Las elecciones de este domingo vuelven a dejar en Navarra un escenario político muy fragmentado, pero el PSOE, si logra cerrar acuerdos, se mantendrá en la presidencia del Gobierno. UPN vence los comicios con 15 escaños, seguido por PSN-PSOE, que conserva sus 11. Sube EH Bildu hasta los nueve parlamentarios (dos más que en 2019) y Geroa Bai, actual socio de los socialistas en el Ejecutivo, cae hasta los siete. El PP y Contigo Zurekin (la coalición de Podemos, IU, Batzarre, Equo e independientes) tienen tres escaños cada uno. La novedad más importante es la irrupción de Vox en la Cámara foral, con dos parlamentarios. De nuevo, los pactos serán claves para determinar quién gobierna la comunidad.
La socialista María Chivite podría revalidar el cargo de presidenta si logra los apoyos de Geroa Bai y Contigo Zurekin, partidos que conforman la actual coalición de Gobierno. “El bloque de gobierno sigue sumando más escaños que la derecha, por lo que nos disponemos a liderar un Ejecutivo progresista con nuestros actuales socios y con mayor peso socialista”, ha proclamado Chivite.
No obstante, para ser presidenta, la candidata del PSOE requeriría, de nuevo, la abstención de EH Bildu, igual que sucedió en 2019 —se abstuvieron algunos parlamentarios, aunque los socialistas aseguran que no lo negociaron—. La cabeza de lista de EH Bildu Navarra, Laura Aznal, ha reclamado que en cada institución gobierne “aquella fuerza progresista que más votos tenga”. En la práctica, eso supondría el apoyo abertzale a Chivite pero exigiendo que el PSOE haga alcalde de Pamplona al candidato de EH Bildu, Joseba Asirón.
La coalición abertzale sale reforzada de estos comicios: es la formación que más concejales obtiene, tiene dos parlamentarios más en la Cámara foral y ha ganado en varias alcaldías relevantes. Incluso ha rozado la victoria en la capital navarra.
El juego de pactos será clave y tampoco quiere escapar a él UPN, vencedor de estas elecciones. Unión de Pueblo Navarro ha obtenido 15 parlamentarios, pero la ruptura de la coalición de Navarra Suma, que aglutinaba también a PP y Ciudadanos, ha perjudicado a la derecha. En los últimos comicios obtuvieron 20 escaños. En esta ocasión, la suma de UPN y PP logra 18 y la formación naranja se queda fuera. Javier Esparza, presidente de UPN, ha culpado a Chivite del crecimiento de EH Bildu: “Es la máxima responsable de que sea la tercera fuera de esta comunidad. Los ha blanqueado”.
En el Ayuntamiento de Pamplona, Unión del Pueblo Navarro (UPN) gana las elecciones con 9 concejales (pierde dos), seguido por EH Bildu con 8 (gana 1). PSN-PSOE conserva los 5, PP y Geroa Bai obtienen 2 y Contigo Zurekin logra entrar con 1. La ruptura de Navarra Suma, la coalición que aglutinó la pasada legislatura a UPN, PP y Ciudadanos ha penalizado a la derecha. Es más, los naranjas ni siquiera han logrado un acta. Aun así, Cristina Ibarrola (UPN) será la próxima alcaldesa si logra el apoyo del PP, liderado por Carlos García Adanero (diputado tránsfuga de UPN).
Por su parte, el líder de EH Bildu, Joseba Asirón, podría contar con las bazas de Geroa Bai y Contigo Navarra. De ser así, ambos bloques sumarían 11 concejales y quedarían a la espera de lo que decidan los socialistas. En los últimos comicios, el PSN se votó a sí mismo y en esta ocasión todo apunta a que hará lo mismo; en ese caso, gobernaría UPN.
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