El recorte del trasvase Tajo-Segura encona la guerra del agua: García-Page insta a Puig y Miras a visitar Israel “que aprovecha cada gota”
El presidente de Castilla-La Mancha responde a la concentración de Alicante que reunió a los principales partidos de la Comunidad Valenciana y de Murcia contra la medida de Transición Ecológica
La guerra por el agua entre las distintas autonomías españolas, que nunca se ha llegado a cerrar, se recrudece conforme se adoptan medidas, se modifican los repartos y el recurso natural es cada vez más escaso. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (PSOE), ha sugerido este miércoles a sus homólogos de la Comunidad Valenciana, el también socialista Ximo Puig, y de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), una visita organizada a Israel, país puntero en cuanto a tecnología para aprovechar al máximo cada gota de agua, para conocer las técnicas que allí se utilizan. De esta manera contestó a la concentración del pasado martes en Alicante, en la que representantes de todos los partidos políticos de la Comunidad Valenciana y de Murcia apoyaron a los regantes y se manifestaron en contra de la reducción del agua del trasvase del Tajo al Segura que llega a tierras valencianas, murcianas y almerienses.
El pasado 3 de mayo, el Consejo del Agua de la Confederación Hidrográfica del Tajo dio luz verde el nuevo plan del río que supondrá incrementar en su cabecera su caudal ecológico progresivamente hasta 2027. En Aranjuez, en el entorno de los embalses de Entrepeñas, Buendía y Bolarque pasará de los seis metros cúbicos al segundo actuales a 8,6 en Aranjuez, lo que supondrá una merma de trasvase de agua al Segura de más de un centenar de hectómetros cúbicos al año. Ahora, el Consejo Nacional de Agua debe ratificar la propuesta defendida por el Ministerio de Transición Ecológica y, posteriormente, debe ser aprobada por el Consejo de Ministros antes de su publicación en el BOE. A partir de entonces, la decisión puede ser recurrida en los tribunales.
García-Page aprovechó la inauguración de las instalaciones de una firma de sistemas de riego por goteo para entrar en el tema. “Me gustaría poder organizar una visita a vuestras instalaciones en Israel. Estoy dispuesto a invitar a presidentes de comunidades vecinas que tienen problemas con el agua a conocer unas instalaciones de vanguardia. Sin duda la tecnología israelí es determinante en el agua”, afirmó, según recoge Europa Press. Israel es también conocida por el uso de las plantas desalinizadoras para el suministro de agua dulce. “Voy a intentar enganchar a quien malusa [sic] el agua a esta visita”, apostilló.
Los regantes de las provincias de Alicante y Murcia reunieron a políticos y cargos públicos de los respectivos parlamentos autonómicos y de poblaciones afectadas. Asistió también el presidente murciano, Fernando López Miras, pero no el valenciano, Ximo Puig, cuyo Gobierno estuvo representado por la consejera de Agricultura, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, de Compromís, y la nueva consejera de Innovación, la socialista Josefina Bueno, además del presidente de la diputación del Alicante, y líder del PP valenciano, Carlos Mazón.
Cerca de 1.200 personas, acompañadas de 18 tractores participaron en la protesta convocada frente a la subdelegación de Gobierno por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), escoltados por alcaldes y altos cargos de PP, PSOE, Compromís, Ciudadanos y Vox. El recorte al trasvase Tajo-Segura eliminará cualquier vestigio verde “en una de las zonas más áridas de Europa”, históricamente conocida como “la despensa del continente”.
Los organizadores también cargaron contra la desalación, “que no es la alternativa al agua de los ríos”, sostienen. A juicio de José Vicente Andreu, presidente de Asaja-Alicante, el agua desalada es solo “un complemento” al trasvase, ya que es “cara y contaminante”. “Los agricultores no podemos hacer frente al precio” de esta agua, mientras tengan que “competir con todos los agricultores del mundo” que, explica, exportan a España género de peor calidad y sin las mismas restricciones en el uso de fertilizantes, por ejemplo. También denuncia Andreu los argumentos medioambientales que motivan el recorte propuesto desde el ministerio de Transición Ecológica. “El trasvase está perfectamente equilibrado”, señala el líder de Asaja, un equilibrio que reclama del Consejo Nacional del Agua “en todos los planes de cuenca”.
“No queremos agua para todos ni agua para siempre, queremos agua”, explicaron los organizadores en la alocución final de la concentración, en alusión a los mensajes que guían las propuestas hidrológicas de PP y PSOE. “Solo pedimos agua porque sin ella no podemos ser la despensa de Europa, ni tierra de acogida para quienes se ven obligados a buscar refugio aquí, ni lugar de descanso para los ciudadanos” que eligen los reclamos turísticos de la zona. Para ello, reclaman “unidad de toda la sociedad”.
La convocatoria juntó a los políticos, pero no rebajó sus diferencias. Mollà insistió ante el Ejecutivo central en que “queda margen de negociación” para el mantenimiento del Tajo-Segura y le pide que “escuche” a los regantes. Argumenta que el Consell valenciano reclama “una reivindicación justa, con aval técnico y con razón para que se reconsidere la planificación de los caudales ecológicos”. De lo contrario, avanzó, “acabaremos en los tribunales”. Por su parte, el líder autonómico del PP reclamó al jefe del Gobierno valenciano “que defienda el agua que merece su tierra” y que se “enfrente a su propio partido”, para “hacer entrar en razón a Pedro Sánchez”.
El presidente valenciano manifestó el mismo martes que “la única vía es la reivindicación y el diálogo”, desde la “consistencia argumental” que han mantenido en este ámbito y desde la “capacidad permanente de defender el interés general” de los valencianos.
El Ministerio de Transición Ecológica ha anunciado un plan de 500 millones de euros para inversiones que se van a hacer para modernización de regadíos y mejora de la desalinización, la depuración, la reutilización y las infraestructuras en tierras alicantinas y murcianas. Fuentes del ministerio señalan que ese incremento paulatino del caudal, una vez se aprueba definitivamente el plan, desde los siete hectómetros cúbicos a los 8,6 de 2027 se hace para dar tiempo a realizar las obras oportunas en las cuencas receptoras para compensar la caída en el agua que les llegará.
Ahora mismo en el Tajo está establecido un caudal mínimo circulante de 6 metros cúbicos de media anual, con lo que la propuesta del Ejecutivo incrementa la cantidad de agua que debe fluir por el río. Cuanto mayor sea ese caudal, menos agua se puede desviar para trasvasar a Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
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