Hosteleros de Sant Antoni de Calonge: “Piedras, arena y olas han llegado al restaurante. El temporal nos ha hecho perder el 30% de las reservas”

Es Lunes de Pascua y el municipio de Calonge i Sant Antoni (Girona) amanece irreconocible. El segundo temporal de la Semana Santa ha destrozado el paseo marítimo de la localidad, arrancado seis palmeras―que estaban aseguradas―, y ha engullido la arena de toda la zona de Torre Valentina. Los últimos coletazos de la borrasca Nelson han dejado en el litoral catalán olas de hasta cinco metros de altura, lluvias y fuertes vientos que ha hecho desaparecer playas. El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), ha pedido una “reunión urgente” con el Ministerio para la Transición Ecológica, el Área Metropolitana de Barcelona y los municipios afectados. “O nos ponemos todos las pilas de manera coordinada e inmediata o este año nos quedamos sin temporada de playa”, ha añadido García Albiol en las redes sociales. El delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, ha anunciado este lunes que están “elaborando un análisis completo” de los daños para paliar los desperfectos, y ha convocado una reunión con los subdelegados y responsables de costas.

Con el del pasado fin de semana, Calonge i Sant Antoni cierra el tercer temporal que sufre en el mes de marzo. “Los peores han sido el de anoche [por el domingo] y el de la semana pasada. La playa Es Monestrí ha sido de las más golpeadas―el mar se ha tragado la arena y la tierra que servían de protección―, y la estructura del paseo marítimo ha quedado muy dañada”, ha explicado el alcalde del municipio, Jordi Soler (PDeCAT). La localidad turística se ha visto obligada a cortar el paso a peatones y el tráfico de vehículos en el paseo marítimo de la ciudad. La subdirectora de Protecció Civil de la Generalitat, Imma Solé, ha pedido “ser cautos” antes los desperfectos causados por el oleaje, que se han repetido en otros municipios como Sitges, Gavà, Blanes o Lloret de Mar.

Las consecuencias del temporal también han afectado a los turistas que apuraban las últimas horas de las fiestas de pascua y, especialmente, a los hosteleros de zonas como Sant Antoni de Calonge, que “no han podido prestar sus servicios adecuadamente”, ha subrayado el alcalde. Es el caso del Refugi de Pescadors, que fía buena parte de la temporada a la festividad de Semana Santa. “Piedras, arena e incluso las olas han inundado nuestra terraza, llegando incluso a alcanzar el interior del restaurante. Estos días son claves para el negocio y el mal clima nos ha impedido cumplir con todas las reservas que teníamos. Aunque hayamos recolocado algunas mesas en el interior, calculamos unas pérdidas del 30%”, lamenta Laura Compte, encargada del restaurante. Su intención, una vez terminen las fiestas, es reclamar soluciones al Ayuntamiento y advierten de que si la situación climática aumenta la frecuencia de estos temporales, el consistorio “tendrá que tomar medidas de carácter permanente”.

El alcalde afirma que “jamás” ha visto un temporal de esta magnitud en Calonge i Sant Antoni, “nunca habían desaparecido playas de 30 metros de ancho”, puntualiza. El carácter extraordinario de este fenómeno es el motivo principal de la falta de preparación de las instalaciones cercanas al litoral, según el Ayuntamiento. Aun así, Soler insiste en que la solución requiere poner en marcha el plan para construir nuevos espigones que acaban de aprobar junto al Ministerio de Transición Ecológica. El proyecto consiste en reforzar la estructura de espigones del final de la playa de Sant Antoni para cortar las corrientes marinas que arrastran la arena cuando hay temporales. “Así evitaremos que la arena llegue al puerto de Palamós―que actúa como una centrifugadora―donde perdemos enormes cantidades de arena”, expone el alcalde. Los nuevos diques (perpendiculares a las playas) permitirán que la playa tenga una situación estable, garantizando una anchura de 50 metros de arena. Además, el plan prevé luna aportación de 50.000 metros cúbicos de arena.

El ayuntamiento de Calonge i Sant Antoni lleva más de dos años trabajando junto a Transición Ecológica para impulsar este plan, que ya ha sido aprobado y ha pasado el control de impacto medioambiental. “Solo falta licitar el proyecto y adjudicarlo a una empresa, todo competencia del Ministerio. Nosotros no podemos hacer nada más que esperar, me han asegurado que está dentro de los presupuestos de 2024″, aclara Soler.

El temporal no ha tenido afectaciones únicamente en la costa, donde cada vez con más frecuencia la arena desaparece engullida por el mar. En Lleida, el crecimiento del río Cinca debido a las fuertes lluvias ha reventado el muro de contención que lo separaba de los cultivos, inundándolos. Protección Civil recuerda que fenómenos meteorológicos adversos como el vivido esta Semana Santa “pueden ser más graves” a causa del cambio climático. Por eso, ve necesario estudiarlo de manera “transversal” y valorar cómo es la costa y la situación meteorológica, para contemplar las actuaciones a llevar a cabo.

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