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Los Mossos investigan el asesinato de los dos niños de Horta como un caso de violencia vicaria

Los agentes sospechan que el hombre, que no tenía denuncias previas de su expareja, mató a los hijos con gas

Un agente de los Mossos trabaja en el lugar de los hechos, en el distrito barcelonés de Horta, este lunes.
Un agente de los Mossos trabaja en el lugar de los hechos, en el distrito barcelonés de Horta, este lunes.Lorena Sopêna (Europa Press)

Los Mossos d’Esquadra ya han construido una hipótesis sólida sobre la muerte de tres personas (un padre y sus dos hijos) este lunes en un piso del barrio de Horta de Barcelona. La policía autonómica sospecha que el padre, Francisco B., mató a los dos niños —Xavi, de 10 años, y Noa, de siete— y después se suicidó para vengarse de su expareja y madre de las víctimas. “Si se confirma, estamos ante un caso de violencia vicaria, la más extrema que se puede ejercer hacia una mujer. Un asesino ha matado a sus hijos con un móvil tan cruel y espantoso como hacer vivir un infierno en vida a su expareja”, ha afirmado la portavoz del Gobierno catalán, Patrícia Plaja. El presunto parricida abrió la llave del gas y los pequeños murieron por inhalación de monóxido de carbono, según las primeras investigaciones, aunque se está a la espera de la autopsia para aclarar las circunstancias exactas de los fallecimientos.

Fue la madre de los menores quien avisó a los bomberos de que había una fuerte concentración de gas en la planta baja del bloque. La mujer se había dirigido personalmente a la vivienda, en la calle Passeig Universal de Horta, tras saber que los niños no habían acudido al colegio en el primer día lectivo tras el parón navideño. El lunes, después de pasar las fiestas con ellos, el padre debía devolver a Xavi y Noa con su madre. No lo hizo. El presunto homicida vivía en el piso de alquiler desde hacía unos tres años y cuidaba a los niños dos fines de semana al mes. Sus vecinos le describen como un hombre poco hablador, aunque también poco conflictivo. “No socializaba demasiado ni daba problemas”, cuenta el propietario del bar Taxi, que vive en la planta baja del bloque de viviendas donde se hallaron los tres cadáveres.

El dueño del bar fue desalojado pasadas las 17 horas por los Mossos por el fuerte olor a gas en la zona. En el bar, los clientes se preguntan un día después de la tragedia cómo ha podido ocurrir algo así en un barrio tranquilo como Horta, en la zona alta de Barcelona. Otra residente del mismo bloque, que vivía “pared con pared” con el padre de las víctimas, asegura que notó el olor a gas durante todo el día y temió que todos acabaran “saltando por los aires”. Tras el aviso de la madre a los Mossos, los Bomberos se desplazaron también a la zona y accedieron a la vivienda a través de una ventana. En el interior, percibieron un olor “similar al monóxido de carbono” y encontraron los cuerpos sin vida del padre y de los dos niños.

Conductos precintados

A la espera de la autopsia, los Mossos sospechan que el padre abrió la llave del gas y precintó los conductos de entrada y salida de aire, lo que presuntamente provocó la muerte de los niños por inhalación de monóxido de carbono. La investigación permanece bajo secreto de sumario y en manos del Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona. Si se confirma la principal línea de investigación, se trataría de un nuevo caso de violencia vicaria, uno de los rostros más siniestros de la violencia machista. En estos casos, la violencia se ejerce contra la mujer por sustitución, a través de una persona interpuesta (sobre todo, los hijos) para causarle el mayor dolor posible. El Pacto de Estado contra la violencia de género aprobado en 2017 menciona el término y señala que el daño, en los peores casos, asesinato de los hijos, es “el más extremo que puede ejercer el maltratador hacia una mujer”. Plaja, la portavoz del Govern, lamentó “un crimen atroz” que, “desgraciadamente, no es un caso aislado”.

La policía tratará de reconstruir cómo era la relación de los padres para aclarar el móvil del crimen. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), no constan antecedentes o denuncias por violencia en el seno de la pareja. En redes sociales, la familia del presunto parricida ha cargado contra “el populismo” de los medios de comunicación, que “no dicen más que mentiras”. “No es cierto que mi hermano no le devolviera los niños a la madre después de fiesta. Le llevaron los niños a él este domingo. Y tanto que los quería con locura, eran su vida y se desvivía por ellos”.

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