El aumento del precio del transporte público en Barcelona deja la TCasual por encima de los 12 euros

La entrada en 2024 supondrá, este año sí, un aumento de precios en las tarifas del transporte público de Barcelona tal y como ha aprobado, este martes, el consejo de administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM). La subida del precio es del 6,75% en la mayoría de títulos más usados, tal como avanzó EL PAÍS. Entre ellos se cuenta la TCasual, que ahora cuesta (con una zona) 11,35 euros y pasará a superar, a la espera de que se publique la tarifa definitiva, los 12 euros. O la TUsual, que permite viajes ilimitados durante un mes y pasará de los 20 euros a más de 21, también en una zona.

La subida de precios pone fin a una racha de varios años de importes estancados. No se habían subido tarifas desde enero de 2020; más tarde se congeló debido a la pandemia y a la crisis energética e inflacionista. Pese al anuncio, los nuevos precios no entrarán en vigor hasta que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible decrete oficialmente, tal como ha anunciado, que bonificará el 30% de los títulos TUsual (el billete mensual) y la T-Jove.

La ATM es un consorcio formado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano. Gestiona las tarifas de la red del metro, los autobuses, los tranvías, los Ferrocarriles de la Generalitat y la red de Rodalies de Renfe. El consejo de administración se ha reunido este martes y ha encarecido las tarifas justificando que los operadores han tenido que afrontar un incremento del precio de los carburantes y la electricidad. Pese a ello, Generalitat, Ayuntamiento y Gobierno central se han comprometido a seguir bonificando el 20% del precio de títulos como la TUsual o la T-Jove y esperan-(tal como prometió el Gobierno) que el Estado aporte el 30% para favorecer a los viajeros recurrentes.

En junio de 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez firmó el Real Decreto-ley 11/2022 en el que ofrecía a comunidades y ayuntamientos una aportación económica para rebajar un 30% las tarifas del transporte público cuyo titular fueran comunidades o consistorios. En el mismo reglamento invitaban a las comunidades a incrementar esa bonificación hasta el 50% y, así, que a los usuarios les costase la mitad los billetes tal y como había hecho el Ejecutivo central con las tarifas de Renfe. La ATM aplicó el 30% de descuento que daba el Estado más un 20% que sufragaba la propia ATM (en total un descuento del 50%) a los abonos mensuales (T-usual) , trimestrales (T-Jove) y a los títulos de familias monoparentales y numerosas o a los títulos destinados a las personas en situación de desempleo. Durante 2023 mantuvo estos descuentos y ahora, de cara al 2024, este martes consejo de administración de la ATM ha anunciado que, por el momento, solo mantiene la bonificación para la TUsual y la TJove pese a la subida de precios. Billete como la TCasual (la antigua T10 que sigue siendo la más habitual) o el billete sencillo no fueron bonificados este 2023 y continuarán este 2024 sin esta subvención.

¿Cuánto aumentan los precios?

A la espera de los redondeos que acuerde la ATM, en la tarifa de solo 1 zona, el billete sencillo hoy cuesta 2,40 y el próximo uno de enero superará los 2,50 euros. La TCasual pasa de 11,35 a más de 12,10 euros mientras que la T-Usual pasa de 20 euros (antes de la bonificación costaba 40) a más de 21,30. La TJove que ahora cuesta 40 euros casi llegará a 43.

El consejo de la ATM ha justificado el aumento de precios por el incremento acumulado del IPC que desde 2019 se ha situado en casi el 15% y el próximo 2024 se estima que llegue al 19%. Los títulos adquiridos este 2023 podrán utilizarse hasta el 29 de febrero de 2024 aunque se podrán cambiar en los diferentes puntos habilitados por los operadores hasta el próximo 31 de marzo. El consejo de administración ha nombrado como nuevo director general al exgerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona, Manuel Valdés.

La política tarifaria en las redes de metro y buses ha sido una fuente de conflicto entre las administraciones, sobre todo cuando Ada Colau presionó para no subir las tarifas pese a la oposición de la Generalitat. Esa dinámica se fue perpetuando, sobre todo con la crisis del coronavirus, cuando había cierta unanimidad acerca de la necesidad de que los usuarios volvieran a utilizar el transporte público y perdieran el miedo al contagio. A esos argumentos se añadió más tarde la necesidad de ayudar a los usuarios ante la escalada de la inflación, que limitaba su poder adquisitivo,.

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