Salvador Illa llama a no dejarse arrastrar por los discursos que dividen en 2025

El año 2025 deparará dificultades, según el mensaje de Navidad que este jueves ha ofrecido el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. El socialista no las ha ni mencionado, pero sí ha pedido enfrentarlas ignorando los discursos divisivos o los que recurren al odio para hacerse oír y aboga por poner el énfasis en lo que une. “Tenemos que cuidar la fraternidad. Estos días y durante todo el año”, ha asegurado el jefe del Govern catalán en el discurso más descafeinado, políticamente hablando, de los últimos años.

“Soy muy consciente de las dificultades a las cuales nos enfrentamos, pero no nos hemos dejar arrastrar ni por los discursos que pretenden dividirnos ni por los que están cargados de odio y pesimismo”, ha afirmado Illa. “Cataluña estará con Valencia hasta el final”, ha dicho en otro momento del mensaje, en recuerdo a la tragedia que dejó la dana de octubre.

La primera Navidad de Illa en el Palau de la Generalitat ha servido para mostrar que muchas cosas han cambiado en Cataluña, siempre evitando cortes abruptos. En fondo y forma. El equipo del president ha decidido mantener el discurso el día 26, Sant Esteve, un cambio hecho por el anterior Ejecutivo de Pere Aragonès. Tradicionalmente se hacía la noche del día 30. Eso sí, se ha vuelto a elegir como escenario la sede del Govern, después de ERC optara por sitios como el Depósito del Rey Martí, en la capital catalana, o en una escuela pública en Santa Coloma de Gramanet.

Tras más de una década de intervenciones con un gran trasfondo político, siempre en clave de reivindicación de la vía independentista, los ciudadanos que han sintonizaron el discurso del también líder del PSC se han encontrado con lo más próximo a una cordial felicitación navideña de un gobernante occidental. “La Navidad nos recuerda las raíces cristianas de nuestra sociedad, pero también nos recuerda los valores humanos más universales. Paz y fraternidad”, ha dicho Illa. El año pasado, Aragonès, pedía la “financiación singular”. En 2016, Carles Puigdemont, se comprometía a a aplicar “sin dilaciones ni excusas” el resultado de un referéndum sobre independencia que para entonces no estaba sobre la mesa y que terminó siendo el 1-O. “No permitiré, ni aceptaré, que un tribunal -y menos aún una junta política- suplante la soberanía de los catalanes””, dijo Quim Torra en su intervención de 2019, cuando estaba sobre la mesa la causa por la que finalmente se le inhabilitó.

Salvo la referencia a las guerras de Gaza, Siria y Ucrania -”hay que mantenerse firme en la defensa de la paz y el diálogo, como siempre hemos hecho en Cataluña”- y a la tragedia de Valencia, Illa se ha separado del enfoque dado por su antecesores y no ha querido entrar a detallar cuestiones que tiene sobre la mesa y que marcarán el resto de la legislatura.

El president no ha mencionado, por ejemplo, ni la dificultad para poder negociar unos Presupuestos por estar en minoría en la Cámara -depende del sí de ERC y los comunes- ni del tortuoso camino que le espera para avanzar en la financiación singular para Cataluña que pactó con los republicanos. Sí ha optado por refugiarse en un llamamiento a la fraternidad “entre familiares, vecinos y territorios”. “Es importante que reforcemos eso que compartimos (...) cuando compartimos esperanzas, esfuerzos y optimismo hemos progresado más”, ha apostillado.