Los ‘gardens’ se afianzan tras la pandemia con el turismo extranjero y los ‘influencers’ verdes
El sector mayorista, con Elche como principal foco nacional, dirige casi un 80% de sus exportaciones a Asia
Las visitas a un centro de jardinería o garden son habituales para Albert Verstichelen y Linda Thys, una pareja belga que vive diez meses al año en una casa de campo de Albatera (Alicante, 13.092 habitantes). Con una maceta de hierbabuena “para los mosquitos” y otra de lavanda recién compradas en los Viveros La Dama, de Elche, situado a unos 20 kilómetros de su vivienda, explican que en su terreno disponen de “unos 50 árboles de 30 especies diferentes, casi todos frutales”. “Tenemos limón, naranja, caqui, plátano, pera, manzana”, cuenta Albert, “para nosotros es un sueño salir al jardín y comer fruta de nuestra cosecha”. Los residentes y turistas extranjeros son mayoría entre la clientela de este tipo de establecimientos, que recibieron un fuerte impulso tras el confinamiento, la pandemia y el posterior auge de la construcción de inmuebles con amplios espacios de exterior. Con el negocio consolidado, según la Asociación Española de Centros de Jardinería (AECJ), su mayor preocupación es la falta de agua, que tratan de sortear con una renovación de su catálogo hacia plantas más resistentes y sostenibles.
Los gardens, centros de jardinería que venden al por menor, a diferencia de los viveros de producción para mayoristas, se nutren en buena medida “de la clientela extranjera, sobre todo de países del norte de Europa, donde la cultura de las plantas es muy superior a la española”, explica Santiago González, director de AECJ. Su asociación representa a algo más de 180 de los 300 establecimientos de este tipo repartidos por toda España, “que se concentran, sobre todo, en Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana”. Tras el estallido pospandémico, durante el que proliferaron huertos privados y la construcción y venta de inmuebles con amplias terrazas, “el negocio se ha estabilizado desde el año pasado”. Solo sus socios generan “unos 600 millones de euros anuales en ventas” y este año “han crecido tanto la exportación de plantas (16%)”, a Francia y Alemania como principales destinos, “como la importación (4%)”, con los Países Bajos como proveedor mayoritario.
González afirma que los españoles están mostrando un progresivo interés en el cultivo de plantas en sus casas. Y que están percibiendo “un aumento de un 17% de clientes jóvenes” gracias a la masiva presencia de “influencers verdes” en las redes sociales, lo que les confiere “esperanza para el futuro” del negocio. Lo ratifica José Antonio Soto, el encargado del vivero ilicitano, situado en la carretera entre la pedanía de La Hoya y el casco urbano de Elche. “Los españoles tienen cada vez más conciencia del cultivo y cuidado de plantas”, asegura Soto, que señala que “en los periodos vacacionales, aumentan las ventas, con la llegada de gente a las segundas residencias”. No es el caso de Inma Arenas y Ana Pacheco, que tienen “un jardín con frutales, plantas aromáticas, rosales y hasta una palmera cocotera” en su vivienda de Cox (7.513 habitantes), a 25 kilómetros del garden en el que suelen comprar. “Venimos con frecuencia porque hay que ir complementándolo”, declara Arenas, para quien el cuidado de las plantas le sirve de “entretenimiento y desconexión”.
Frente a una estantería repleta de macetas, Pedro Ruiz y Sonia Ferrández buscan “maceteros y consejos” en su visita a Viveros La Dama. Viven en una casa de campo de Bacarot, una pedanía de Alicante, en la que cultivan “plantas aromáticas, culinarias y cítricos”. También han sembrado “plantas crasas”, muy resistentes a la sequía. “Si plantas algo que necesite agua en esta zona va a morir”, sentencia Ruiz. “Cada vez nos preocupa más la falta de agua”, confirma González. Los centros de jardinería están derivando su catálogo hacia “plantas aromáticas y autóctonas” que aguantan mejor la carencia de lluvias y el aumento de temperaturas. “Se está incrementando la xerojardinería, cultivo de gramíneas como céspedes o plumeros que crecen bien, cambian de color con las estaciones y aguantan la sequía”. También las crasas o suculentas, “con muy buen rendimiento” en condiciones extremas. En este sector también hay tendencias, como la mano de Buda, “un cítrico perfecto para combinar en un gin-tonic” o las plantas subtropicales, “como el mango, la papaya o el kiwi, cada vez con más adaptación al clima mediterráneo”. En cuanto a los huertos, prosigue González, además de los tradicionales tomates, acelgas o espinacas, está creciendo el cultivo del kale, presente en numerosas recetas gastronómicas.
Viveros mayoristas
Elche también reúne “la mayor concentración de viveros de planta ornamental de venta al por mayor” de España, según asegura Francisco Agulló, presidente de la asociación de empresas productoras de plantas de vivero de la provincia de Alicante (VAME). “Tenemos 42 asociados, pero existen unas 70 empresas de este sector en la provincia de Alicante”, afirma. Hasta “1.500 familias viven del viverismo en Elche”, en empresas que cuentan con “entre 30 y 40 trabajadores de media”. Su especialidad es la venta “de planta recuperada”, generalmente las que sustituyen por edad los agricultores en sus campos, la de grandes dimensiones, “o planta crecida a partir de semillas y trasladada a macetas” a “contratistas de obras, jardineros y paisajistas”. Agulló manifiesta que desde que se especializaron en la importación de planta viva, “el negocio no ha dejado de crecer desde 2010″.
En este ámbito, la Comunidad Valenciana lidera las estadísticas de exportaciones, con 53,87 millones de euros solo en el primer semestre de 2024, un 32,46% del total de ventas nacionales, 165,94 millones, según las cifras que maneja la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de frutas, hortalizas, flores y plantas vivas (Fepex). Andalucía, con 49,68 millones (29,94%), Cataluña, con 28 millones (16,87%) y Murcia, que exportó 10,7 millones (6,46%) copan el sector.
Los destinos principales de estas ventas están todos en Asia, “hacia donde se dirige casi el 80% de nuestras exportaciones”, cuenta Agulló. “Entre septiembre y abril, cuando las temperaturas de estos países se suavizan, vendemos casi toda nuestra producción de planta mediterránea a países como China, Japón, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y el sudeste asiático”. Olivos, palmáceas y granados son las plantas más buscadas para decorar “proyectos urbanísticos y paisajísticos” en esa parte del planeta, “porque se adaptan mejor a su clima”. Estas ventas han consolidado a España “como un país muy competitivo por precio, calidad y profesionalidad”, sentencia Agulló.
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