PSC y ERC blindan el acuerdo de investidura frente a la movilización en favor de Puigdemont
Socialistas y republicanos visualizan en un acto conjunto en Barcelona la firma del pacto para evidenciar que no se alterará pese a la probable detención del ‘expresident’
El PSC y Esquerra rubricaron este miércoles el acuerdo de investidura que alcanzaron la semana pasada y que permitirá al socialista Salvador Illa acceder a la presidencia de la Generalitat. El acto de la firma, sin focos de los medios de comunicación, se celebró al mediodía, delante de la Biblioteca de Catalunya, mientras el Parlament se preparaba para la sesión de investidura prevista para este jueves y que con toda posibilidad quedará suspendida si los mossos detienen a Carles Puigdemont. Con el acto, los dos partidos quieren blindar y aislar el acuerdo del impacto de la vuelta del expresident y visualizar que es irreversible.
Tras la decisión de las bases republicanas de validar el pacto con el PSC, Illa y Jéssica Albiach, líder de los comunes, el tercer partido en discordia, firmaron el pasado sábado en la biblioteca Sant Idelfons, en Cornellà de Llobregat, su acuerdo. Faltaba, por tanto, la rúbrica entre Marta Rovira, secretaria general de ERC, e Illa en el acuerdo, esta vez ya con los dos membretes. No fue el candidato a ese acto simbólico ―se supone porque está preparando el discurso de investidura― y sí Lluïsa Moret, vicepresidenta del PSC, que ha dirigido las negociaciones por parte del lado socialista, acompañadas las dos de sus respectivos equipos negociadores.
El momento de la firma no pareció gratuito. Fue poco después, coincidencia o no, de que Puigdemont sacudiera el Parlament con el vídeo en el que confirmó que iniciaba el viaje de vuelta a Cataluña para participar en la sesión de investidura. El anuncio lo hizo en junio y todo el mundo creyó que llegaría ya amnistiado. Eso no será así y con toda probabilidad será arrestado y posiblemente encarcelado. Miembros de ERC admitían hace días que les costaría votar la investidura de Illa si el expresident llegaba a ser detenido o ingresado en prisión. Pero los acontecimientos se han acelerado y se han roto los pocos puentes que quedaban entre los republicanos y Junts después de que Puigdemont acusara a sus exsocios de haber tomado una decisión que podía propiciar su detención.
Miembros de ERC, por tanto, han tranquilizado a sus socios asegurando que su posición es inalterable, aunque este jueves participarán en el acto convocado en Barcelona para dar la bienvenida a Puigdemont. Junts, la CUP y todas las entidades soberanistas anunciaron con rapidez que asistirían a la concentración y a ERC le costó bastante más. Tardó más de dos horas en confirmar su presencia. El president Pere Aragonès ya mostró este martes, en su discurso de despedida, su solidaridad con Puigdemont, al que deseó su regreso en libertad, pero recordó que la responsabilidad final es del Tribunal Supremo. El mismo argumento empleó ayer la diputada de ERC, Marta Vilalta, en alusión a que ese tribunal no alteraría la agenda de la cámara.
PSC y los comunes han asumido que la sesión se suspenderá y que se abrirá un periodo de tensa espera hasta que se despeje o aclare la situación de Puigdemont. Pero con un límite. Los tres partidos de izquierda ya hicieron este martes un primer acto conjunto para demostrar que actúan como bloque al registrar una solicitud para pedir una reunión “urgente” de la Diputación Permanente, que es el órgano que rige la institución en periodo fuera de sesiones, para convocar el Pleno de investidura. No hizo falta porque Josep Rull, presidente del Parlament, lo hizo acto seguido. El ente se reunió a primera hora de este miércoles y por 19 votos a favor y tres abstenciones (de PP y Vox) se aceptó celebrar la sesión este jueves a partir de las 10.00.
La portavoz socialista, Alícia Romero, fue la única que intervino en la sesión para expresar el deseo de los socialistas de que el pleno se celebre “en un solo día y lo antes posible”. “Tres meses después, hace falta poner marcha el Govern. Hace falta iniciar esta etapa”, dijo. Todos los grupos dan por hecho de que Rull suspenderá el Pleno. La hipótesis más probable es que dos grupos de este bloque de izquierdas, con mayoría en el órgano, pidan la convocatoria de la Diputación Permanente para fijar otra sesión para que se celebre a principios de la próxima semana.
Mientras, Junts per Catalunya no desvela como piensa satisfacer la voluntad de que Puigdemont esté presente en el pleno. El dispositivo policial para detenerle está listo, tan pronto como efectúe su reaparición en Cataluña, casi siete años después de haberse marchado a Bélgica. El expresidente publicó un vídeo este miércoles subrayando que la presencia de un diputado electo en el pleno tendría que ser “irrelevante”. Sin embargo, se presenta como un caso excepcional: “Las nuestras no son condiciones de normalidad democrática”, dice. En la filmación critica los obstáculos que están poniendo “algunos jueces del Supremo” a la aplicación de la ley de amnistía.
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