Esquerra pacta con el PSC para mantener las presidencias de las Diputaciones de Tarragona y Lleida

Los resultados de las pasadas elecciones municipales en Cataluña han dejado como resultado una aritmética endiablada de cara a conformar los gobiernos en las cuatro Diputaciones provinciales. Esquerra Republicana y el PSC han suscrito sendos acuerdos que permitirán a los republicanos mantener la presidencia de las corporaciones de Tarragona y Lleida. El pacto, de momento, no incluye la corporación de Barcelona donde se podría repetir la alianza entre PSC y Junts del último mandato. Las dos formaciones independentistas no suman entre ellas.

ERC se había inclinado inicialmente por impulsar pactos exclusivamente independentistas pero ahora ha matizado su posición al pactar con los socialistas. Miembros del partido republicano aclaran que su apuesta se basa en sellar alianzas, a diferencia de Junts, que les permitan conservar presidencia o las alcaldías. Tras dejar de ser la fuerza hegemónica en el mundo local, los republicanos han visto en cualquier caso como Junts ha desoído su llamamiento y ha brindado alcaldías a los socialistas en sitios como Roses (Girona). El único acuerdo independentista se ha limitado a la Diputación de Girona.

En la provincia de Lleida, Junts consumó el sorpasso (10 diputados) y superó a los republicanos (ocho) y al PSC (cuatro). El Pleno está formado por 25 escaños -la mayoría absoluta está fijada en 13-. La alianza entre republicanos y socialistas y la coalición Pacte Local, de la que forma parte el PDeCAT permitirá a ERC conservar la presidencia. El documento firmado por los tres grupos apela a mantener la cohesión y el equilibrio territorial, la reducción de las desigualdades y la repoblación de las comarcas del Pirineo más despobladas.

La situación es parecida en Tarragona: pese a perder dos diputados, ERC volvió a vencer y se situó con 9 actas, a cinco de la mayoría absoluta fijada (14). PSC y Junts suman ocho cada uno. El pacto, sustentado en 17 diputados, con el PSC allana el camino para que ERC mantenga la presidencia. En un comunicado, los dos partidos se reivindican como la fuerza más votada y ponen en valor su “ADN municipalista” y estipula una docena de acuerdos de gobierno.

Con un acuerdo independentista ya en Girona, la gran incógnita ahora es la Diputación de Barcelona. “Se esta negociando todo y en todas partes”, aseguran en las filas republicanas, dando a entender que los pactos están interrelacionados. Con 17 diputados, el PSC ha visto reforzada su hegemonía y puede sumar la cifra mágica de 26 tanto con Junts (12) como con ERC (11). Pese a la inflamada retórica de líderes como Laura Borràs contra los pactos con los socialistas, los últimos cuatro años ha existido allí un Ejecutivo sociovergente.

La experiencia ha sido tan positiva que ambas partes durante la campaña insistían en repetir esa fórmula. La socialista Núria Marín, que ha presidido el ente este último mandato, reivindicó en campaña mantener esa alianza. De nuevo, la aritmética permite otro pacto alternativo, con ERC, pero eso chocaría con el veto formulado por el propio Oriol Junqueras en la resaca del 28-M.

Los acuerdos en los organismos supramunicipales son claves para los republicanos que vieron como en los anteriores comicios no podían repetir su posición de fuerza hegemónica del independentismo. Al golpe de perder alcaldías clave como Tarragona o Girona, sumar un descalabro en las diputaciones dificultaría tener acceso a los altavoces políticos pero también de cargos y presupuesto a ejecutar en municipios muy pequeños que son clave de cara a intentar girar el viento en el próximo ciclo electoral.

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