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El Sindicato de Inquilinas anuncia las dos primeras huelgas de alquiler en dos edificios en Cataluña

Vecinos de fincas de Salou y Sentmenat han comenzado o se disponen a dejar de pagar el alquiler a la propiedad y lo ingresarán en una cuenta común

Sindicato Inquilinas huelgas de alquiler
La convocatoria de huelga en dos edificios llega tras la masiva manifestación para exigir una bajada de los precios del alquiler en Barcelona, el pasado 23 de noviembre.Kike Rincón
Clara Blanchar

Tres semanas después de la masiva manifestación que pidió en Barcelona una bajada del precio de los alquileres y que apuntaba a la convocatoria de una huelga de alquileres, el Sindicato de Inquilinas ha presentado este miércoles el caso de los dos primeros edificios de Cataluña que recurrirán a esta fórmula para mejorar la situación de sus inquilinos. Son dos inmuebles de Salou (Tarragona) y Sentmenat (Barcelona) que en origen eran de protección, promovidos por la obra social de La Caixa y ahora gestionados por InmoCriteria, a quienes los inquilinos llevaron a los tribunales por supuestas cláusulas abusivas en sus contratos. En el caso de Salou, el edificio acaba de ser comprado por la Generalitat. Los vecinos han comenzado o se disponen a protagonizar en marzo huelgas que consisten en dejar de pagar el alquiler a la propiedad, pero lo ingresarán en una cuenta común. El objetivo es presionar para mejorar sus condiciones.

En Salou (Tarragona), las viviendas se han comenzado a desclasificar de su condición de protegida en los últimos años y ha sido comprada por la Generalitat para blindar a las familias que quedan. De 80 pisos que tiene la finca, hay 40 vacíos y el resto siguen alquilados o algunos se vendieron. En total, son 23 las familias que se han sumado a la protesta, el 62% de los inquilinos. La vecina Kika Aguilera ha explicado que “desde hace cuatro años InmoCriteria no ha renovado contratos cuando finalizaban”. “Han ido a saco amenazando para que nos marcháramos: que nos embargarían la cuenta, que nos desahuciarían, que tendríamos que pagar los costes del juicio...”, relata Aguilera, que lleva dos años sin contrato, desde que se le acabó, pero ingresa cada mes el alquiler en una cuenta corriente. En el edificio de Salou la huelga consiste en devolver los últimos dos recibos en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que la propiedad ha cobrado irregularmente: el cobro del IBI en vivienda protegida fue declarado ilegal por el Tribunal Supremo y los inquilinos de Salou dejan de pagar, por ahora, los dos últimos recibos, a la espera de si la Generalitat elimina las cláusulas abusivas cuando comience a gestionar las viviendas.

El edificio de Salou de vivienda protegida de InmoCriteria que ha sido comprado por la Generalitat, durante una protesta, en una imagen facilitada por los inquilinos.
El edificio de Salou de vivienda protegida de InmoCriteria que ha sido comprado por la Generalitat, durante una protesta, en una imagen facilitada por los inquilinos.

El Sindicato de Inquilinas asegura que InmoCriteria “ha cobrado más de 10 millones de euros en concepto de IBI solo en Cataluña”. Fuentes de InmoCriteria responden que no comentan la situación, que “se está estudiando caso a caso”. Sobre la compra por parte de la Generalitat, aseguran que no se ha formalizado todavía.

En el caso de Sentmenat (Vallès Occidental), la inquilina Marta Carrillo ha explicado que la idea es comenzar la huelga el próximo 1 de marzo y que se han fijado como condición que se sume a la protesta un 25% de los inquilinos, una cifra que, asegura, alcanzarán. “Hemos creado un registro de huelguistas, porque en la asamblea de ayer [por el martes por la noche] faltaba gente. Nuestra huelga consistirá en ingresar los recibos en una cuenta mancomunada y comunicarlo a La Caixa, y a servicios sociales o la Agencia de la Vivienda en el caso de personas que reciban ayudas”. “Somos dos promociones de vivienda protegida, todavía vigente, que llevamos años de asedio, falta de mantenimiento, precios abusivos, y hasta 16 cláusulas abusivas en los contratos que firmamos personas que cumplimos los criterios para solicitar vivienda pública”, ha añadido y ha pedido que la Generalitat compre todas las fincas de InmoCriteria.

“La revuelta de las llaves”

El portavoz del Sindicato, Enric Aragonès, ha asegurado que estas propuestas son “los primeros pasos de un movimiento huelguista que sale del clamor que se escuchó en la manifestación Ni un euro más, huelga de alquileres” y que ha calificado de “revuelta de las llaves”. Aragonès ha señalado que estas dos fincas forman parte del paquete de vivienda protegida de alquiler que la antigua obra social de La Caixa promovió entre 2002 y 2012 y ahora gestiona InmoCriteria. En total son 38 promociones en municipios de Cataluña. “La huelga es un acto de desobediencia colectiva de retención del pago del alquiler, como medida de fuerza para negociar una mejora de las condiciones”. El Sindicato exige a la Generalitat que compre todas las fincas, la paralización de los desahucios previstos y la retirada de cláusulas abusivas.

Estas promociones forman parte del paquete que, a través del Sindicato, presentó una demanda colectiva contra InmoCriteria pidiendo la nulidad de lo que considera “cláusulas abusivas” en los contratos de alquiler de centenares de inquilinos de un total de 37 fincas repartidas en 23 municipios catalanes (entre las que ahora secundan la huelga) y que en origen habían sido de protección oficial. Entre las cláusulas denunciadas, sobre las que se busca que se declare la nulidad, la organización cita la obligación de que los inquilinos paguen gastos, el Impuesto de Bienes Inmuebles, un seguro de impago, que deban ingresar el alquiler en una cuenta de CaixaBank o que domicilien la nómina o la pensión en la misma entidad financiera.

El Grup d’Habitatge de Sants logra frenar el mismo día dos de los tres desahucios previstos

SERGI LLANAS

El barrio barcelonés de Sants ha sido este miércoles el escenario de tres intentos de desahucio, de los cuales solo uno se ha ejecutado. Montserrat, de 75 años y enferma de cáncer, ha cedido ante la Promotora Coliseum, que se ha negado a renovar el contrato tras 50 años residiendo en el mismo piso. Javier, quien en 2020 perdió el empleo en plena pandemia y al finalizar su contrato, la finca de la calle de Bacardí la adquirió el fondo de inversión Second House. El lanzamiento se ha paralizado a la espera de acceder a un alquiler social. El tercero y el que más manifestantes ha congregado, alrededor de un centenar, ha sido el de Abdul y sus tres hijas, todas menores de edad. Finalmente y tras una ardua negociación con la propiedad, activistas del Grup d’Habitatge de Sants (GHAS) han forzado un aplazamiento de seis días, ya que la menor de las tres se encontraba en el inmueble y estaba enferma. También está pendiente de obtener el asilo político por haber tenido que huir de Marruecos, donde estaba amenazado por su tarea como activista.

Hacia las 11.30, un grupo de aproximadamente 100 personas han bloqueado el paso de la calle de Sugranyes, donde residen Abdul y sus hijas desde hace cinco meses. El pasado noviembre le llegó la orden de desahucio, pero la presión del GHAS ha logrado frenarlo durante seis días. “Llevo semanas negociando con el propietario, que dispone de los 15 pisos que conforman el bloque. Le ofrecí pagar el límite de alquiler que marca la nueva regulación de los alquileres y se negó”, ha defendido Abdul. Todo apuntaba a que el propietario llegaría a un acuerdo con Abdul, ya que este dispone de dos avales, quienes también se han personado en la concentración, pero tampoco ha surtido efecto. El administrador de la finca, la procuradora y el representante legal de la propiedad no han accedido y han asegurado que “no darán marcha atrás” al ser un proceso que, en palabras del administrador, se ha alargado demasiado.


Desde el GHAS han denunciado coacciones de la comitiva judicial para que Abdul firmara el documento que prorroga el desahucio hasta el 17 de diciembre. “Es un mecanismo de desgaste que utilizan para que los afectados cedan ante la presión. Tanto la comitiva como los Mossos han sido muy agresivos porque no le han dado ningún margen de maniobra”, han resaltado al finalizar la protesta.

El Servicio de Intervención en Procesos de Pérdida de la Vivienda y Ocupaciones (SIPHO) ha ofrecido a Abdul que se incorpore al programa Reallotgem, dependiente de la Agència de l’Habitatge de Catalunya y que capta inmuebles del mercado privado en condiciones de habitabilidad para ampliar el parque de vivienda social disponible. La agencia alquila directamente la vivienda y garantiza a la propiedad un contrato de arrendamiento de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos actualmente en vigor.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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