Los socialistas alegan para adelantar la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones de Valencia

El Gobierno municipal de Valencia, de PP y Vox, ha presentado un proyecto de ordenanza para la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Valencia —se aprobó a finales del pasado diciembre— que entrará en vigor en 2025 pero no sancionará a los usuarios de la capital hasta el año 2028, de ahí que sea, según han denunciado este miércoles los socialistas, una de las normas “menos ambiciosas en España” en sus objetivos de mejora de la calidad del aire. Los socialistas anuncian alegaciones a la ordenanza para adelantar su aplicación, añadir más estaciones de medición de la contaminación y ampliar su aplicación a toda la ciudad y no solo al interior de las rondas de la capital.

El calendario de aplicación aprobado prevé que la fase informativa de la ordenanza se prolongue hasta el 30 de noviembre, donde se dará preaviso a los vehículos afectados por las restricciones. La fase sancionadora comenzará el 1 de diciembre de 2025 para los vehículos más contaminantes registrados fuera de la provincia de Valencia, que se mantendrá durante el año 2026. El 1 de enero de 2027 se ampliará la prohibición y las sanciones a los registrados en la provincia de Valencia, excluyendo a aquellos matriculados en la ciudad y, finalmente el 1 de enero de 2028 se hará extensible a cualquier vehículo del municipio.

La ordenanza recoge una moratoria de sanciones hasta el 31 de diciembre de 2027 a los vehículos más contaminantes registrados en los municipios afectados por la dana —que recoge el anexo del Decreto 164/2024, de 4 de noviembre del Consell— y a los vehículos más contaminantes de las pedanías del municipio de Valencia afectadas por la riada, hasta el 31 de diciembre de 2028. Según dijo el concejal de Movilidad Sostenible, Jesús Carbonell, los ciudadanos de Valencia no deberán de preocuparse por sanciones por incumplir la ordenanza hasta 2028.

El proyecto de ZBE de Valencia afecta a los barrios delimitados por la Ronda Norte, avenida de los Naranjos, calle Serrería y el Bulevar Sur, mantiene las restricciones en la APR de Ciutat Vella-Nord, implantada hace años, y cuenta con un largo listado de excepciones. “En capitales como Madrid y Barcelona, la Zona de Bajas Emisiones está plenamente implementada pero aquí deberemos esperar hasta 2028″, ha criticado la concejala socialista María Pérez, que ha presentado junto al portavoz del grupo municipal, Borja Sanjuán, las alegaciones a la norma.

El PSPV pide que la fase informativa dure solo tres meses y se prohíba la entrada de vehículos con etiqueta A de fuera de la provincia de Valencia a partir de abril. Además, proponen que a partir del 1 de enero de 2026 se multe a los vehículos más contaminantes de fuera de la ciudad de Valencia, salvo las excepciones por la dana. Y a partir de enero de 2027 se prohíban los vehículos más contaminantes dentro de la ciudad, e incluso a los de etiqueta B de fuera de la ciudad y de la provincia.

El grupo municipal plantea ampliar el número de estaciones de medición de la calidad de aire, que ahora son ocho. La concejala ha hecho hincapié en que el texto propuesto por el gobierno de Catalá no sólo no cumple con los umbrales fijados por Europa sino que reconoce que en 2030 dos de las estaciones de medición, Olivereta y Centre, tampoco cumplirán los valores máximos fijados. “Este Ayuntamiento ha revertido las políticas para combatir el cambio climático que puso en marcha el anterior gobierno progresista y, fruto de la política de Catalá, el tráfico se ha disparado en muchas zonas de la ciudad. De hecho, el último informe de la Universitat Politècnica certifica que más de la mitad de nuestros barrios superan niveles excesivos de contaminación”.

Este grupo municipal aboga también por ampliar la aplicación de la ordenanza a toda la ciudad y no solo a los barrios delimitados por las diferentes rondas. “Se quedan fuera barrios como San Marcelino, San Isidro o Marítimo, así que habrán muchos coches que se estacionarán en estas zonas como si se tratasen de aparcamientos disuasorios”, ha vaticinado la edil socialista.

El portavoz socialista, Borja Sanjuan, ha asegurado que la ZBE “falsa” que pretende aprobar el gobierno de María José Catalá, ni tan siquiera prevé cumplir con los requisitos mínimos establecidos en la directiva europea. “Han presentado un calendario pensando en no cumplir y esa es la diferencia fundamental con lo que nosotros planteamos. Y no es que propongamos una zona de bajas emisiones que sea revolucionaria con respecto a lo que se está planteando en otras ciudades, incluso las gobernadas por el PP, es que ellos están presentando la Zona de Bajas Emisiones más falsa de todas las grandes ciudades españolas. De hecho, es la única que se plantea con el objetivo de no mejorar la calidad del aire de su ciudad”, ha manifestado.

“La ZBE es tan de mínimos que se encuentra por detrás de las exigencias establecidas por otras capitales como Madrid, una ciudad con un gobierno del PP, que llegó al Ayuntamiento prometiendo revertir las medidas de contaminación que había implementado Manuela Carmena”, ha añadido María Pérez. Según esta concejala, Catalá ha convertido a la última Capital Verde Europea en una ciudad que “no solo no pretende combatir la contaminación, sino que además ha fomentado el uso del vehículo privado. Es el mundo al revés”, concluye.