Ximo Puig se queda sin defensa por la demora de la reforma de la financiación autonómica

La sesión de control de las Cortes Valencianas ha dejado, este jueves, de ser el paseo que para el jefe del Gobierno valenciano, Ximo Puig, ha sido durante la mayor parte de la primavera. El bloqueo a la reforma del sistema de financiación y el hecho de que su número 2, Manolo Mata, haya aceptado defender a un empresario acusado de corrupción han dejado al líder socialista prácticamente sin defensa en el atril del parlamento. Sobre el primero, solo ha podido pedir más paciencia y la búsqueda de consensos. Sobre el segundo, solo rectificar los deslices de la oposición sobre la descripción del caso.

Las preguntas al jefe del Consell no solo han llegado de parte de la oposición. También Compromís, sus socios de Gobierno, ha pedido una “respuesta institucional y social” para rectificar los “incumplimientos” sobre la demanda de ese nuevo sistema que acabe con la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana. Ha habido otra intervención de Compromís, la de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que ha salido a apoyar a Puig en su defensa de que Mata compagine su tarea como portavoz socialista y defensa de un presunto corrupto. “El caso Azud investiga la corrupción cuando gobernaba Rita Barberá”, ha dicho Oltra.

“No huya, deje de tomarnos el pelo y pedir estudios porque los estudios están hechos. El único que no ha cumplido es usted”, ha espetado la portavoz del PP, Eva Ortiz, al jefe del Consell. Ortiz ha exigido a Puig que exija la reunión inmediata del Consejo de Política Fiscal y Financiera y que exija al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pago de la deuda histórica a la Comunidad, cifrada en 16.000 millones de euros. Por su parte, Compromís, en boca de su portavoz, Fran Ferri, ha señalado al Gobierno central como principal responsable de las repetidas demoras: “Cuando no es Cataluña, es la crisis y cuando no el PP. Hemos de salir a la calle”, ha reclamado Ferri.

Ximo Puig ha insistido, en todas sus respuestas, en el diálogo y la necesidad de consensuar con el PP un modelo que salga adelante. “Hay que buscar compromisos que se puedan cumplir y necesitamos mayoría en el Consejo de Política Fiscal”, ha evidenciado el socialista. “Nuestra tarea es la de convencer y tejer complicidades, ha dicho en referencia al reciente encuentro con Baleares y al futuro con Andalucía, fraguados con el objetivo que formar un frente común ante el Gobierno. Sin embargo, para Compromís, el consenso no es “imprescindible” porque el líder del PP, Pablo Casado, ha demostrado que “quiere una reforma que perjudica a los valencianos”. “Tenemos que plantarnos”, ha reclamado el portavoz de Compromís, quien ha expuesto la negativa de la la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a incumplir la fecha fijada por el Congreso para presentar nuevo modelo, que concluye a final de año. “No podemos quedarnos de brazos cruzados”, ha remarcado, sin encontrar una respuesta más clara de Puig que no descartar “ni movilizaciones ni todo lo que se pueda hacer teniendo en cuenta la eficacia de las acciones”.

La segunda polémica de la mañana ha tenido una repuesta menos elocuente por parte de Puig.”Cómo cambia el cuento. Tantas lecciones de moral y de ética..”, le ha afeado la portavoz popular, quien se ha referido al caso Azud como el de la investigación de la presunta financiación irregular del PSPV cuando este no es un delito que, de momento, se haya imputado a ninguno de los investigados. “¿Qué imagen cree que le están dado a la ciudadanía, cree que la de credibilidad o coherencia?”, le ha reprendido la portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino.