La japonesa UBE ajusta su plan inversor en Castellón tras anotar unas pérdidas de 11 millones de euros

La multinacional japonesa UBE Corporation Europe modificará su plan de inversiones, posponiendo proyectos pendientes en sus dos fábricas de Castellón, para “ajustarse a las condiciones de mercado” tras una “erosión” en sus beneficios después de impuestos de 11 millones de euros. Así lo ha trasladado la compañía nipona, fabricante de productos químicos y con su sede europea en el polígono castellonense, al dar a conocer este martes su balance económico de 2022, que se ha extendido hasta marzo de este mismo año.

El grupo ha alcanzado unas ventas récord de 620 millones de euros y ha logrado estabilizar el empleo: 617 personas integran su plantilla (613 al final del anterior ejercicio) de las cuales 563 trabajaban en los dos centros productivos de la provincia.

La compañía, que tiene como principales áreas de negocio el sector químico y de maquinaria, atribuye las pérdidas a las incertidumbres apuntadas al final del anterior ejercicio por los efectos de la invasión de Ucrania en los mercados energéticos y de materias primas, con un incremento de costes “hasta niveles récord en la primera mitad de 2022 que, aun afectando la demanda, fueron en cierta medida transferidos al mercado”.

Desde UBE indican que a partir del verano de 2022 la tendencia cambió, con una “caída libre de los precios de los insumos” que repercutió negativamente en la rentabilidad de la multinacional, “forzada” a la venta de producto manufacturado con materias primas adquiridas a precios elevados, “frente a una situación de ralentización de la demanda y de la competencia asiática”.

El conflicto en Ucrania ocasionó adicionalmente el cierre de ciertos mercados y un mayor aumento de costes productivos del sector en Europa, frente a los de su competencia asiática, favoreciendo la entrada de importantes flujos de material producido fuera de la Unión Europea, especialmente en el mercado del film para la protección de alimentos.

Ante este escenario, UBE ha anunciado que modificará su plan de inversiones del periodo 2022-2024 en las dos fábricas de Castellón, retrasando algunos de los proyectos previstos con el fin de ajustarse a las condiciones del mercado. Prevé una inversión total en el entorno de 60 millones durante el trienio y asegura que mantendrá los proyectos ligados a seguridad y mejora ambiental. Durante el año pasado, la compañía realizó inversiones por valor de 15 millones de euros.

Así, sobre sus planes de innovación y mejora medioambiental, fuentes del grupo han destacado que en línea con la Política de Neutralidad de Carbono en vigor, durante el ejercicio 2022 se alcanzó una reducción del 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2, respecto al año base 2010, y se redujo la ratio de intensidad energética de la producción un 36,9%, como consecuencia de la implementación de mejoras de proceso y operativas. También se puso en marcha una instalación fotovoltaica en la planta del polígono industrial El Serrallo para el suministro de la sede corporativa.

En cuanto al empleo, al término del ejercicio el grupo daba empleo directamente a 617 personas (561 en la provincia de Castellón) con un 24% de mujeres y más de un 99% de contratos indefinidos. A lo largo del pasado año, UBE ha subcontratado servicios con una media equivalente a 260 empleos a jornada completa.