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20 días sin la presencia del Govern en el derrumbe de la calle Canigó: “¿Qué pasa, que Badalona no es Cataluña?”

Los vecinos de la calle Canigó lamentan que el ejecutivo catalán no les haya visitado pese a la gravedad de la situación

Bomberos junto al número 5 de la calle Canigó
Bomberos junto al número 5 de la calle Canigómassimiliano minocri
Alfonso L. Congostrina

Todo comenzó el martes seis de febrero. La desgracia se cebó con el número 9 de la calle Canigó de Badalona. Poco antes de las 10.30 h, un desprendimiento -aparentemente por el desgaste de una estructura- se llevó por delante los comedores y habitaciones de los pisos de las terceras puertas (ático 3, 3º 3ª, 2º 3ª, 1º 3ª y bajo 3ª) y parte de las cuartas puertas. El suceso sepultó mortalmente a tres vecinos cuyos restos fueron localizados por los Bomberos al día siguiente. El alcalde del municipio, Xavier García Albiol (PP), se hizo cargo de la situación y agradeció públicamente el interés telefónico que le había mostrado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y sus consejeros. Ese día, la administración catalana envió al lugar de los hechos al delegado territorial del Govern en Barcelona, Joan Borràs, un político poco conocido. Borràs fue la primer y última autoridad del Govern que acudió al lugar de los hechos. Hoy lunes, 20 días después de la tragedia, visitará la zona Ester Capella, la titular del departamento de Territorio. Capella será el primer miembro del Ejecutivo catalán en acudir a la calle Canigó. Los vecinos llevan días quejándose por la ausencia de respuestas por parte del ejecutivo autonómico. Alguno de ellos ya protesta en voz alta: “¿Qué pasa, que Badalona no es Cataluña?”.

Los vecinos de los 20 pisos del número 9 no han podido regresar a sus domicilios. El siete de febrero, cuando los Bomberos rescataron los cadáveres, Aragonés publicó un mensaje en la red social X: “Consternado por la muerte de tres personas en el trágico accidente de Badalona. Mi pésame y un fuerte abrazo a sus familias y amigos, y todo el apoyo a los afectados”. Al lugar de los hechos volvió Borràs como máximo representante de la Generalitat.

Juan Recay fue uno de los vecinos desalojados. El pasado viernes habían pasado 17 días desde el derrumbe mortal: “Nos sentimos totalmente abandonados y confusos. No sabemos nada de lo que nos va a pasar. Además, mira como al incendio de Valencia han ido todas las autoridades a preocuparse. A Badalona no ha venido ni nuestro gobierno”.

La maldición de la calle Canigó no acabó aquí. Una semana después de que localizaran los cadáveres, el pasado 14 de febrero, los 20 pisos del número 7 de la calle Canigó fueron desalojados indefinidamente. El 20 de febrero les tocó a los del número 11 y un día después, el 21, desalojaron un cuarto edificio, el número 5 (el primero que no tocaba pared con pared con el edificio afectado). En total 76 familias sin vivienda y todavía hay inspecciones para averiguar si puede afectar a más fincas de las 22 (420 pisos) construidas en la misma promoción.

David Enri es el propietario del 4º 4ª del número 7 de la calle Canigó. Este viernes llevaba nueve días sin entrar en su piso. “Estamos nerviosos y desesperados por la falta de noticias y encima tenemos que aguantar que se haga política con nuestra desgracia”, lamenta. Enri lo resume rápidamente: “En Badalona el Ayuntamiento es del PP y la Generalitat de ERC. Se pasan la pelota porque no se pueden ni ver, pero aquí todos somos ciudadanos catalanes y en Badalona ha pasado algo gravísimo. Necesitamos que los políticos estén a la altura”.

El lunes 19 de febrero (cuando solo había dos edificios desalojados) Albiol se reunió con los vecinos de las 22 fincas (420 pisos) de las calle Canigó, Llefià y Ausiàs Marc en el patio del Instituto Badalona VII. Al acabar la reunión, Alejandro Gares se acercó al alcalde. Gares lleva tres años viviendo de alquiler en el bajo 2 del número 11 de la calle Canigó. “Le dije a Albiol que en mi casa había salido una grieta en el techo. Al día siguiente nos desalojaron”, recuerda. Gares vive junto con su pareja, Ángel Legaz, dos perras (Asuna y Guanda) y un gato (Groot). “El próximo junio nos casamos así que cuando nos dijeron que podíamos sacar nuestras pertenencias lo primero que hicimos fue sacar los trajes de boda y tres camisetas”, confiesa Gares. La pareja y las mascotas llevan varios días durmiendo en casa de una amiga. La próxima semana se mudarán a casa de una familiar en Palau de Plegamans (Barcelona). “No sabemos nada. Hemos gastado parte de nuestras vacaciones porque así no se puede ir a trabajar. Nosotros pagábamos 650 euros de alquiler y queremos volver a nuestro piso porque no hay viviendas a este precio. Queremos que los políticos se pongan las pilas y lo arreglen todo pronto”, confiesa.

El pasado miércoles (15 días más tarde del derrumbe) se desalojó el número 5. Diego Martínez ayudaba a sacar maletas a su hija que vive en el 3º 4ª. Martínez no aguantó más y al ver a la prensa explotó: “Aquí no ha venido nadie de la Generalitat a dar la cara ¿Qué pasa?”. Sole Fernández tiene 67 años y desde 1980 vive en el 1º 2ª del número 5 de Canigó: “Tengo la esperanza de que las inspecciones detecten el problema y podamos volver pronto a casa”.. Fernández tiene su propia teoría de por qué no han venido los representantes de la Generalitat a su calle: “No quieren saber nada de nosotros porque no quieren soltar un duro”.

Los Bomberos de la Generalitat han detectado una gran grieta en uno de los edificios adyacentes al que se derrumbó la semana pasada en Badalona (Barcelona). EFE/Alejandro Garcia
Los Bomberos de la Generalitat han detectado una gran grieta en uno de los edificios adyacentes al que se derrumbó la semana pasada en Badalona (Barcelona). EFE/Alejandro Garcia Alejandro Garcia (EFE)

Sole Fernández tiene 67 años y desde 1980 vive en el 1º 2ª del número 5 de Canigó: “Tengo la esperanza de que las inspecciones detecten el problema y podamos volver pronto a casa”.. Fernández tiene su propia teoría de por qué no han venido los representantes de la Generalitat a su calle: “No quieren saber nada de nosotros porque no quieren soltar un duro”.

El siete de febrero Albiol convocó una concentración y cinco minutos de silencio por las víctimas del desplome. Junto al alcalde estuvieron como máximas autoridades la subdelegada del gobierno en Barcelona, Josefa Beltrán y -de nuevo- el delegado del Govern en Barcelona, Joan Borràs. Este lunes (21 días después de la tragedia) la consejera de Territori, Ester Capella y el vicepresidente de la AMB, Antoni Balmón, se reunirán con Albiol en el casal del Raval de Badalona (a pocos metros de la calle Canigó) para, tal y como destaca la convocatoria: “Analizar las consecuencias y las actuaciones a llevar a cabo derivadas del derribo del edificio de la calle Canigó”.

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