La Generalitat anuncia la apertura de ‘embajadas’ en el sudeste asiático y en la India
ERC y Junts intercambian reproches por la participación de Rusia en el ‘procés’ en la comisión de Acció Exterior sobre los Presupuestos
La Generalitat espera abrir durante este año dos nuevas delegaciones en el exterior, una en el sudeste asiático y otra en el subcontinente indio, ha explicado este lunes la consejera Meritxell Serret. La titular de Acció Exterior del Ejecutivo catalán ha hecho el anuncio durante la presentación de los Presupuestos de su departamento en comisión parlamentaria. La republicana ha defendido esta ampliación de la red de las llamadas “embajadas catalanas”, que ya cuenta con 21 oficinas en igual número de países, porque se trata de “ámbitos estratégicos para Cataluña y sus relaciones económicas y culturales”. El debate sobre la cuentas también ha desatado una cascada de reproches entre representantes de ERC y de Junts, a cuenta de la participación de Rusia en el procés.
Serret no ha querido especificar en qué parte del subcontinente indio se instalará la oficina. Más del 4% de la población inmigrante que vive en Cataluña es de origen paquistaní (57.034 personas, según la última cifra del Idescat) y representan el séptimo colectivo en presencia total. La consejera ha sacado pecho de la estrategia de aterrizaje en la acción exterior en Asia, con la puesta en marcha de la delegación en Corea del Sur y la creación de la de Japón, que se inaugurará en este 2024.
El Govern da así el pistoletazo de salida a dos delegaciones que primero debe crear y después hacer todo el proceso de concurso de méritos para elegir a sus responsables y los equipos técnicos. La legislatura expira en menos de un año y por tanto el trámite tendría que ser rápido. La consejera ha expresado su satisfacción de la recuperación de la acción exterior de la Generalitat después de que, en la intervención del autogobierno derivada del artículo 155 de la Constitución en 2017, el Gobierno central cerrara todas las “embajadas” por considerar que se dedicaban a hacer apología del independentismo.
“Seis años después podemos afirmar que no sólo no permitimos que se desmontara por completo la estructura de la acción exterior, sino que nos hemos recuperado y somos más fuertes que nunca”, ha recalcado Serret, recordando que esa red implica la presencia de casi un centenar de trabajadores de la Generalitat alrededor del mundo. La inversión en las delegaciones, ha recordado, ha pasado de los 10 millones destinados en las cuentas de 2020 a la previsión de 19,4 millones que recoge el proyecto de cuentas.
Desde las filas del PSC, el diputado David Pérez ha asegurado que el modelo de su formación pasaría más por consolidar las delegaciones que la apertura de nuevas, pero ha considerado que esa decisión se ve amortiguada por el hecho de que sea la cooperación el apartado que más crece en los Presupuestos. Llega a los 47,8 millones, la cifra más alta en 15 años. En las primeras negociaciones para las cuentas del año pasado, los socialistas llegaron a poner sobre el tapete la condición de que no se abrieran más “embajadas”, pero esa línea roja finalmente cayó. Fuentes del partido aceptan que ese tema no se abordó en el actual acuerdo de las cuentas.
Por otra parte, los exsocios de Govern han chocado a cuenta de la participación de Rusia en el procés. Serret, en respuesta a críticas del diputado de Junts Josep Rius, ha asegurado que su departamento ha tenido “trabajo” intentando convencer “a nuestros aliados y países internacionales que no somos un país antiinmigración o que Cataluña no tiene ningún interés con el Kremlin”. La consejera se refería así a la polémica levantada por el pacto sobre las competencias de inmigración en la investidura y los supuestos lazos entre el expresident Carles Puigdemont y su entorno con emisarios rusos para supuestamente ayudar en la lucha independentista.
Desde la dirección de Junts ha terciado en la discusión Aleix Sarri. El que fuera asesor en política internacional del exjefe del Govern Quim Torra ha respondido a Serret diciendo que fue un movimiento de los republicanos el que “encendió las alarmas al más alto nivel” por el acercamiento al Gobierno ruso. “No tendrían tanto trabajo en ERC si ni le hubiera dado tantas alas durante años a Tatjiana Zdanoka, la agente rusa que ha trabajado durante años como eurodiputada. Invitarla como observadora del 1-O fue un gran error”, escribió en la red X.
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