La Editorial Barcino cumple cien años con ganas de ofrecer un “clásico catalán” a cada lector
Sus responsables trabajan en nuevas maneras de hacer llegar los clásicos, con otros formatos, a través de medios audiovisuales, como lo son los pódcast
La editorial Barcino, de la Fundació Carulla, celebra este lunes una fiesta para conmemorar sus cien años de historia con autores, colaboradores y lectores, un “paseo” por su catálogo, con unos 300 títulos “vivos” de clásicos de la literatura catalana, de la Edad Media al siglo XX. El director de Barcino, Oriol Magrinyà, ha señalado que con la conmemoración, además, tienen la intención de poder ofrecer “un clásico catalán para cada lector”, tanto para un “lector común como para un universitario o especializado”.
Magrinyà ha puesto como ejemplo que en los últimos años, el sello publica desde ediciones críticas a audiolibros, libros electrónicos o versiones en catalán actual de poemas de Ausiàs March o de novelas como Curial e Güelfa. Ha recordado que en los últimos tres años para llegar al máximo número de lectores se han creado dos nuevas colecciones, Imprescindibles y Mirades, esta última, una apuesta por la “lectura entre generaciones”, en la que autores catalanes actuales se encaran con la tradición con una mirada propia y dialogan con obras canónicas. De aquí han nacido proyectos como el de Mercè Ibarz, Rodoreda, un mapa; Era Woolf. Les nostres Dalloway, de Mireia Vidal-Conte, sobre la influencia ejercida por Virginia Woolf en las escritoras del siglo XX; o Frase variata, de Miquel de Palol, donde tiene mucho peso un autor como Ramon Llull.
Oriol Magrinyà ha considerado que existe un público lector para este tipo de obras, sin rehuir que no son súperventas, y para otros clásicos como Vida privada, de Josep Maria de Sagarra, o La punyalada, de Marian Vayreda, de la que ya se llevan dos ediciones en pocos meses y que “ganan lectores mes a mes”. De cara al futuro, los responsables de la editorial quieren trabajar en “nuevas maneras de hacer llegar los clásicos, con otros formatos, a través de medios audiovisuales, como lo son los pódcasts”. Para Magrinyà, “hay que continuar profundizando en hacer llegar a nuestros clásicos a todos los rincones y lectores, siendo un reto el público joven”. A la vez, ha aseverado que existe el propósito de “contribuir, reforzar y alimentar el imaginario colectivo que forman las historias que nos contamos y aquí los clásicos catalanes tienen que estar”.
“Todo lo que vaya en esta línea lo reforzaremos, sin abandonar el campo académico, las ediciones filológicas”, ha apuntado. Con un primer título publicado en 1924, Lo somni, de Bernat Metge, que se agotó a los quince días de llegar a las librerías, en la fiesta de este lunes, en la sede barcelonesa de la Fundación Carulla, habrá lecturas de este clásico y de otros a cargo de Enric Casasses, Roger Mas, Laura Aubert, Arnau Obiols o Marta Vives, entre otros. A lo largo de este año ya se han celebrado varios actos conmemorativos, como exposiciones, presentaciones en diferentes ciudades o encuentros con libreros siempre con el objetivo de “poner en valor el legado literario de Cataluña”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.