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Junts y los comunes aprietan a ERC para negociar las cuentas de la Generalitat a 48 horas de la votación

“Los Presupuestos de Cataluña se deciden en Cataluña”, responde el ministro de Cultura, Ernest Urstasun, al ‘president’ Pere Aragonès

Jéssica Albiach
La presidenta del grupo de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, atiende la intervención del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante un pleno.Quique García (EFE)

El miércoles termina la cuenta atrás para aprobar los Presupuestos de la Generalitat y aunque la dirección de Esquerra Republicana insiste en que ve margen para lograr la luz verde en el Parlament, los dos partidos que tienen la llave para que siga la tramitación ponen en duda ese optimismo. Junts per Catalunya ha registrado este lunes una enmienda a la totalidad del proyecto de cuentas pactado con el PSC y ha sentenciado que “el Govern prefiere que no haya presupuestos antes que pactarlos con Junts”. La alternativa a los exsocios del Govern son los comunes, pero la relación con ERC tampoco es fluida. En Comú Podem exige como contrapartida al Govern que desactive el plan director del megacomplejo Hard Rock de la Costa Daurada para retirar su enmienda a la totalidad. La vicepresidenta del Govern Laura Vilagrà ha manifestado que en los últimos días los contactos se están “intensificando” y ve margen para el acuerdo. “Tenemos que encontrar el desatascador y evidentemente lo vamos a encontrar”, ha dicho.

Esquerra logró hace dos semanas cerrar un pacto con el PSC, lo que le asegura 66 votos a favor de los presupuestos en el Parlament. Seis grupos han presentado enmiendas a la totalidad -se votan en bloque- y si prosperan el proyecto decaerá, algo que no sucede desde 2016. La mayoría que hace desequilibrar la balanza está fijada en 68 y el calendario marca en rojo el miércoles como fecha tope. Los comunes insisten en que no contemplan la abstención. “Sigue sin ser una opción. Ya hemos dicho más de una vez que queremos aprobar los presupuestos y que no estaremos en una abstención”, ha afirmado Joan Mena, portavoz de Catalunya en Comú. Mena ha recalcado que no hay que darle “tantas vueltas” y de lo que se trata es de que ERC tome una decisión política y tumbe el proyecto del megacasino.

Los comunes presentaron la semana pasada una enmienda a la totalidad y, este lunes, Junts ha optado por hacer lo mismo alegando “falta de diálogo” por parte de Pere Aragonès. En una rueda de prensa conjunta, la portavoz en el Parlament, Mònica Sales, y el vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius, han explicado que se trata de una “enmienda preventiva” porque el Govern busca “no una negociación, sino una adhesión”.

Pese a plantear reclamaciones distintas, los comunes se centran en exigir el repudio de Hard Rock mientras que Junts señala como prioridad eliminar el impuesto de sucesiones, ambos partidos comparten una estrategia parecida: “La enmienda a la totalidad se puede retirar en cualquier momento”, sostienen, a modo de argumento para defender que la voluntad negociadora persiste. Los comunes insisten en que están abiertos a negociar y no se levantarán de la mesa hasta el último minuto pero rechazan de plano el modelo que implica el Hard Rock. El líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, ha trasladado este mismo lunes al Govern su predisposición para volver a reunirse. Aprobar los presupuestos de la Generalitat tal y como están, ha dicho Sales, solo serviría para “perpetuar el desgobierno y la mala gestión de ERC”.

Según Mònica Sales, la bonificación del 99% del impuesto de sucesiones representaría una reducción de las cuentas de 358 millones y no 1.200 millones, como aseguran desde la Generalitat: “Les pedimos rigor”, ha dicho. Además de considerar que el proyecto de Presupuestos no avanza en cuestiones como la desburocratización, Josep Rius ha acusado al Govern de priorizar el acuerdo con el PSC y con los comunes “para repetir el acuerdo tripartito del año pasado y para volverse a hacer una foto con Salvador Illa”.

Sales ha lamentado que el Ejecutivo catalán contacte con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para que interceda y posibilite que los comunes acaben aprobando las cuentas. En este sentido, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha asegurado que “los presupuestos de Cataluña se deciden en Cataluña. Compartimos el criterio de los comunes. El Hard Rock es un proyecto que ni desde el plano urbanístico, medioambiental ni laboral tiene sentido. Tenemos que hacer políticas contra fenómenos preocupantes como la ludopatía. Compartimos plenamente el criterio de los comunes, pero la negociación de los presupuestos en Cataluña se decide en Cataluña”, informa Paula Chouza. En una entrevista a este diario, el pasado domingo, Aragonès había apelado indirectamente a la cúpula de Sumar y los Podemos en el Gobierno: “No voy a hablar de personas concretas, pero creo que son, somos, conscientes de la importancia de la votación de la próxima semana en Cataluña sobre los presupuestos de la Generalitat”, dijo.

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Los comunes refrendaron este domingo su posición en un acto político en el que la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, el ministro Ernest Urtasun, la líder del grupo parlamentario Jéssica Albiach y Jaume Asens, candidato a las europeas, defendieron en bloque su rechazo al complejo Hard Rock, que prevé uno de las mayores casinos de Europa e incluir 1.200 máquinas tragaperras. “Tienen dos días para decidir si quieren un proyecto basado en la especulación, en la precariedad y que trincha el territorio o si apuestan por otro modelo de una industria verde y que deje atrás esa especulación”, ha afirmado Joan Mena. Este lunes, miembros del Govern mantenían una reunión con diputados de los comunes, pero Mena ha advertido de que la posición del grupo es la misma y ha dudado que pueda desbloquearse tras una eventual reunión entre el president Aragonès y Albiach. “Es una decisión política y no técnica”, ha afirmado, “que ERC deje de marear la perdiz. Queremos un compromiso de que no tirará adelante el plan director”.

Los socialistas, mientras, asisten con cierta perplejidad a la posición de los comunes porque recuerdan que hace un año aprobaron las cuentas cuando el proyecto también estaba encima de la mesa. “El Hard Rock es una excusa. No hay ninguna partida. Es un proyecto del pasado. Si en 2023 no tuvieron ningún problema para votar a favor”, ha afirmado Lluïsa Moret, secretaria de organización del PSC y presidenta de la Diputación de Barcelona. “Son unos buenos presupuestos para el país y nosotros hemos hecho lo que tenemos que hacer”.

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