La justicia pone en busca y captura a Dani Gallardo para que cumpla condena por los disturbios del ‘procés’

La Audiencia de Madrid ha acordado la puesta en busca y captura de Dani Gallardo para cumplir condena por los disturbios durante una protesta contra la sentencia del procés en Madrid, en octubre de 2019. El pasado 26 de febrero, el tribunal dio un plazo de tres días a Gallardo para que ingresara voluntariamente en prisión. El joven, de 26 años, ha dejado pasar este plazo, por lo que el tribunal ha ordenado a la policía su localización para ser trasladado a un centro penitenciario.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha explicado en un comunicado que la decisión del tribunal se produce después de que Gallardo haya sido requerido hasta en tres ocasiones, sin éxito, para que ingrese en prisión de forma voluntaria. Gallardo “no ha comparecido en ninguna de las tres ocasiones” y “tampoco se le ha localizado en el domicilio consignado”. Al quedar en libertad después del juicio, el activista se trasladó a vivir a Montblanc (Tarragona), pero ahora se encuentra en paradero desconocido. Su entorno asegura que “no pondrá fácil” su localización.

Gallardo es el primer condenado por las protestas del procés que deberá ingresar en prisión para cumplir condena, según fuentes que conocen el estado de las causas judiciales relacionadas con aquellos disturbios. En octubre de 2019, el Tribunal Supremo condenó a los líderes políticos y sociales del referéndum del 1-O, lo que provocó una oleada de protestas, algunas violentas. La mayoría tuvieron Cataluña como escenario, pero también las hubo en otras ciudades españolas como Madrid. A una de esas movilizaciones, celebrada el 16 de octubre, se sumó Gallardo.

El joven, relacionado con círculos anarquistas y antifascistas, fue detenido por provocar desperfectos y agredir a antidisturbios. Tras pasar más de un año en prisión provisional, la Audiencia de Madrid lo juzgó y condenó a una pena de cuatro años y medio de cárcel por desórdenes públicos y atentado a la autoridad. Más tarde, el Tribunal Supremo rebajó ligeramente la pena a cuatro años. La sentencia adquirió firmeza, y los intentos de la defensa por suspender la ejecución de la pena fueron en balde. En un último intento, los abogados alegaron que Gallardo sería uno de los beneficiarios de la ley de amnistía que prepara el Gobierno.

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