Vox pone en la diana a Gan Pampols, el vicepresidente militar de Carlos Mazón

“¿No estaría mejor callado? ¿Es un infiltrado del traidor Sánchez?” Las lindezas que el portavoz de Vox en las Cortes Valencianas, José María Llanos, le dedica al vicepresidente segundo del Gobierno autónomo, el teniente general retirado Francisco José Gan Pampols, no dejan de provocar sorpresa, por reiteradas que sean. El fondo y la forma con que el representante de la formación ultra se dirige o refiere a Pampols, desde el mismo momento en el que llegó al Ejecutivo de Carlos Mazón, han impactado tanto que incluso hay quien se pregunta si existe una animadversión personal con origen en el pasado.

Ambos niegan que se conocieran antes de que el militar llegara a Valencia a hacerse cargo de la reconstrucción tras la dana, que arrasó decenas de pueblos y provocó la muerte de 224 personas. “Para nada”, afirma tajante el propio Llanos.

“Nada nos gustaría más que poder hablar bien de él, porque sería que lo está haciendo bien”, argumenta el portavoz de Vox, que señala que su crítica punzante “atiende a lo que hace y dice”. Fuentes de la Administración autonómica esgrimen dos tesis: una apunta a que en la formación ultra “no pueden soportar” que haya un militar que no esté en sus filas y exponga una ideología ultra, por ejemplo, en lo que se refiere a la negación del cambio climático; la segunda señala que, dado que Pampols es uno de los nuevos consejeros nombrados a final de año, meses después de la salida de los de Abascal del Consell de Mazón, estos pretenden marcar sus diferencias con el PP a través de su vicepresidente. En la última ocasión, el visto bueno a la regularización de inmigrantes afectados por la dana que dio el vicepresidente fue la excusa perfecta para que el portavoz de Vox considerara que este aplauso merecía el rechazo a los presupuestos autonómicos, aunque la decisión dependerá de lo que finalmente diga el líder del partido, Santiago Abascal.

“Le deseo lo mejor en esta importante responsabilidad. Gracias por acompañarnos, hoy sí”, fueron las primeras palabras de José María Llanos a Francisco José Gan Pampols el día que se estrenó en las Cortes Valencianas, el 20 de diciembre. Ni bienvenidas, ni felicitaciones, ni enhorabuenas. Y, a partir de ese momento, empezó la reprimenda. “Nos encontramos con una comparecencia que se tenía que haber producido antes y un trabajo, el suyo, que se tendría que haber visto ya en la calle”, le dijo. La modulación de la intervención de Llanos no fue como otras. Ni cuando se dirige al PP, ni siquiera cuando lo hace a los otros partidos de la oposición, PSPV-PSOE y Compromís. Llanos riñó al militar durante toda su intervención. Y le hizo ver que no le había parecido bien prácticamente nada de lo que había dicho ni de lo que había hecho.

“25 días después de su toma de posesión, hay garajes que no se han limpiado”, le espetó al vicepresidente, cuando no le corresponde siquiera a su departamento esa labor de limpieza. Llanos le afeó haberse empleado poco en su nueva tarea. “Pero usted sí ha hecho declaraciones”, le reprochó para pedirle explicaciones sobre la intención expresada por Pampols de no seguir instrucciones políticas: ”Usted forma parte de un gobierno, el de la Generalitat, y forma parte de un partido, el Popular. Usted es un político y ocupa un cargo de político”, le reseñó desde la tribuna el portavoz de Vox.

“Soy un cargo porque lo he decidido, pero cuando digo que no acepto órdenes políticas, es que no puede haber criterios políticos que tuerzan el criterio técnico. Podemos estar o no de acuerdo, pero es mi forma de pensar”, le contestó serenamente Gan Pampols.

“Es un consejo, pero le invito a que revise la réplica que nos ha dado. Solo le diré que Vox se merece, cuanto menos, el mismo respeto que todos los grupos parlamentarios, pero a veces a su partido se le olvida”, le reprochó Llanos en la réplica. “Si de mis palabras deduce que no tengo el mismo respeto a la función de representación que ostenta como a la de los demás, me he equivocado o se ha equivocado usted”, se limitó a contestar el vicepresidente para la reconstrucción. “Hemos visto un ataque de cuernos total porque dijo que no era negacionista del cambio climático y están muy enfadados”, resumió la diputada de Compromís Isaura Navarro, lo que provocó risas en el hemiciclo.

Un mes después, el mismo Llanos volvió a referirse desde la tribuna de las Cortes Valencianas a Pampols. En esa ocasión la reprimenda, aunque con el vicepresidente de protagonista, fue directamente al presidente, Carlos Mazón, a quien le dijo que debería haber creado una dirección general para la reconstrucción, con un técnico en cabeza, y no una vicepresidencia. Además, el dirigente de la formación ultra le recriminó que Pampols matizara las palabras de la vicepresidenta primera, Susana Camarero, sobre el Cecopi, el órgano de coordinación de emergencias. Mientras que Camarero dijo que era un órgano colegiado, tratando de extender al Gobierno central la responsabilidad de las decisiones, Pampols precisó que este “tiene dos codirectores pero un mando único”. Su referencia a un hecho que forma parte de una ley mereció que desde Vox le dijeran a Mazón: “¿No estaría mejor callado en lugar de darle juego al PSOE? ¿no le parece que ya está bien?”.

Las siguientes trifulcas tuvieron como motivo el Plan de Solidaridad que el Gobierno central ha solicitado a Bruselas y la defensa que hace el teniente general del comisionado para la dana designado por el Ejecutivo, el anterior director general de Interior, José María Ángel. “Yo no discuto su opinión, pero no me haga cambiar mi criterio sobre él”, le dijo el encargado de la reconstrucción al portavoz de Vox.

El hecho es que Gan Pampols se sale a veces del argumentario del PP evidenciando que, aunque tenga que ser considerado como un político que forma parte de un Gobierno, no va a decir nada en lo que no crea. Fuentes de su entorno mantienen que el rifirrafe continuo con Vox no le supone ningún desgaste y que los roces con los miembros del Ejecutivo al que pertenece, aun no siendo de su agrado, no le desvían de su objetivo: redactar el plan de recuperación que permita a Valencia recobrar una normalidad semejante a antes de la dana.