_
_
_
_

Illa afronta una situación insólita por los traspasos que negocian sus rivales

El socialista espera cumplir los pactos con ERC mientras está a la expectativa de competencias y acuerdos que el PSOE negocia con los independentistas

Salvador Illa, el 25 de diciembre en la ofrenda floral al 'president' Francesc Macià en Montjuïc.
Salvador Illa, el 25 de diciembre en la ofrenda floral al 'president' Francesc Macià en Montjuïc.Kike Rincón (Europa Press)
Àngels Piñol

Cataluña habrá pasado página del procés, pero el independentismo, en todas sus variables, sigue condicionado buena parte de la vida política catalana y española. Salvador Illa alcanzó en agosto la presidencia de la Generalitat, pero depende esencialmente de Esquerra —el apoyo de los comunes se da por descontado— para apuntalar la legislatura. Cinco meses después de asumir el cargo, Illa no ha empezado a negociar con ERC las cuentas —se han prorrogado las de 2023— mientras aguarda noticias de cómo evolucionan las conversaciones entre el PSOE y ERC, socio de investidura y rival electoral, y Junts, primer partido de la oposición, de unas competencias que él no reclamó (la inmigración o la condonación del FLA) a cambio del voto a los Presupuestos en el Congreso de los Diputados.

La fotografía rompe los esquemas y es casi inédita porque históricamente los presidentes catalanes, desde Jordi Pujol a Pere Aragonès pasando por Artur Mas, han reclamado al presidente del Gobierno traspasos o, en los últimos años, referéndums. pero ahora ambos están en el mismo lado de la mesa. Illa solo abandera la reinvidicación del modelo de financiación singular, avalado ya por el PSOE. Alineados completamente, los mandatos de Illa y de Pedro Sánchez son casi vasos comunicantes. Los dos, por ejemplo, abrieron la puerta, el día 23, en sendas conferencias de prensa, a reunirse con Carles Puigdemont, líder de Junts. Nunca en Cataluña hubo un president tan identificado con La Moncloa y ese es uno de los reproches que le dirige el independentismo. No pasó ni con José Montilla, presidente entre 2006 y 2010, porque tuvo ciertos desencuentros con José Luis Zapatero a cuenta del Estatut recortado por el Tribunal Constitucional.

Illa ha dado por sentado el cambio de etapa en Cataluña y de rumbo tras el procés, pero ha tenido que levantar el pie del acelerador a la espera de que ERC culminara su tortuosa renovación saldada con la vuelta al punto de partida con la reelección de Oriol Junqueras. El líder republicano ya ha avisado de que no habrá pacto presupuestario si tanto el PSOE como el PSC no cumplen sus compromisos. En noviembre de 2023, el PSOE y ERC sellaron la investidura de Sánchez con el compromiso de traspasar el servicio de Cercanías, con un histórico déficit de inversiones, creando una empresa mixta y la condonación del FLA, extensible ahora a todas las comunidades autónomas y que en el caso de Cataluña son 15.000 millones de euros y unos 1.300 millones de intereses en tres años.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Elisenda Alemany, durante una reunión de la ejecutiva de ERC.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la secretaria general, Elisenda Alemany, durante una reunión de la ejecutiva de ERC.Enric Fontcuberta (EFE)

La dirección de ERC repite constantemente que quiere avances claros también en el modelo de financiación singular, y Junqueras ya alertó de que Illa no podrá tener cuentas sin el FLA. El portavoz en el Congreso de Esquerra, Gabriel Rufián, hizo lo propio el viernes en la Cadena SER. “La condonación del FLA es una condición total y absoluta. Debe ocurrir y si no, el PSOE tendrá un problema grave”, abundó Rufián. No solo eso: en julio, el Govern de Pere Aragonès y el Ejecutivo de Sánchez acordaron que este enero se cerraría el traspaso de la línea de Rodalies (Cercanías) R-1 y se avanzaría en la nueva operadora que gestionará el servicio. La consejera de Territorio, Sílvia Paneque, ya ha finalizado los trabajos internos sobre la futura empresa pública y confía en no demorar el acuerdo más allá de enero.

A la reivindicación de los republicanos, se le suma la difícil negociación entre Junts y el PSOE para cerrar el traspaso de competencias en extranjería a la Generalitat como ocurre ya en el País Vasco. El primer acuerdo se cerró hace un año y las conversaciones se han dilatado. Con un Govern que descansa en una mayoría de izquierdas, Illa no depende en este caso del partido de Puigdemont pero es consciente de que muchas de las mejoras que ha asumido su Govern (financiación, traspaso de Cercanías, el FLA) decaerían si se tambalea el mandato de Sánchez. El popular Alejandro Fernández vaticinó en cualquier caso que no habrá ningún traspaso en inmigración. “En la UE, el control de las fronteras corresponde a los Estados. Cualquier alternativa a eso es engañar a la gente”, dijo a EFE señalando que el caso es un ejemplo de “procesismo”.

Pese a todo el galimatías, Illa da muestras de serenidad con el objetivo de cumplir y acelerar en la medida de lo posible todos los acuerdos con ERC. Con el objetivo de mejorar los servicios públicos, el president asume todas las competencias que pueda recibir, desde la patata caliente de la desprestigiadísima Rodalies o las competencias en inmigración. “Me alegraré cuando pase”, dijo hace semanas en la sesión de control del Parlament. En su comparecencia para haber balance del año, Illa dijo que no le quitaba el sueño no tener todavía los presupuestos. Y parece que va para largo: Junqueras se propone que la militancia vote en marzo, en su convención ideológica, avalar o no las cuentas. Y Jéssica Albiach, lider de los comunes, ya fija el horizonte para mayo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_