Castellón retira en un clima de tensión la cruz del monumento a los caídos por tratarse de un vestigio franquista
El ayuntamiento cumple así la Ley de Memoria Histórica y cede el símbolo religioso al obispado, que lo reubicará en una parroquia
Bajo un cordón policial de seguridad para contener la tensión y los insultos entre defensores y detractores, y los gritos de “asesinos” y “terroristas” lanzados por grupos de ultra derecha contra concejales de Compromís, que gobierna Castellón en coalición con el PSPV, la ciudad ha retirado este miércoles la cruz del monumento a los caídos del parque Ribalta en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
Los trabajos de retirada y traslado de la cruz, en su actual emplazamiento desde hace 79 años, llegan después de un lustro de polémicos trámites y se han prolongado desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde. La cruz ha sido cedida al obispado de Segorbe-Castellón, que la trasladará y ubicará a su vez en la explanada de la parroquia de Santo Tomás de Villaueva de la capital. La polémica no ha faltado en una jornada que ha vuelto a enfrentar, como ya lo hiciera el pasado agosto —cuando estaba previsto acometer los trabajos para eliminar este vestigio franquista, pospuestos hasta hoy por problemas en la licitación— a partidarios y detractores.
Gritos de ‘¡fuera!’ y rezos se han mezclado con lemas plasmados en pancartas aplaudiendo la retirada y hasta con un intento frustrado de encadenamiento a la cruz por parte de uno de los asistentes para tratar de frenar su retirada. También con amenazas: “Sí que convendría que te fusilaran, sí”, ha espetado uno de los congregados a la concejala de Cultura y Memoria Democrática, Verónica Ruiz (Compromís).
“A los Caídos por Dios y por España. ¡Presentes!”, era el lema inicial del monumento que, bajo una cruz, se levantó en el parque Ribalta de Castellón en 1944. La Transición logró que se cambiara la leyenda para recordar a las víctimas de la violencia, sin especificar. Actualmente, no había ninguna referencia escrita. El ayuntamiento aprobó la retirada del monumento y cruz en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2017, al estar considerados como vestigios del franquismo.
La concejal Verónica Ruiz ha tildado el de hoy como “un día histórico para la ciudad de Castellón” y “un día histórico para la democracia, a pesar de que haya cuatro personas cantando consignas que atentan contra la democracia”.
“Hoy cumplimos la Ley de Memoria Democrática; por fin, tras tantos años de lucha y trabas jurídicas, podemos retirar la cruz y el monumento fascista que degrada a una parte de la sociedad”, ha señalado la edil, poco antes de anunciar la desestimación judicial este mismo miércoles de la petición de medidas cautelarísimas por parte de Vox y Abogados Cristianos contra lo que consideran una persecución a los católicos.
El portavoz del equipo de Gobierno, José Luis López, ha manifestado por su parte que lo que desaparece hoy del emblemático parque es un “vestigio franquista” en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y cuya retirada contemplaba también el catálogo aprobado por las Cortes Valencianas.
Desde el PP su portavoz, Begoña Carrasco, ha resaltado que la cruz “sólo tiene un significado cristiano” y ha incidido en que este símbolo fuera resignificado en 1979 para que homenajeara a todas las víctimas de la violencia, sin distinción”. Califica la retirada de “acto de revancha y sectarismo”.
Para el portavoz de Abogados Cristianos, Norberto Domínguez, retirar la cruz “sólo ha generado odio, división y crispación entre los castellonenses”.
Tras el traslado de la cruz se recuperará el entorno del jardín donde se emplazaba el monumento, adaptándolo al diseño y configuración anterior en base a los planos del año 1926, según han indicado desde el ayuntamiento de Castellón.
El proyecto global cuenta con un plazo de ejecución de seis semanas y un presupuesto de 58.900 euros.
Los trabajos de retirada y traslado de la cruz del monumento han consistido en el entablillado y sujeción de la estructura, corte del fuste por la base, levantamiento y transporte hasta su colocación en la ubicación escogida por el obispado de la Diócesis de Segorbe-Castellón, al que ha sido cedida la cruz.
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