El Ayuntamiento de Barcelona habilita 25 refugios climáticos más que en 2022 para afrontar el calor
La red de bibliotecas, centros cívicos o escuelas dispondrá de agua y zonas de descanso a una temperatura de 27 grados con acceso gratuito a todos los vecinos
El Ayuntamiento barcelonés pone a disposición de todos sus vecinos, especialmente la población vulnerable como ancianos o bebés, espacios verdes junto con bibliotecas, centros cívicos o escuelas para combatir el calor. La teniente de alcaldía de urbanismo, Laia Bonet, ha presentado este viernes la red de refugios climáticos de la capital catalana para este verano compuesta por 227 espacios: 25 más que el año pasado. El Consistorio fue pionero en aplicar esta terminología en 2019, que consiste en agrupar estos espacios públicos al aire libre y equipamientos municipales existentes. Estos deben acondicionarse a 27 grados de temperatura, proveer agua y zonas de descanso. Esquerra Republicana (ERC) ha denunciado que “se suman espacios pero no se amplían horarios”, lo que se traducirá en que “durante agosto habrá más de 140 refugios cerrados total o parcialmente”.
Hasta el 15 de septiembre, el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona mantendrá la fase preventiva por calor intenso, difundiendo la información sobre estos refugios con un teléfono de asistencia permanente (900 70 30 30). La directora de la oficina municipal de cambio climático, Irma Ventayol, ha admitido que solo un 20% de la población conoce este concepto, aunque invierten más medios en publicitarlos desde la administración. Si la temperatura máxima diurna supera los 33,7º o la mínima nocturna los 25,9º se pasará al estado de alerta. Si aumenta a 35,7º y 27,9º respectivamente, se aplicará la emergencia, donde se propondrá a personas sin hogar el traslado a centros habilitados como refugios climáticos.
Los expertos en cambio climático advierten de que las ciudades necesitarán más vegetación y menos asfalto para combatir temperaturas estivales progresivamente más altas, que harán más frecuentes fenómenos como las islas de calor. El Ayuntamiento de Madrid, con polémicas en los últimos veranos por sus criterios restrictivos para mantener abiertos grandes parques como El Retiro, negocia con el resto de grupos municipales una revisión del protocolo. Sus 19 piscinas municipales presentan estos días un aluvión de demandas para obtener una entrada.
El Ayuntamiento barcelonés señala que el 58% de la población tiene un refugio climático a cinco minutos andando de su hogar y el 97% a un máximo de diez en día laborable. En fin de semana, tres de cada cuatro lo tienen a menos de diez minutos a pie. ERC criticó el año pasado que, durante el mes de agosto, esta proporción era “una tomadura de pelo”, ya que muchos de los locales previstos como refugios -casales, bibliotecas, etc.- no funcionaban “en las horas con más sol”. Contabilizó que un 36% permanecieron cerrados mientras que un 30% abrieron parcialmente. Bonet ha indicado que “poco se puede hacer” por una ampliación de horarios esta temporada. “La normativa de horarios depende de cada equipamiento. Y algunos no son municipales”, ha señalado la concejal. Aún así, apunta a que han conseguido abrir los patios de varias guarderías durante los fines de semana para ampliar la disponibilidad. También han incorporado otros centros a la red de refugios como los museos MACBA y CCCB o las bibliotecas de la Universidad Politécnica de Cataluña.
El nuevo ayuntamiento no destaca desequilibrios territoriales en la distribución de los refugios climáticos: “Es equitativa por los diez distritos de la ciudad y se tienen en cuenta factores como el territorio, la población, la densidad, horarios de los equipamientos, etc.”. Sant Martí es el que más tiene (34), mientras que Gràcia se sitúa en el otro extremo (11). Un informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona advirtió en 2021 de que el aumento de temperaturas agravará las diferencias de mortalidad por calor ya existentes entre barrios acomodados como Sarrià o Pedralbes con otros desfavorecidos como el Raval o densos como el Eixample.
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