La ampliación del puerto de Valencia sigue adelante condicionada por el dragado del fondo marino y el relleno del muelle

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, prevé que el proyecto de la ampliación norte del puerto de Valencia salga a licitación en los primeros meses de 2023 y ha asegurado que incorporará las condiciones indicadas por la Dirección General de Costas al dragado y a la obtención del material de relleno del futuro muelle para evitar los impactos medioambientales. El puerto ha convocado un Consejo de Administración extraordinario el próximo viernes para aprobar el proyecto constructivo.

La Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha emitido un informe favorable aunque con una serie de condiciones. De aprobarse, el organismo portuario deberá convocar el concurso para licitar las obras, previa aprobación del Consejo de Ministros.

El presidente de la Autoridad Portuaria ha resaltado que la recepción del informe es “una excelente noticia para la Comunidad Valenciana” y ha asegurado que las condiciones planteadas por el Ministerio son “razonables”, “compatibles con las obras” y se incorporarán “todas” al proyecto. “El documento señala una serie de recomendaciones, algunas de ellas ya las teníamos contempladas, y otras, como hacer más sondeos y comprobar el estado de las tierras a diferentes profundidades, son compatibles”, ha apuntado.

El informe de Costas, solicitado por la APV, hace hincapié en la necesidad de dragar los puertos de Valencia y Sagunto —el material a extraer del puerto de Valencia no es suficiente— para construir una terminal de contenedores de 137 hectáreas de superficie, 1.970 metros de línea de atraque y un calado de 20 metros. Según el puerto, el material se obtendrá del dragado en la zona de cimentación del futuro muelle, del dragado general de los dos puertos y de excavaciones en la zona de nuevos muelles y de la demolición de la actual base de cruceros. El puerto planteaba la extracción de otros 2,6 millones de metros cúbicos de material del fondo marino de Sueca y Cullera pero Costas lo desautoriza.

El informe condiciona la ampliación al dragado de los fondos, la turbidez durante las operaciones o el programa de vigilancia ambiental que deberá llevarse a cabo para que la actuación sea plenamente compatible con el contenido de la estrategia marina.

El promotor deberá cumplir con medidas preventivas y “uso de las mejores prácticas ambientales” para mitigar los posibles efectos negativos de las operaciones de dragado de materiales, que se suspenderán en situaciones meteorológicas adversas si no hay garantía de seguridad. La APV también tendrá en cuenta el uso preferente de la arena dragada para la regeneración de las playas.

Costas pide a los dos puertos afectados barreras anti-turbidez durante el dragado y recomienda “revisar y limpiar las embarcaciones y medios a utilizar para evitar la introducción de especies exóticas invasoras”. La construcción en la época de cría de las especies de aves protegidas en la zona de actuación deberá minimizarse, así como realizar un reconocimiento submarino y el cartografiado de la zona en torno al puerto de Sagunto para evaluar la localización de las praderas de posidonia y protegerlas del dragado y transporte de materiales.

Respecto al impacto acústico, el documento exige que se palíen los niveles elevados de ruido por la explotación del muelle norte para mejorar la calidad de los trabajadores y no incrementar los niveles sonoros en las zonas urbanas próximas.

El Ministerio reclama que cuando se acaben los trabajos de dragado se entregue “al órgano competente en materia de cartografía marina” información sobre las modificaciones batimétricas (características de los fondos marinos) significativas tras la ejecución del proyecto.

Obra polémica

La nueva terminal norte de contenedores del puerto de Valencia se ubicará en las aguas interiores de la ampliación norte del Puerto de Valencia, acabada en 2012. Según el proyecto presentado por TIL (filial de MSC), la terminal dispondrá de una estación ferroviaria con seis vías de 1.000 metros de longitud y capacidad para mover 305.000 teus anuales y el 98% de la energía necesaria para el funcionamiento de la terminal será eléctrica, procedente de fuentes renovables. La inversión público-privada asciende a 1.400 millones de euros.

La obra ha sido muy discutida por partidos políticos como Compromís y Unides Podem, plataformas ciudadanas como Port-Ciutat y la federación se asociaciones de vecinos de la capital, mientras el PSPV, PP, Ciudadanos, la patronal y la cámara de comercio o el sindicato UGT-PV la defienden; algunos con matices, otros sin ellos.

“Si no hay una Declaración de Impacto Ambiental, no contará con mi apoyo”, ha reiterado el alcalde de Valencia y miembro del consejo del puerto, Joan Ribó. El primer edil insiste en que “desde un punto de vista jurídico” hay “elementos de debilidad importantes que nos pueden dejar en una situación muy complicada en un futuro”. “No podemos hacer una obra de tanta importancia, con tanta afección a las costas y con tanta posible afección a la movilidad, sin todos los elementos de seguridad jurídica”, asegura Ribó, que ha puesto de ejemplo la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido el desarrollo del puerto de Valencia “para ser ese gran puerto del Mediterráneo que es” pero “con un equilibrio medioambiental”. “Hay que hacer las cosas bien y hay que respetar todos los criterios ambientales para que no se produzca ningún tipo de efecto negativo”, ha aseverado. “Se está avanzando para que una infraestructura que ya se hizo y en la que se ha invertido muchísimo dinero pueda ser útil para la economía y el empleo, siempre teniendo en cuenta el impacto medioambiental”, ha apuntado el responsable autonómico, que insiste en que se cumplan las condiciones exigidas en el informe de Transición Ecológica.

Dirigentes de asociaciones empresariales valencianas han recibido también este último informe como una “gran noticia”y han reiterado su apoyo a una infraestructura que, a su juicio, supone “la mejor posibilidad de crear empleo y empresas”, ha defendido el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro. En parecidos términos se ha expresado el presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata.

El secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, apoya la ampliación portuaria y considera “una buena noticia” este avance en una infraestructura “varada durante mucho tiempo”. “Si cumple con las exigencias medioambientales, según los informes y decisiones de quien tiene las competencias para ello, no hay nada que oponer”.

La Federació d’Associacions Veïnals (FAAVV) de València ha hecho pública su contrariedad porque no se conozca el contenido del informe. “La ampliación del puerto no puede llevarse a cabo en estas condiciones; la cuestión medioambiental sigue sin resolverse y, en este contexto, no se puede continuar con esta política de hechos consumados”, ha denunciado la presidenta, María José Broseta.