Muere Silvestre Sánchez, el dueño del restaurante Salamanca de la Barceloneta

El restaurante Salamanca de la Barceloneta ha comunicado este viernes la muerte de Silvestre Sánchez Sierra, el creador de uno de los negocios de restauración más populares de la capital catalana. Sánchez ha fallecido a los 88 años y hace solo unos días estaba, al pie del cañón, en el restaurante insignia en el barrio más marinero de la capital catalana.

La historia de Sánchez es la de un empresario hecho a sí mismo. Nacido en Salamanca y tras conseguir su plaza como agente de la Policía Nacional, acabó destinado a Barcelona. En 1969, sin dejar de pertenecer al cuerpo, adquirió el bar Rosich de la Barceloneta junto con su esposa Lorena González y su hermano Modesto Sánchez. Le cambió el nombre por el de restaurante Salamanca para rendir homenaje a la tierra que le vio nacer.

Silvestre compatibilizaba su trabajo de policía nacional con el de empresario de la restauración. Poco a poco fue adquiriendo los locales anexos y el edificio entero del bar Rosich hasta convertirlo en un laberíntico restaurante con varios salones y una terraza enorme a los pies de la playa.

El restaurador, en varias ocasiones, admitió que comenzó a intuir que su negocio era un éxito cuando los clientes utilizaban el teléfono del bar para llamar a los taxis y solo tenían que decir que fueran al Salamanca, no había que dar ninguna dirección.

Silvestre convirtió el establecimiento en un verdadero museo de ocio y del comer. El local está repleto de fotografías donde aparece el empresario junto a clientes desconocidos pero, sobre todo, con políticos, deportistas, artistas, actores y farándula en general degustando paellas, mariscos, pescados, jamones y embutidos.

La política y la prensa se ha reunido en varias ocasiones en el Salamanca donde eran habituales las reuniones y comidas de, entre otros, miembros del PP o de Ciudadanos. El grupo empresarial creció con otros locales, como La Barca del Salamanca o el Barcelona, ubicado en su Salamanca natal.

Las muestras de cariño hacia el restaurador se han mantenido este viernes en las redes sociales. El director del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, ha recordado a Silvestre: “Construyó uno de los establecimientos más emblemáticos de Barcelona, que forma parte del patrimonio cultural y gastronómico de la ciudad, por el que han pasado millones de visitantes de todo el mundo y millones de barceloneses”. Pallarols ha concluido: “Se nos ha ido un referente, un luchador, un barcelonés de los pies a la cabeza y, sobre todo, un amigo”.