El adiós de Colau y Albiach deja a los comunes ante el reto de nuevos liderazgos

Los comunes se reestructuran tanto en el Barcelona como en el conjunto de Cataluña sin que haya nuevos liderazgos a la vista. La ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dejará este viernes el Ayuntamiento de Barcelona. Será durante la celebración del pleno. Los comunes perdieron las elecciones en mayo de 2023 y desde entonces ha sido la presidenta del grupo municipal. De su gente, Colau se despidió en la fiesta del décimo aniversario de Barcelona en comú, el partido que fundó y con el que echó a Xavier Trias (entonces CiU) de la silla de alcalde en 2015. La ex alcaldesa era, además, una de las tres coordinadoras de Catalunya en comú. También deja este cargo, como Jéssica Albiach: las dos formaban parte de una tricefalia en la que solo quedará Candela López, veterana también. Fue concejal y alcaldesa de Castelldefels por ICV. Catalunya en comú estará capitaneado ahora por una bicefalia, entre López y Gemma Tarafa, concejal en Barcelona y persona de máxima confianza de Colau. En el Ayuntamiento, el relevo es Janet Sanz, para quien este es su cuarto mandato (uno con ICV y tres con los comunes). Son, todos, relevos sin nuevos liderazgos.

Además, designados a dedo. En Catalunya en comú, el ticket entre López y Tarafa en la dirección se anunció la víspera de que se abriera el plazo previsto en el proceso congresual para presentar candidaturas. En su página web, aparece un carrusel de imágenes de caras y grupos variados. En la de Barcelona en comú, la apertura la protagonizan primeros planos de su fundadora y ex alcaldesa. Las páginas con el detalle del organigrama (coordinadora, ejecutiva) no se abrían este jueves. En estas incógnitas sobre el futuro liderazgo ocurre, además, que Colau no tiene un cargo orgánico en Barcelona en comú, que es el embrión de todo, de la mano de ICV, con un buen número de veteranos en sus filas. A veces dolidos por cómo se toman las decisiones, se colocan nombres en las listas electorales o se eligen cargos.

“El problema de Colau es que es como tener a Messi en el equipo, no lo vas a dejar en el banquillo”, es una frase que ha repetido el entorno de Colau desde que fundó y lideró la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), hasta todas las campañas electorales de los últimos diez años. Su liderazgo no está discutido, pero no se ha preparado su relevo. De hecho, ella misma no cierra la puerta a volver, lo que lleva a sus rivales de otros partidos a seguir pendientes de sus movimientos. También Candela López, Gemma Tarafa y Janet Sanz tendrán que gestionar la posible vuelta de Colau o el futuro si no se produce.

Colau cambió la agenda de Barcelona, donde emprendió políticas pioneras que son referente en vivienda, desahucios, recuperación de espacio público, feminismo, cuidados desde lo público o cambio climático. Pero el drama del acceso a la vivienda, el precio de los alquileres y la masificación turística baten récords. “Colau actuó contra problemas estructurales que son fuente de malestar y abrió debates que no ha podido resolver. Porque, aunque sus políticas han mejorado algo, el contexto global es muy duro, lawfare incluido”, decía hace unas semanas una persona implicada en la gestación de Barcelona en Comú hace 10 años. Pero su hiperliderazgo ha ido en detrimento de la creación de una estructura de partido, tanto en el ámbito de ciudad como en Catalunya en Comú, donde las decisiones importantes las toma ella y su núcleo de confianza.

La ex alcaldesa ha explicado que se marcha para explicar su modelo de ciudad, porque la llaman de muchas ciudades, y para reflexionar sobre la izquierda en un contexto de auge de la extrema derecha y retroceso de derechos. Pero algunos solo se han quedado con su anuncio: que igual vuelve.