Los precios y la recuperación del coche catapultan las exportaciones catalanas

Las exportaciones catalanas llevan varios semestres batiendo récords históricos pese a las señales de desaceleración de la demanda global. En 2022, las exportaciones alcanzaron un valor de 94.927 millones de euros tras crecer un 17,9% en un año, y en el primer semestre de 2023 ya se contabilizan 53.217 millones de euros (un 14,5% más que en el mismo periodo del año anterior), según los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Las patronales y el Govern constatan con estas cifras que las ventas exteriores son ahora mismo uno de los motores de la economía catalana, en un contexto en el que el alza de los tipos de interés y el encarecimiento de los préstamos presionan a la demanda interna, a la que todavía le cuesta recuperarse tras la pandemia. Pero, ¿qué es lo que se está exportando, y por qué funciona tan bien?

Como todo, las cifras también se pueden matizar. Las exportaciones se miden con los datos de las aduanas, y lo que se mide es el valor monetario de lo que se exporta. Y esto, en un contexto de inflación como el actual, tiene su importancia. “Los datos mensuales que se publican a partir de aduanas son muy erráticos, por muchos motivos: los pedidos se pueden agrupar, hay operaciones grandes que desdibujan las estadísticas... Lo que hay que mirar son las tendencias de fondo, y es cierto que en términos nominales las exportaciones de bienes han experimentado un crecimiento brutal”, explica Joan Ramon Rovira, director del Gabinete de Estudios Económicos y de Infraestructuras de la Cambra de Comerç.

“En el caso de las mercancías, el valor está muy influenciado por la evolución de los precios. Cuando aumentan mucho los precios, aumenta el valor de las exportaciones, pero no significa que el volumen de lo que se exporta crezca igual”, apunta “Pese a este efecto de los precios, sí que hay un crecimiento en el volumen de las exportaciones, que además es superior al crecimiento del PIB”.

El sector exterior, pues, ha sido el principal motor de crecimiento de la economía catalana tras la pandemia, en contraste con el consumo privado y la inversión. Las exportaciones catalanas representan el 26% del total del mercado exterior español. Los productos que más se exportan desde Cataluña son los que están relacionados con la industria química (representan un 17,9% del total de exportaciones, y en el primer semestre su valor creció un 13,5%). La venta de coches al exterior tiene también un peso importante (el 16,2% del total) y además en este primer semestre fue el segmento que más creció (un 79,4%) y el que ha impulsado el aumento de las exportaciones en su conjunto —desde 2020 el sector sufrió una caída muy importante, afectado por la pandemia y sobre todo por los cuellos de botella en las cadenas de suministro—. Otros sectores con un peso importante en las ventas al exterior son el de la alimentación y bebidas (12%) y el de los productos farmacéuticos (8,9%). Este vigor exportador del automóvil y de los químicos contrasta con el estancamiento de la industria española en conjunto, que en el segundo trimestre marcó un crecimiento cero, lastrada por el enfriamiento de la economía global. De hecho, los sectores catalanas cuyas ventas exteriores decrecen son el metalúrgico (-6%), el refinamiento de petróleo (-3,2%), el de los plásticos y caucho (-1,9%) y el del papel y las artes gráficas (-15,5%).

“Desde 2021 tenemos una evolución muy positiva, que sigue en 2023 aunque pensábamos que ya se iba a moderar. Los dos sectores que lo impulsan son el de la automoción y el químico, este último con un crecimiento sostenido desde hace algunos años”, dice Cristina Serradell, directora de la unidad de negocio internacional de Acció, de la Generalitat.

El grueso de las exportaciones las hacen un número de empresas limitado (el 88% de las ventas las hacen poco más de 1.000 empresas). “La evolución de las exportaciones se explica porque Cataluña tiene una economía muy abierta y está muy integrada en las cadenas de valor. No solo exportamos productos acabados, sino también servicios y productos intermedios”, destaca Serradell.

Los países de la UE, los principales clientes

El 61,4% de lo que se exporta desde Cataluña tiene como destino los países de la Unión Europea. “Es el principal mercado, y es intraindustrial, es decir, exportamos e importamos las mismas cosas, la diferencia está en el segmento: por ejemplo, exportamos coches Seat, pero importamos coches Audi”, señala Rovira. Las empresas van abriendo mercados más allá de Europa, pero algunos son de difícil acceso (Asia y África) y en otros hay que tener presencia física con oficinas comerciales o almacenes para adaptarse a la ola proteccionista (EE UU).

La previsión es que este crecimiento de las exportaciones se modere y se compense por la demanda interna. “La economía catalana, como la española, dependía mucho de la demanda interna hasta la crisis financiera. Desde entonces la recuperación está muy vinculada a las exportaciones, tanto de mercancías como de servicios, y en particular, del turismo”, resalta Rovira. En 2022, el consumo de los extranjeros en el territorio fue de 14.498 millones, un 12,2% del total de exportaciones.

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