Hèctor Vila, la promesa musical catalana truncada por el estigma del VIH

El cantante Pere Vilaregut, conocido por su nombre artístico Hèctor Vila, llevaba 16 años en silencio. Ni discos, ni conciertos, ni entrevistas. Una retirada de la carrera musical que sorprendió a muchos, ya que se trataba de uno de los intérpretes en catalán más importantes de los años 80 y 90, pero que replicaba una retirada anterior: tras cinco discos publicados entre 1985 y 1994, hizo un parón de doce años, hasta la publicación de un último disco en 2006. Desde entonces, Vilaregut se impuso otra vez un silencio que ha roto este miércoles en el programa El llapis de memòria, de SER Catalunya, donde ha explicado el motivo de su retirada: “Me estaba preparando para morir”. El cantante había contraído el VIH, y aunque sobrevivió, el sufrimiento por el estigma de la enfermedad y por los estragos que había causado —ha explicado que su pareja murió de sida— le hicieron llevar una vida alejada de los focos y los escenarios.

Vilaregut, nacido en Tona (Barcelona) en 1955, ha explicado que empezó su andadura en la canción en catalán siguiendo los pasos de Lluís Llach. La carrera de su alter ego Hèctor Vila fue desarrollándose con éxito —con conciertos junto a Maria del Mar Bonet o apariciones en el programa de televisión de Raffaella Carrà— hasta el disco de 1994, cuando se truncó de golpe. “Tuve una interrupción por enfermedad muy brutal, la tuve en el año 1992, y yo estaba preparándome para morir”, ha explicado. “En 1992 me diagnosticaron el VIH y en esa época, hace 31 años, la gente se moría: cada año se morían 5.000 personas en Barcelona. Entonces decía bueno ya me tocará, si no este año será el siguiente. Por eso hubo esta interrupción tan brutal”, ha dicho Vilaregut por primera vez: “No lo he dicho nunca, y no lo he hecho público nunca”. Tampoco en las últimas entrevistas que hizo, para el disco de 2006.

Pero sobrevivió. “Soy de los que llaman supervivientes, que no se sabe muy bien por qué, sobreviví, pero somos cuatro, contados. Porque he querido encontrar gente similar, para buscar estrategias, ya que tenemos secuelas importantes como dolor crónico, y no he encontrado a casi nadie”, ha explicado sobre las secuelas de la enfermedad, pero también sobre las que dejaron los primeros medicamentos, que eran muy agresivos. Vilargut detalla que unos años antes del diagnóstico, ya se encontraba mal, y que se salvó “por los pelos” al recibir terapia antirretroviral en 1997.

Además de ser uno de los principales cantantes en catalán, fue un pionero al ser el primero que compuso y cantó piezas de temática LGTBI. “Yo hacía canciones de amor gay, pero en aquella época quedaba todo disfrazado, y de pronto me encontré con un público de chicas que gritaban en los conciertos”, ha dicho entre risas. El disco de 1994, Àngel solar, de un tono muy místico, estaba dedicado a los enfermos de sida. “Mi pareja de aquel entonces murió de esto, y nos afectó mucho. Y yo ya esperaba morirme, pero mientras esperaba fui haciendo”, dice. Vilargut admite que tuvo que aceptó cambiar los títulos de algunas canciones para esconder que eran de temática LGTBI: “El primer homófobo de mi vida fui yo mismo, porque mi entorno me hacía creer que yo era un error y no merecía ser querido”, ha expresado en el programa conducido por Òscar Moré, al que al principio no quería ir. Al final aceptó la invitación para “reconciliarse con Hèctor Vila”, tras un proceso de desvinculación total de su alter ego musical, un proceso que le llevó a dejar completamente la música. Cambió la guitarra por la escritura, está ahora revisando el primer libro y escribiendo el segundo: “Ni escucho música ni toco, la encuentro previsible”.

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