UBE, la planta química que mueve el ADN nipón
El grupo japonés cumplirá 50 años en El Serrallo (Castellón) con 391 millones de facturación y 505 personas en plantilla
En UBE todo está planificado en el medio y largo plazo. “Es lo que nos ha traído la gestión japonesa. No se mira solo el beneficio inmediato –de 29 millones de euros en 2017-, siempre se va más allá”. La multinacional nipona fabricante de productos químicos ha importado a su planta del polígono castellonense de El Serrallo la exigencia de calidad en producto y servicio característico del país del sol naciente. También el rigor se ha instalado en este complejo de 300.000 metros cuadrados junto al recinto portuario, que cumple en 2018 medio siglo de trayectoria.
La firma aplica a gran parte de sus instalaciones la norma de las 5S propia de las empresas japonesas para mantener el orden en los espacios de trabajo y que impulsó Toyota allá por 1960. Una regla de oro basada en cinco principios simples: clasificación, orden, limpieza, estandarización y disciplina. “Es muy visual. Por ejemplo, en los laboratorios de calidad, unas líneas azules sobre los bancos y varias siluetas indican dónde hay que colocar las tijeras o cualquier otro elemento. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio. Orden, productividad y cero accidentes. Lamentablemente, en casa no he logrado aplicarlo”, explica a EL PAÍS entre risas Pablo Cruz, jefe de Relaciones Institucionales de UBE Corporation Europe.
El brindis para las ocasiones especiales -las que permiten saltarse muy excepcionalmente la ley seca que impera en la compañía- se hace con sake y para la inauguración de unidades industriales la tradicional bendición cristiana deja paso al rito sintoísta. Las raíces niponas empapan el día a día de la compañía, que aumentó en el ejercicio 2017 su volumen de negocio un 8%, elevando un 26% el beneficio después de impuestos, hasta los 29 millones de euros, y que sumó 391 millones de facturación el año pasado.
Pero UBE también es fusión. Sinergia. “Hay un poso de cultura empresarial americana en tema de seguridad y de control administrativo. Llevamos cinco años consecutivos sin accidentes con baja. Y el espíritu japonés también va por ahí”, explica Cruz en alusión al origen hispano-estadounidense de la planta que hoy gestiona UBE. Nació en 1967 con capital de la petrolera ESSO bajo el nombre Productos Químicos ESSO con el objetivo de producir caprolactama (monómero del nailon 6) y sulfato amónico (fertilizante). Un año después se construyó la planta que conmemora su medio siglo de vida este 2018 y que UBE tiene en propiedad desde 1994, tras pasar antes por manos de Banesto (1975) y British Petroleum (1991). En Castellón ha ubicado sus oficinas centrales para Europa, Oriente Medio, África y Latinoamérica, unidades de producción de caprolactama, nailon, fertilizantes y química fina, y un centro de I+D+i.
La fusión de la que hace gala la multinacional se palpa también en una plantilla que aglutina doce nacionalidades y que ha llevado a imponer el inglés como lengua oficial corporativa. “Es un requisito para nuestros empleados”, indican. Los lazos con Castellón laten, por su parte, en la declaración de hermanamiento sellada entre la capital de La Plana y la ciudad japonesa de Ube el pasado verano. “Nos parece una idea fantástica”, señalan desde la compañía, la de capital japonés de mayor dimensión en producción y empleo en la Comunidad Valenciana y una de las pocas, “si no la única, que tiene su central en España”. En el grupo trabajan 505 personas –un 22% del empleo es femenino-, lo que supone un aumento del 5% respecto al anterior año fiscal.
Las cifras soplan a favor de UBE Corporation Europe en el año que ha precedido a este 2018 repleto de celebraciones. Durante el ejercicio cerrado el 31 de marzo pasado, la fortaleza del mercado asiático de caprolactama y la estabilidad en el resto de líneas de negocio (fertilizantes, nailon y química fina) elevaron la facturación hasta los 391 millones. La rentabilidad se vio favorecida por los proyectos de mejora de la eficiencia energética aplicados en la planta de Castellón, y el Ebitda creció un 11%, hasta los 52 millones.
Por su parte, y dentro del Plan Estratégico trienal 2016-2018, durante el ejercicio se invirtieron 28 millones en nuevos proyectos de incremento de capacidad (entre los que destaca la planta Olive II), infraestructuras, I+D y medidas de protección medioambiental y de eficiencia energética. UBE prevé alcanzar los 70 millones de inversión planificados para este trienio al final del presente ejercicio, con proyectos técnicos de menor envergadura, ligados a mejoras de todo tipo en la planta de El Serrallo. Desde 1994 la sede de Castellón ha recibido inversiones por valor de 335 millones de euros.
Durante 2018 se espera “un crecimiento orgánico de las ventas y estabilidad en el empleo”, sostienen los responsables de la filial del grupo japonés UBE Industries. Los mismos indican que las diversas unidades de nailon absorberán en torno al 70% de producción de caprolactama, materia prima del nailon, un producto de mayor valor añadido, con mercados diversificados y aplicaciones tecnológicas, lo que contribuirá a reducir la posible volatilidad ligada a las fluctuaciones del mercado de caprolactama. España supone el 34% de las ventas de la compañía, que lidera Europa con el 38%. Asia y Latinoamérica se reparten un 8% y el mercado norteamericano, el 5%.
Hāfu: una loa al mestizaje con tinte flamenco para soplar 50 velas
Una fiesta al aire libre para disfrutar en familia, repleta de talleres para conocer la cultura nipona y saborear su gastronomía. Y todo con guiño solidario y el cierre musical de Estrella Morente. Agradecer cincuenta años de hospitalidad a la sociedad castellonense es el motor de Hāfu, el mestizo nombre que engloba a esta fiesta colectiva organizada por UBE Corporation Europe. Será el sábado, 20 de octubre, en el Grao de Castellón, y servirá para conmemorar el medio siglo de la planta en la que opera la multinacional japonesa.
Medio siglo “donde nuestras máximas son la creación de valor, la apuesta por el I+D+i y el respeto a la seguridad y el medioambiente” y durante el que se han alcanzado retos “que no hubieran sido posibles sin nuestro gran equipo de trabajo y el apoyo de la sociedad”, dice el presidente de UBE Corporation Europe, Bruno Dè Bievre. “Es el momento de dar las gracias”. Y aquí es donde emerge Hāfu, que significa “mitad” en japonés, en referencia a las personas provenientes de dos culturas o países, “a la sinergia de lo mejor de dos mitades”. Es la palabra que mejor describe esa mezcla cultural que hay entre UBE y Castellón y que mueve esta fiesta para aplaudir cincuenta años “de buena química y convivencia con nuestros vecinos”.
La Plaza de Sète del distrito marítimo desplegará talleres de máscaras japonesas, el arte del origami o caligrafía nipona. Habrá también una degustación de platos donde se fusionarán la cocina de Japón con los mejores productos de la provincia y cuyos beneficios se destinarán a la Asociación Española Contra el Cáncer. La 'Zona UBE' brindará al público la oportunidad de conocer más sobre la compañía, sus productos y su compromiso con la sociedad, con talleres sobre sostenibilidad y buenas prácticas. La clausura a esta jornada de mestizaje cultural la pondrá el flamenco con garra de Estrella Morente. La cantaora granaína protagonizará a las 20.00 horas en el Moll de Costa un concierto de acceso libre al público.
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