Ángela Dobrowolski va a juicio por romperle un bote de mermelada en la frente a Mainat un año antes de intentar matarlo

Ángela Dobrowolski se sentará de nuevo en el banquillo de los acusados por un episodio de malos tratos contra su exmarido, el productor Josep Maria Mainat, ocurrido un año antes de que supuestamente intentase matarlo, causándole un coma hipoglucémico. La Fiscalía pide nueve meses de prisión por romperle un bote de mermelada en la frente, en la Semana Santa del año 2019. Está previsto que este jueves se celebre el juicio en la Ciutat de la Justicia, que puede llevarse a cabo aunque ella no comparezca. La mujer se enfrenta también a 16 años de prisión por la tentativa de homicidio de su expareja, que está previsto que se celebre en julio.

En una fecha no concreta, entre el 14 y el 21 de abril de 2019, Dobrowolski discutió con quien entonces era todavía su marido, Josep Maria Mainat, en la casa en la que convivían en Barcelona. “Cuando ambos se hallaban en el salón del docimilio familiar”, guiada “con el propósito de menoscabar la integridad física” de Mainat, la mujer “lanzó una caja de madera que contenía medicamentos y el taburete del piano”, sostiene la Fiscalía. Después, golpeó a Mainat “en repetidas ocasiones”, mientras él se dirigía a la cocina. Y una vez allí, Dobrowolski “cogió un bote de cristal de mermelada que había sobre la encima y golpeó con él” a Mainat, causándole una “herida incisa” en la frente, sin que necesitase asistencia médica.

El ministerio público considera que es un delito de lesiones en el ámbito familiar, y además de los 9 meses de prisión, solicita dos años y seis meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. También pide una orden de alejamiento de 1.000 metros del domicilio o el lugar de trabajo de Mainat durante dos años superior a la pena de prisión que se le imponga.

En el juicio está previsto que se visionen, entre otras pruebas, las imágenes de las cámaras de videovigilancia que el matrimonio tenía en el domicilio, colocadas supuestamente ante la insistencia de Dobrowolski de contar con ese tipo de sistemas. Dobrowolski no está personada en la causa con abogado, según fuentes judiciales. En el caso de que no se presente, el juicio se puede celebrar en su ausencia, según explica el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Mainat ha renunciado a acusar a su expareja en esta, y en el resto de causas abiertas contra ella, y acusará únicamente en el juicio por la tentativa de homicidio, según fuentes judiciales.

Dobrowolski acumula causas judiciales en su contra desde que fuese detenida el verano de 2020 acusada de intentar matar a Mainat, causándole supuestamente una hipoglucemia, a sabiendas de que su exmarido, con el que tiene hijos en común, es diabético. Desde entonces, la mujer ha roto en diversas ocasiones las medidas de alejamiento impuestas por el juez, y también ha protagonizado otros episodios que la han llevado de manera recurrente a ser detenida por los Mossos y policías locales. También ha permanecido medio año en prisión preventiva por quebrantar órdenes de alejamiento y otros 20 días más acusada de robos con fuerza a domicilio.

Una de las causas más exóticas en las que se ha visto envuelta Dobrowolski fue la colocación de un explosivo en un domicilio del barrio de Sants, en marzo del año pasado, donde vivía una mujer con la que mantenía una enemistad. La mujer fabricó supuestamente con una botella de 5 litros, papel de plata, salfumán y alcohol un artefacto casero que estalló en el rellano de la vivienda y causó desperfectos, además del susto y la estupefacción de los vecinos. La mujer fue identificada a través de las imágenes.

Dobrowolski se encuentra en la actualidad en libertad, con diversos juicios pendientes y la amenaza de ingresar nuevamente en prisión. En ese tiempo ha acumulado también dos sentencias en su contra: una condena de dos años y medio de cárcel por cobrar 4.100 euros a través de cheques de Mainat falsificando su firma, y otra de 17 meses de cárcel por entrar en tres ocasiones en el año 2021 en el domicilio de Mainat cuando ya tenía una orden de ajamiento y la prohibición de comunicarse con el empresario.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal