El Gobierno catalán rectifica y mantiene la literatura como materia obligatoria de bachillerato

Giro de guion en la polémica sobre la reestructuración de las materias en bachillerato en Cataluña. Si ayer lunes el Departamento de Educación aseguraba que introduciría cambios significativos (unificar Física y Química o que las literaturas pasen a ser optativas), este martes la consejera de Educación de la Generalitat, Esther Niubó, ha realizado una comparecencia de urgencia para asegurar que la Literatura Catalana y la Literatura Castellana son una “línea roja” y que quieren “que continúen siendo una asignatura de modalidad en 2º de bachillerato”. Niubó ha asegurado que está negociando con el Ministerio de Educación para poder mantener “la singularidad catalana”.

El revuelo surgió a través de un documento que “se colgó por error” el viernes, según Educación, en el portal interno de los centros educativos y en que se detallaba una serie de modificaciones que se iban a hacer en el currículo de bachillerato. El motivo es “un requerimiento del Ministerio” que llegó en septiembre, ya que “el currículo catalán no se ajustaba al Real Decreto [de bachillerato] derivado de la Lomloe”. Las modificaciones planteadas han incendiado las redes estos días, especialmente por la preocupación por el retroceso que se plantea en la Literatura, en un momento de bajo rendimiento de los alumnos catalanes y con problemas importantes en comprensión lectora.

Educación detalló el lunes en un comunicado oficial que se harían importantes cambios en la rama humanística: las asignaturas de Literatura Catalana y Literatura Castellana, ahora de 2º de bachillerato, se convertían en optativas, y además pasaban a ser asignaturas de primer curso. También se dice que solo se podrán cursar las Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales (y no la científica, como hasta ahora).

En el ámbito científico también habrá cambios: por un lado, en 1º se unifican las asignaturas de Biología, Geología y Ciencias Ambientales; lo mismo sucederá con Física y Química, que se fusionan. Cada una de estas nuevas macroasignaturas pasará a tener tres horas semanales, lo que supone la mitad que actualmente. Con todo, Educación asegura que “esta redistribución no supondrá ninguna pérdida de horas lectivas, ya que se diseñarán unos itinerarios para combinar materias de modalidad y optativas”. También se introducen cambios con menos impacto, como el cambio de algunas materias: Lengua y cultura griegas se llamará Griego, y lo mismo pasará con la latina, que simplemente se denominará Latín. Y Funcionamiento de la empresa y diseño de modelos de negocio se simplifica en Empresa y modelos de negocio.

Aunque el Departamento daba por hechos los cambios en el comunicado de ayer, este martes la consejera se ha visto obligada a comparecer de urgencia tras la reunión semanal del Govern. Niubó ha dado marcha atrás en lo que afecta a las literaturas y ha asegurado que están negociando para poderlas mantener como ahora. Con todo, la consejera se negó a hablar de “rectificación” y aseguró que el documento filtrado solo es una versión “de trabajo” y provisional, obviando el comunicado. El Ministerio asegura simplemente que “están hablando ambas partes y estudiando las opciones y propuestas”.

Con esta maniobra, el Govern de Salvador Illa intenta apagar su primer gran incendio desde que tomó las riendas de la Generalitat. Pero la solución no es fácil, ya que, por un lado, deberá lidiar con las críticas de los docentes de Cataluña que alertan de los efectos de reducir horas de estas materias básicas, pero, al mismo tiempo, debe dar una solución legal, ya que actualmente el currículo catalán contraviene la Lomloe, una ley de firma socialista y gran influencia de ERC, y la aceptación de esta “singularidad” catalana debe cuadrar con la ley estatal. Para aclarar la situación, los republicanos y los comunes han solicitado la comparecencia de Niubó en el Parlament.

El resto de autonomías tienen adaptada la nueva ley orgánica y las asignaturas de Lengua y Literatura -castellana y de lengua cooficial- son comunes para todos los alumnos de bachillerato, como también sucede en Cataluña, pero la diferencia radica en las materias de modalidad: el resto de comunidades imparten Literatura Universal en primer curso y la literatura cooficial queda como optativa.

Oriol Gonzàlez, profesor de Lengua y Literatura Catalana, y presidente del Colectivo Pere IV, en defensa de la presencia de la literatura en las aulas, asegura que las modificaciones planteadas son “una gota más” a la reducción de horas en esta materia que se está produciendo en los últimos años y pone como ejemplo la materia común de Lengua y Literatura, que ha pasado de tres a dos horas semanales. Gonzàlez se opone a que la asignatura de Literatura pase a ser optativa de primer curso por dos factores: “se reducirán las horas porque una materia de modalidad son cuatro horas semanales y las optativas, dos. Y, además, las asignaturas de 1º no van a Selectividad”. El profesor se muestra preocupado también por las deficiencias de ESO. “Se ha visto que los alumnos de ESO no tienen el nivel cuando llegan a bachillerato y la solución ha sido reducir el bachillerato. Y si ahora los profesores se quejan del nivel con el que llegan los alumnos a la universidad, después será peor”, añade.

Lluís Ballarín, director pedagógico de bachillerato de Escola Pia Mataró pone el foco también en la rama científica y alerta de las consecuencias de fusionar Física con Química y Biología con Geología. Por un lado, lamenta de la reducción de horas que supone “porque ello significará que los alumnos tendrán menos conocimientos”. Y por otro, considera que las materias serán más generalistas. “Ahora tendrán que hacer Física y Química juntos. Un futuro médico a lo mejor no necesita la física y, en cambio, le estás recortando horas de las materias que sí necesitaría”. Ballarín también se muestra preocupado por el perfil de profesor que impartirá la materia, porque son especialidades diferentes. “Según qué asignaturas la harán profesores no especializados. Estamos infantilizando la materia al hacerla más generalista. Que en la ESO sea más simple, es de entender, pero en bachillerato los alumnos ya saber hacia dónde van a ir. Haremos que sepan un poco de todo, pero con muchas deficiencias”.

Ballarín también fija la atención en el trabajo de investigación —algo específico de Cataluña—, que hasta ahora contaba un 10% de la nota final de bachillerato y pesará como una asignatura más, es decir, la mitad. “Lo han herido de muerte. ¿Cómo explicamos a los alumnos que pongan el mismo esfuerzo si vale menos puntos? Es una lástima porque es un trabajo que les aporta muchos aprendizajes y es útil para cuando tengan que hacer trabajos en la universidad”, remata.

Educación asegura que está trabajando en esta modificación del currículo, que deberá salir a exposición pública. El objetivo es que los cambios se apliquen el próximo curso, pero solo para los de 1º de bachillerato y en 2º, el año siguiente, así que los alumnos que este año han comenzado esta etapa, no se verán afectados. Tampoco perjudicará a los que el próximo junio se presentan a la Selectividad, ya que los cambios no llegarán a estas pruebas hasta 2027.