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La Generalitat multa al agricultor Josep Pàmies con 1,2 millones de euros por promocionar un compuesto ilegal

Salud sanciona de nuevo al divulgador pseudocientífico y a su asociación, Dulce Revolución, con sendas penas económicas de 600.000 euros por difundir presuntos beneficios para la salud del MMS, una sustancia prohibida en España

El agricultor Josep Pàmies (en el centro, con sombrero), en una manifestación en Barcelona en 2022.
El agricultor Josep Pàmies (en el centro, con sombrero), en una manifestación en Barcelona en 2022.Europa Press News (Europa Press via Getty Images)
Jessica Mouzo

La Generalitat de Cataluña ha vuelto a multar al agricultor Josep Pàmies por promocionar y publicitar los presuntos beneficios para la salud del llamado MMS (Miracle Mineral Supplement), un compuesto ilegal en España al que este divulgador pseudocientífico atribuye propiedades terapéuticas contra el autismo y otras enfermedades. La Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria, dependiente del Departamento de Salud, ha sancionado a Pàmies y a Dulce Revolución, asociación de la que es fundador y vicepresidente, con dos multas de 600.000 euros por publicitar esta sustancia, tipificada desde 2010 por la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) como un “medicamento ilegal” por los potenciales riesgos que tiene para la salud. Estas nuevas penas económicas se suman a otras sanciones que acumula el agricultor y su entorno por hechos similares: en 2019, y con sentencia firme, Pàmies fue condenado por Salud a pagar 300.000 por organizar una conferencia sobre el uso terapéutico del MMS y Dulce Revolución fue multada con otros 90.000 euros por mostrar testimonios sobre los presuntos beneficios para la salud de este compuesto.

Las nuevas sanciones, avanzadas por Catalunya Ràdio, se enmarcan otra vez en la promoción del MMS o clorito de sodio, al que algunos gurús pseudocientíficos le han asignado beneficios terapéuticos para enfermedades tan dispares como el cáncer, el autismo, la malaria, el ébola o, más recientemente, la covid. La AEMPS ya advirtió de sus riesgos en 2010, cuando prohibió su uso y ordenó su retirada del mercado, pero en 2020, a propósito de su promoción en redes en plena pandemia, volvió a reiterar su potencial nocivo para la salud. “El consumo de soluciones de dióxido de cloro y de clorito de sodio (MMS) supone un grave riesgo para la salud y no se recomienda su consumo en ningún caso. No existe evidencia científica de ningún tipo de que sea eficaz para el tratamiento o prevención de la covid ni de ninguna otra patología”, alertó en un comunicado. Las soluciones de dióxido de cloro, tanto directamente como obtenidas a partir del clorito de sodio (MMS), son un oxidante fuerte y su consumo puede ser un riesgo para la salud, hasta requerir, incluso, hospitalización, advirtió la AEMPS: puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea o fallo renal, entre otros cuadros patológicos. Además, sus vapores pueden provocar irritación ocular o respiratoria, broncoespasmo o incluso edema pulmonar.

Según fuentes de Salud, los últimos expedientes sancionadores contra Pàmies y su asociación se remonta al pasado agosto, cuando el Colegio de Médicos de Lleida denunció la convocatoria de una conferencia titulada El autismo es recuperable con MMS y otros protocolos, organizada por Pàmies en las dependencias de Dulce Revolución. Las autoridades sanitarias ordenaron al agricultor que suspendiese el acto porque la promoción de esta sustancia era ilegal. Pàmies recurrió la orden y reclamó medidas cautelares para poder celebrar el acto, pero una jueza rechazó su petición. El divulgador pseudocientífico, sin embargo, mantuvo la convocatoria de la conferencia y celebró la charla, en la que, como preveía Salud, se hizo “una extensa difusión de la información y promoción” del clorito de sodio en el tratamiento del autismo, explican fuentes del Departamento.

La conferencia, de hecho, no solo se celebró, sino que, además, se colgó en la página web de Dulce Revolución y en las redes de Pàmies. La Generalitat ordenó el pasado otoño a los responsables de la asociación y al agricultor que retirasen el vídeo de sus redes “de manera inmediata” y no lo difundiesen en ningún otro lugar, pero el divulgador pseudocientífico comunicó que no iba a retirarlo. La entidad, por su parte, aseguró, una semana después de la directriz de Salud, que había retirado el vídeo de sus redes, pero a los pocos días, un inspector del Departamento comprobó que la página web de Dulce Revolución recogía más información sobre el clorito de sodio, como una guía práctica sobre el uso del MMS y el testimonio de diversas personas que, supuestamente, han experimentado mejoras de sus enfermedades tras emplear este compuesto ilegal. Salud ordenó retirar también este contenido, pero la entidad, se negó, según reportan fuentes de Salud.

“Riesgo inminente para la salud”

Por todo ello, la Generalitat ha considerado que tanto la asociación como Pàmies han hecho publicidad y promoción del MMS, un compuesto ilegal cuya difusión está prohibida. La publicación de esta información, tanto en la web como a través de conferencias, es, a ojos de Salud, “un riesgo inminente y extraordinario para la salud” si, después de que alguien acceda a este contenido, toma la decisión de consumir este producto. Debido a los antecedentes de la entidad y del propio agricultor, el Departamento ve una reincidencia en los actos, lo que “muestra una clara intencionalidad en seguir cometiendo esta infracción”. Por eso se impone una multa de 600.001 euros a la organización y otra a Pàmies por el mismo importe.

El agricultor, por su parte, ha asegurado que no pagará la multa. “Esto hace seis años que dura y nos mantenemos en la misma posición: no pagaremos las multas y seguiremos informando sobre esta bendita sustancia. Las multas están recurridas en el Constitucional por atentar contra la libertad de expresión”. Pàmies también denunció al consejero de Salud, Manel Bacells, por una vulneración del derecho al honor, después de que el titular de Salud tildara al agricultor de “estafador” y “farsante” en una comparecencia en la que explicaba por qué iba a prohibir la conferencia sobre el MMS el pasado otoño. Sin embargo, un juzgado desestimó la demanda.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.
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