto a acortar los tiempos para la investidura de su predecesor Carlos Mazón, del PP. El dirigente popular, que necesitaba el voto a favor de Vox, gobernará en coalición con el partido de Abascal.

La Rioja y la Comunidad de Madrid. En ambos territorios, el PP logró sendas mayorías absolutas. Gonzalo capellán, el candidato riojano, fue investido presidente este viernes. Su nombramiento se suma al de Isabel Díaz Ayuso, que una semana atrás hizo lo propio en Madrid.