Barcelona acaba las obras de su frente marítimo a tiempo para la Copa del América
Ayuntamiento y Puerto de Barcelona ultiman los últimos trabajos en las diferentes infraestructuras que utilizarán deportistas, turistas y vecinos de la ciudad
Ayuntamiento y Puerto de Barcelona ya tienen listas todas las instalaciones que acogerán a deportistas, visitantes vecinos y curiosos durante la celebración de la Copa del América. Ya se puede ver las embarcaciones navegar en los cinco kilómetros de litoral barcelonés y los operarios acaban las infraestructuras para que el 22 de agosto todo este listo para el acontecimiento deportivo. Unas infraestructuras que quedarán en la ciudad una vez concluya en octubre la disputa más famosa celebrada en el agua. EL PAÍS ha hecho un balance del estado de todas las infraestructuras.
El Puerto Olímpico. Es una herencia de los Juegos de 1992, que necesitaba una transformación y el ayuntamiento ha aprovechado la Copa del América para acelerar la reforma. Hasta su remodelación, el Puerto Olímpico, fue muy cuestionado debido a la presencia de discotecas en cuyos locales se había cometido actos delictivos e incluso homicidios. Ahora esos locales situados en el Muelle de Mestral los ocupan empresas vinculadas a la economía azul. La rampa de acceso al puerto por la calle Marina quedó inutilizada y hay un nuevo acceso justo al lado de la torre Mapfre. También se ha diseñado otra entrada directa, solo para peatones, en la playa Nova Icària. Barcelona Servicios Municipales (B:SM) es la empresa municipal que gestiona la instalación. Una portavoz de B:SM asegura que una vez abierto el muelle de Mestral se está finalizando la última fase de urbanización exterior del Muelle de Gregal donde los restaurantes del llamado Balcón Gastronómico están ultimando detalles para abrir en los próximos días. En el Muelle de Gregal se ha diseñado un paseo con plazas y miradores que, según la misma fuente, “facilitan el diálogo entre el mar y el interior del puerto”. Aquí también se ha ubicado una pérgola fotovoltaica que alimentará otros equipamientos. El Ayuntamiento pretende reabrir este muelle a la ciudadanía el 19 de agosto (la misma semana que se inaugura la Copa del América) y, de forma progresiva, se irán abriendo lo nueve restaurantes y tres tiendas gastronómicas previstas en la instalación. Esa misma semana se abrirá el paseo del Dique de Recer desde donde se podrá disfrutar de las regatas en un mirador de excepción.
El edificio histórico del Puerto. Situado al final de la Rambla y antes de la pasarela del Maremagnum este edificio fue primero una estación de pasajeros, luego la sede de Juntas de Obras, después fue la de la Autoridad Portuaria hasta 2010. El edificio estaba en pésimas condiciones y hace unas semanas se completó la primera fase de rehabilitación por lo que ya se puede contemplar la fachada totalmente restaurada. Ahora las obras se detendrán hasta que finalice la Copa del América momento en que se iniciará la segunda fase que se centrará en la reforma interior y la recuperación de la estructura original. Una finalización que esta prevista para 2025. Estas obras cuentan con un presupuesto de 15,6 millones y el Puerto pretende que en su interior se acabe instalando un centro de divulgación sobre la historia del Port.
Rambla del Rompeolas y el edificio Mirador. Estos dos nuevos proyectos suponen, veinte años después de la apertura de la bocana norte del recinto portuario, la creación de un balcón sobre el mar. Estos edificios completados de los primeros que estuvieron preparados a finales del pasado año. Aquí había proyectado un edificio que tenía que acoger bares y restaurantes y que, finalmente, no abrirá.
Muelle Drassanes. El pasado 25 de julio el Port de Barcelona abrió al público, definitivamente, el Muelle de Drassanes muy cerca de la Rambla. De esta forma, y un mes antes de la Copa del América se han abierto al público 4.300 metros cuadrados en 100 metros lineales de muelle conectando la plaza del Portal de la Pau con el Muelle Barcelona. El proyecto incluye un paseo central pavimentado con granito natural y mobiliario urbano que delimita las áreas peatonales y los viales. Además, se ha renovado el asfalto y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación y una isla climática para dar sombra a los visitantes. Durante la inauguración el alcalde Jaume Collboni subrayó la importancia de este nuevo espacio como parte de la estrategia de recuperación del litoral barcelonés, especialmente en un año marcado por la Copa del América.
Bus Náutico. Al final, la idea del vaporetto atravesando el puerto se ha guardado en un cajón. Aun así, desde el pasado tres de julio, el Puerto de Barcelona dispone de un servicio de Bus Náutico que lo prestan dos catamaranes 100% eléctricos. En pocos días, se ha convertido en una atracción más para vecinos y turistas. Conecta los muelles de Drassanes y Llevant en un trayecto de 10 minutos que cuesta 1,9 euros. El servicio opera 12 horas diarias en frecuencias de entre 15 y 30 minutos.
Rambla de Santa Mònica. El 20 de julio el Ayuntamiento dio por finalizada la primera fase de la reurbanización de la Rambla de Santa Mònica entre el monumento a Colón y Santa Madrona. Esta intervención ha transformado los 23.000 metros cuadrados del paseo más icónico de la ciudad justo en su punto más cercano al mar. Las obras del resto de paseo avanzan a buen ritmo y tlas autoridades municipales prometen que finalizarán a principios de 2027.
Antiguos tinglados. El puerto ha restaurado este año cuatro tinglados del Muelle Oriental. Unos edificios centenarios que estaban en estado de ruina y que coincidiendo con la Copa del América servirán como punto de encuentro de los equipos y la Comunidad Portuaria. Además, uno de esos tinglados alberga la nueva estación marítima del Bus Turístico. Cuando finalice la Copa del América el Port pretende atraer actividades culturales a este punto de la ciudad.
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