La jueza concluye que ni Eric Abidal ni el Barça pagaron por el trasplante de hígado del jugador y archiva el caso
Seis años después de cerrar la causa por primera vez, la magistrada sostiene que no hay indicios de delito más allá de “conjeturas y sospechas”
La jueza de Barcelona que mantenía abierta una investigación por presuntas irregularidades en el trasplante de un hígado al exjugador del Barça Eric Abidal ha archivado el caso. Seis años después de dar carpetazo por primera vez el asunto —que tuvo que reabrir entonces por orden de la Audiencia de Barcelona— y después de practicar multitud de diligencias, la magistrada concluye que no hay “indicios suficientes”, sino meras “sospechas y conjeturas” como para atribuir un delito a ninguna de las personas que participaron en el proceso. El auto judicial al que ha accedido EL PAÍS sostiene que no se ha podido acreditar que ni el club azulgrana ni el propio Abidal pagaran por el trasplante al primo francés del exfutbolista que cedió el órgano.
La causa nació por una conversación telefónica interceptada por la Guardia Civil entre el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell y un interlocutor, Juan José Castillo, que menciona la compra “ilegal” de un hígado para Abidal. “Vamos a ver una cosa, Sandro, es que va contra nosotros, a este tío le compramos un hígado ilegal, que era del primo”, a lo que Rosell contestó: “Es que nosotros le salvamos la vida”. Los investigadores vieron indicios de delito y la titular del jugado de instrucción 28 de Barcelona, Olalla Ortega, abrió diligencias, que cerró en 2018 por falta de indicios. La Fiscalía se opuso a ese archivo y la Audiencia de Barcelona le dio la razón y obligó a indagar más, que es lo que se ha hecho, con retrasos y dificultades, a lo largo de estos casi seis años.
Las declaraciones de los involucrados en este proceso han sido claves para el archivo. Gerard Armand, el primo francés del exfutbolista, aseguró que accedió a cederle el hígado a petición de la esposa y la madre del exdirector deportivo del Barça y que para ello fue sometido a numerosas pruebas en el Hospital Clínic de Barcelona, donde se llevó a cabo la intervención. En ningún momento, insistió, recibió ningún tipo de “pago o compensación económica” por el trasplante. En la misma línea se expresó Abidal, quien aseguró que ni pagó ni tiene conocimiento de que el club lo hiciera. Los dos coincidieron en que la causa judicial abierta a raíz del trasplante de hígado les ha distanciado y ahora no se hablan.
Castillo, por su parte —la persona que había mencionado la compra del hígado en su conversación con Rosell— afirmó que lo dijo porque en ese momento estaba “muy enfadado” con Abidal por unas críticas que éste había vertido contra la directiva del club azulgrana. “De forma exagerada utilicé expresiones que no eran verdad literal”, dijo, y añadió que cuando afirmó que habían salvado la vida a Abidal aludía solo a las facilidades que el FC Barcelona le había dado cuando se conoció su dolencia: Rosell le prorrogó el contrato dos años más. El expresidente del Barça corroboró esa versión: dijo que Castillo no decía la verdad, que es “muy exagerado” hablando y que en cualquier caso el club no pagó nada.
Durante la investigación se llegó a poner en duda que Armand fuese el donante e incluso su relación de parentesco. Los informes clínicos, la documentación aportada y el examen al primo (que presenta una cicatriz abdominal) han corroborado que el trasplante se hizo y de forma correcta. Una hipótesis que ha corroborado la jueza que tramitó el expediente, quien llegó a hacer una entrevista exhaustiva con Abidal y el primo para conocer su relación y los motivos de la donación. Las pruebas de ADN, en cambio, fueron inconcluyentes, puesto que por la “distancia genética” entre ambos ningún estudio ha sido capaz de determinar su parentesco.
El primo no aumentó su patrimonio
La jueza llegó a remitir una comisión rogatoria a Francis para conocer el patrimonio de Gerard Armand, y si éste había aumentado a raíz del trasplante. La conclusión de la jueza es que no. Según la documentación, consta que percibía, entre 2011 y 2019, un salario anual de unos 25.000 euros. No consta, además, que a título personal sea propietario de bienes inmuebles ni beneficiario de una póliza de seguro. El FC Barcelona también envió abundante documentación al juzgado, incluida la de los pagos a Abidal y a la sociedad Score Agencias entre 2011 y 2013. “Ninguno de estos pagos permite acreditar y dotar de realidad fehaciente los hechos denunciados”, insiste la resolución.
La Organización Nacional de Trasplantes, que ha sido muy combativa en el proceso, pidió más diligencias pero finalmente la Fiscalía llegó a oponerse a ellas porque no conducían a ninguna parte. El abogado de Abidal, el penalista Carles Monguilod, se ha felicitado por el hecho de que el archivo está “muy bien fundamentado” y confía en que el capítulo se cierre definitivamente para Abidal, que ha sufrido el perjuicio de un proceso muy prolongado en el tiempo. “No hay ningún indicio de que no fueran parientes, de que se hubiera pagado o de que se vulneró ningún tipo de protocolo”, subraya Monguilod.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.