Marta Rovira llega a Cataluña tras seis años huida en Suiza: “Volvemos para acabar el trabajo que dejamos a medias”

Marta Rovira tenía un sueño: que el día que pudiera arreglar su situación judicial y volver a Cataluña, la bienvenida incluyera chocolate con melindros. La secretaria general de Esquerra Republicana ha visto cumplido este viernes su deseo, tras seis años y cuatro meses de huida de la justicia española en Suiza, en acto que ERC y Òmnium Cultural le han organizado en Cantallops (Girona). La plana mayor de los republicanos, incluido Oriol Junqueras, y representantes de Junts, la CUP y los comunes le esperaban en una plaza de la población, al lado de la frontera francesa, para recibirla tras un viaje en coche de dos días desde Ginebra junto con otros exencausados en la ya archivada investigación del Tsunami Democràtic. Una Rovira emocionada ha invitado a tomar el chocolate tras abogar por la unidad independentista, justamente en medio de las negociaciones con el PSC para la investidura de Salvador Illa: “Hemos venido aquí para acabar el trabajo que dejamos a medias”, ha advertido.

“Hace demasiados días que el independentismo no celebra nada. Lo tenemos que celebrar. Debe ser una dosis de energía positiva para volvernos a levantar”, ha añadido Rovira en un mensaje que hace mucho tiempo no se repetía con tanto ahínco en las intervenciones públicas de ERC y mucho menos tras el cisma del Govern que compartían Esquerra y Junts. “¿Qué día se nos olvidó que juntas somos más fuertes?”, se ha preguntado una Rovira cuyas primeras palabras han sido de agradecimiento para Suiza y el apoyo que ha dicho encontró allí desde que en marzo de 2018 se saltara las medidas cautelares impuestas por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para instalarse en Ginebra.

Rovira ha calificado de “victoria absoluta” su regreso y el de sus otros cuatro compañeros encausados por el caso Tsunami: el diputado Ruben Wagensberg; el periodista Jesús Rodríguez y los activistas independentistas Oleguer Serra y Josep Campmajó.“Nos escucharon y no se quedaron solo con esto: nos ayudaron. [La independencia de Cataluña] es una causa que va de democracia y derechos humanos. Y donde tiene cabida la democracia y los derechos humanos nos escuchan, generamos complicidades y ganamos”, ha asegurado la republicana, que ha ironizado sobre que se le acusara de terrorista. “¿Me ven cara de terrorista?”, le ha preguntado a las 300 personas, entre políticos, vecinos y amigos personales que se agolpaban en la pequeña plaza elegida para el acto. “Gracias”, ha respondido Rovira después de un largo “nooooo” de los asistentes.

Pese a esa vuelta a un tono más amable con el independentismo -también estaba el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Lluís Llach, y el de Òmnium Cultural, Xavier Antich-, Rovira ha evitado mezclar ese acercamiento con las actuales negociaciones para la investidura del futuro president de la Generalitat. Tanto el PSC como Junts insisten en pedir el apoyo de ERC para que sus respectivos candidatos sean investidos, sin embargo la posibilidad de que Carles Puigdemont pudiera repetir en el cargo es muy remota, pues implicaría la abstención del socialista Salvador Illa. La misma Rovira aceptó el pasado martes que las conversaciones con el PSC van por buen camino y por tanto su mano tendida al independentismo se enmarcaría en un carril diferente.

El viaje de Rovira se comenzó a cocinar el pasado lunes, una vez se conoció el archivo del caso -que investigaba a la plataforma que preparó las protestas contra la sentencia del procés- por un defecto de forma. Rovira ya había sido amnistiada a principios de julio por el delito de desobediencia derivado de los hechos del procés, pero el escollo para regresar a España era la acusación por terrorismo. El martes, en una entrevista en RAC-1, la secretaria general de los republicanos abrió la puerta a regresar antes del sábado, algo que también aceleró que el Tribunal Supremo también diera carpetazo al caso Tsunami para Wagensberg y el expresident Carles Puigdemont, ambos aforados.

Puigdemont ha celebrado el retorno de Rovira en un mensaje en X: “Con el retorno de los exiliados perseguidos por la gran farsa judicial que ha sido el caso Tsunami se acaba una injusticia”. También ha expresado su satisfacción el president en funciones, Pere Aragonès, que ha anunciado que la próxima semana recibirá a Rovira y los otros cuatro exencausados en el Palau de la Generalitat.

La última jornada del viaje comenzó pronto este viernes en Salses (Francia). Para el independentismo, es en esa población donde comienzan lo que denominan Països Catalans (el actual departamento francés de los Pirineos Orientales fue entregado a Francia por Felipe IV), y tanto ERC como Òmnium han querido jugar con ese simbolismo con una foto delante del monumento erigido en 2003. De ahí se han desplazado hasta Cantallops, donde todas las miradas estaban fijas en el reencuentro de Rovira con Junqueras. El que hasta hace poco fuera el tándem todopoderoso en ERC, se ha roto a causa de la diferencia de criterios sobre la necesidad o no de renovar la cúpula del partido tras los malos resultados del último ciclo electoral, pero ambos han querido ofrecer una deliberada imagen de concordia en un día muy especial para la formación.

El retorno de Rovira, esperan en las filas republicanas, ayudará a calmar las aguas dentro de un partido donde varias crisis se superponen desde la debacle electoral del 12-M y que ha de decidir la futura cúpula en un congreso en noviembre, así como si finalmente apoya la investidura de Salvador Illa. La secretaria general estará un rato con su familia, en su natal Vic (Barcelona) y después participará en la Ejecutiva del partido y el Consejo Nacional donde teóricamente se dirimirán las responsabilidades sobre la campaña en contra de los hermanos Maragall, haciendo mofa de la enfermedad de Alzheimer que sufre el expresident de la Generalitat. El sábado, además, participará en la Asamblea de Mujeres del partido, en Olesa de Montserrat (Barcelona).

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