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El comité de expertos del Ayuntamiento de Barcelona concluye que la ampliación del aeropuerto es “urgente y necesaria”

Se abre la puerta a encontrar una solución técnica que propicie una mínima afectación sobre el espacio natural de La Ricarda

Viajeros en la Terminal 1 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, en una imagen de archivo.
Marc Rovira

Al aeropuerto de Barcelona-El Prat se le agota el margen para evitar su saturación. Así lo defiende el Comité Asesor de Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona en un informe técnico que considera “urgente y necesaria” la ampliación de la instalación aeroportuaria par poder acoger más vuelos de largo radio. El documento, elaborado a partir de las aportaciones de 25 técnicos especialistas en distintas áreas, no concreta qué opción sería la mejor para garantizar la funcionalidad de la instalación y no afectar a la riqueza natural de su entorno y los humedales del delta del Llobregat. “Antes de tomar la solución específica en términos de incremento de la capacidad e infraestructura del aeropuerto, hace falta cumplir con los compromisos pendientes desde un punto de vista de las compensaciones medioambientales”, ha explicado Laia Bonet, primera teniente de alcaldía.

El Ayuntamiento de Barcelona hizo constar por primera vez en una votación, el mes pasado, su posición a favor de la ampliación del aeropuerto. El alcalde Jaume Collboni ha impulsado un viraje en este tema, después de la etapa de Ada Colau, ferviente opositora a un crecimiento de las terminales por el efecto llamada que puede tener para aumentar el turismo en la ciudad. El consistorio barcelonés está decidido a tomar partido en este tema, y el documento del Comité Asesor de Infraestructuras pretende aportar valoraciones técnicas para abordar la obra.

El Comité de Infraestructuras está presidido por Santi Vila, exconsejero de la Generalitat durante los mandatos de Artur Mas y Carles Puigdemont. El informe presentado este miércoles señala que para asegurar el pleno rendimiento del aeropuerto, fijado en las 90 operaciones a la hora, es menester alargar la pista y reconoce “cierto grado de afectación” a los espacios naturales del entorno. Como solución parcial y a corto plazo, se apuesta por optimizar el diseño actual. El documento también apunta a la necesidad de establecer un diálogo institucional y social que trabaje para encontrar soluciones a medio y largo plazo que permitan alargar la pista “preferiblemente sin tocar los espacios protegidos de La Ricarda y el Remolar”.

Pese a que la ampliación del campo de vuelo es un tema que genera controversia, hay consenso técnico en que la longitud actual de la pista de mar no es suficiente y, en este sentido, Vila ha destacado que “no hará falta” prolongar la pista más cercana al mar unos 500 metros, lo que conllevaría invadir zonas naturales protegidas y requeriría del beneplácito previo de la Comisión Europea. “Se pueden encontrar soluciones de compromiso alrededor de esta posible ampliación de la infraestructura”, ha defendido, así como inversiones a corto plazo que amplíen la capacidad del aeropuerto, como la construcción de una terminal satélite o una mejor conectividad entre las terminales 1 y 2.

La proximidad de las zonas residenciales de Gavà y Castelldefels condiciona la operativa actual y, para evitar el ruido de los aviones sobre las casas, las tres pistas se operan de manera segregada, con un uso específico cada una. La Generalitat ha llegado a apuntar la posibilidad de que, en julio y agosto, se abra una franja horaria para que cada pista opere de manera independiente, lo que permitiría aumentar el tráfico. La medida genera un fuerte rechazo en los municipios vecinos.

La solución para poder acoger más tráfico pasa por alargar la pista más cercana al mar, que en épocas de fuerte calor no puede albergar despegues de las aeronaves más grandes. Pero en uno de sus extremos, el más cercano El Prat, la pista linda con la laguna de la Ricarda, un espacio natural protegido.

El informe del Ayuntamiento de Barcelona admite que si se actúa sobre espacios medioambientalmente protegidos “habrá que pasar un filtro ambiental muy exigente en la Unión Europea”. Tanto el ingeniero en jefe del Ayuntamiento, Oriol Altisench, como la teniente de alcaldía, Laia Bonet, han insistido en que hay que cumplir las compensaciones medioambientales, tanto las que comprometidas en la ampliación anterior, como las que se pidan en un futuro en caso de ampliación de la pista.

El aeropuerto de Barcelona-El Prat superó en 2024 los 55 millones de pasajeros, una cifra récord en su historia. La cifra, exactamente 55.034.955 usuarios, es un 10% más de tráfico que en 2023, y confirma la tendencia al alza desde el batacazo sufrido por la pandemia. En 2019 ya estuvo cerca del límite de su capacidad -estimada en 55 millones de pasajeros anuales- con 52,7 millones.

Ante el progresivo aumento de viajeros, Aena ha advertido de la necesidad de prolongar la tercera pista para acoger un mayor volumen de vuelos intercontinentales. Con la ampliación, El Prat podría absorber hasta 90 operaciones por hora, 12 más que ahora. La demanda creciente de vuelos al continente americano desde la capital catalana, que cuenta ya con más de veinte destinos, han propiciado que aerolíneas como Level, emancipada de Iberia desde el pasado noviembre, opten por Barcelona como un potencial hub.

El president Salvador Illa ha asumido el compromiso público de desbloquear las obras de ampliación, pero el anuncio choca con las intenciones de sus socios de investidura, ERC y comunes, que se han mostrado contrarios a agrandar el aeropuerto, por el impacto medioambiental que supondría para el delta del Llobregat. En 2021, Aena llegó a presentar un plan para invertir 1.700 millones de euros en la construcción de una nueva terminal satélite en El Prat. Las desavenencias con el Govern de ERC enviaron el boceto a un cajón. La propuesta del operador aeroportuario siempre ha estado condicionada al alargamiento de una de las tres pistas del aeropuerto, bajo el argumento que es necesario ganar recta de rodadura para poder albergar los grandes aviones que realizan vuelos transoceánicos.

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Sobre la firma

Marc Rovira
Corresponsal económico de EL PAÍS en Cataluña, encargado de seguir la información relacionada con la actualidad empresarial y política. Licenciado en Derecho, durante una etapa en la prensa local trabajó en Girona y en Tarragona. Ya en EL PAÍS, tuvo un paso por la sección de Deportes, cubriendo el Mundial de MotoGP. Colaborador en la SER y en TV3.
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