Valencia limpia las cenizas de su tragedia: más de cuatro toneladas de escombros

La calma después de la tragedia se ha sentido con mayor intensidad este domingo en Campanar, el barrio valenciano donde se produjo el voraz incendio en la tarde del jueves, en el que murió una decena de personas y más de 400 lo perdieron todo. Los movimientos alrededor del edificio siniestrado se han restringido este fin de semana a la limpieza de escombros por parte de los servicios municipales, que han retirado más de cuatro toneladas de desechos, y a la salida de los vehículos que estaban estacionados cuando se desataron las llamas. A mediodía de este lunes culmina el periodo de tres días de luto decretado por la Administración.

Quienes madrugaron a ver el edificio ennegrecido, que se ha convertido en un centro de peregrinación para turistas y curiosos, se mostraron sorprendidos por la constante salida de vehículos de alta gama del estacionamiento del bloque. La mayoría pertenecen a un concesionario con sede en los bajos de la edificación y que administra la primera planta del aparcamiento. Un propietario que prefiere no revelar su identidad ha salido del bloque en su Jaguar F-Pace negro, con el capó tiznado por la ceniza y el polvo. En cuanto se ha bajado del coche, se ha vuelto a poner en la fila de los vecinos que esperan turno para ingresar, esta vez para intentar sacar su motocicleta. El hombre ha detallado que en el aparcamiento, utilizado también por residentes de otros bloques aledaños, guardan coches de marcas como Ferrari, Rolls-Royce, Maserati o Porsche.

Carlos, otro de los vecinos que ha logrado sacar su vehículo, ha comentado que los coches se encuentran en buen estado. Ha necesitado usar linternas para moverse en el interior del garaje porque “está todo oscuro”. “Es desgarrador ver que llevas aparcando en ese lugar, entrando, saliendo, viendo gente que conoces”, ha expresado el vecino a la agencia EFE. Ahora deberá buscar otro lugar para aparcar, una tarea nada fácil, asegura, ya que “la zona está hacinada porque acaban de desaparecer del mapa 400 plazas”.

Al mismo tiempo, en la otra cara del edificio que converge con la avenida del Maestro Rodrigo, los servicios de limpieza han continuado, durante todo el domingo, las labores de recogida de escombros, que comenzaron el día anterior. El sábado por la noche llevaban recogidas más de cuatro toneladas de escombros. En una explanada situada al otro lado de la avenida, todavía se pueden identificar restos de la fachada que ardió como un polvorín durante la primera hora del incendio.

Entre tanto, los servicios de atención psicológica dispuestos por el Ayuntamiento se mantienen activos para asistir a las víctimas. Vicente Martínez, psicólogo del grupo, ha asegurado que los vecinos han pasado a “una fase de duelo” en la que “están asimilando lo que ha pasado”, después de digerir los primeros días que transcurridos bajo un estado “de shock”.