Núria Marín: “El Govern debe trabajar más y evitar ocupaciones delincuenciales y mafiosas”

Núria Marín, de 59 años, alcaldesa de L’Hospitalet desde 2008, se presenta por cuarta vez a la reelección. Tras gobernar cuatro con mayoría absoluta -14 concejales sobre 27-, Marín tiene la percepción de que la suya volverá a ser la lista más votada. Su objetivo en este mandato es activar dos grandes proyectos: la cobertura de la Gran Vía a su paso por el municipio y el inicio de las vías del tren. Presidenta de la Diputación de Barcelona, Marín, que lleva en la mano una calcomanía en forma de corazón con las letras L’H -”Ayer estuvimos en un acto con niños”, dice- no tiene reparos en decir que el gobierno con Junts ha funcionado y que lo revalidaría.

Pregunta. ¿Qué le motiva para volverse a presentar?

Respuesta. Soy de l’Hospitalet: nací, he estudiado aquí y mi primer trabajo también lo tuve aquí. Esta ciudad estaba abocada a ser un suburbio y gracias al trabajo de los gobiernos progresistas y del tejido social le hemos dado la vuelta. Accedí al cargo con la crisis, vivimos el procés, la pandemia, el huracán Gloria. La ciudad está ahora a punto de hacer una tercera gran transformación y me hace especial ilusión capitanearla.

P. Todo el mundo dice que es buena la renovación en política, pero tanto aquí como en Barcelona son las mismas caras desde hace muchos años.

R. Quizás encontrar líderes no es sencillo. Hay que compaginar la voluntad personal y familiar de seguir al frente de la política. En mi caso se ha dado en el tiempo.

P. ¿El objetivo es conseguir la mayoría absoluta?

R. El objetivo es pilotar la ciudad. Lo he hecho con mayoría absoluta y sin ella. Lo importante es ser decisivos y tirar adelante proyectos como el del soterramiento de las vías del tren y el de la Gran Via desde la plaza de Europa hasta el Llobregat. Queremos convertirnos en capital de la biomedicina del sur de Europa. Tenemos el hospital de Bellvitge, la Universidad de Barcelona, el Instituto Catalán de Oncología y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell). Y el espacio y un plan director para generar para atraer empresas del sector y generar 50.000 empleos directos e indirectos.

P. Con la lentitud de Adif, ¿ve viable empezar el soterramiento de las vías este mandato?

R. Estoy convencida. El proyecto nunca ha estado tan maduro. Me he peleado con presidentes, ministros y técnicos para soterrar esos 5,1 kilómetros de vía, que servirá para eliminar la fractura histórica en la ciudad y solucionar la red de Rodalies de la R2 (línea de Vilanova) y la R4 (Vilafranca). La obra, de 1.000 millones, prevé un intercambiador, que será como trasladar la estación de Sants a L’Hospitalet y una rótula que permitirá más frecuencias. Podremos ganar 120.000 metros cuadrados de zona verde o 17 campos de futbol.

P. No se la ha oído quejarse mucho por las averías...

R. ¿Qué no? Si ha habido alguien en este país que ha hablado de Rodalies cuando todo el mundo callaba soy yo. Lo he dicho por activa y por pasiva: durante muchos meses y años me he estado peleando, diciendo que la solución del sistema de Rodalies pasa por L’Hospitalet, por el soterramiento. Es imprescindible para que funcione.

La ciudad está ahora a punto de hacer una tercera gran transformación y me hace especial ilusión capitanearla”

P. ¿Está acogiendo al final L’Hospitalet los proyectos que desecha Barcelona? ¿El Hermitage acabará en su municipio?

R. Hemos apostado por el turismo de negocios asociado a la Fira. El Mobile ayuda al dinamismo económico. Ada Colau hizo una moratoria de hoteles, pero nosotros, no: hace 20 años no teníamos ninguno y ahora son 22. Los promotores del Hermitage plantean un museo digital e inmersivo. Hay un concurso y el proyecto elegido, que es diferente al que se planeaba en Barcelona, se instalará en la Godó i Trias, una nave de patrimonio industrial que deberá conservarse. ¿Que qué pensé cuando Colau rechazó el Hermitage? Este mandato con la pandemia, la guerra, la sequía o el impacto del Glòria ha sido demasiado complicado para pensar en nada.

Los promotores del Hermitage plantean un museo digital e inmersivo. Hay un concurso y el proyecto elegido, que es diferente al que se planeaba en Barcelona, se instalará en la Godó y Trias”

P. El juez archivó su imputación en el caso del Consell de l’Esport. ¿Cómo vivió toda la situación?

R. Viví el caso como una gran injusticia, pero el archivo resarce los malos momentos que pasé. Nunca pensé en irme porque yo no hice nada.

P. El último barómetro municipal dice que con mucha diferencia el principal problema es la falta de seguridad ciudadana. ¿Los datos lo confirman?

R. En el tema de seguridad hay un problema grande de percepción. No hay reunión con los vecinos en que no surja la preocupación por las ocupaciones y la enorme inseguridad que generan los patinetes eléctricos. Las personas mayores ven peligrar su integridad personal. Las ocupaciones son un grave problema de nuestras ciudades y no exclusivo de l’Hospitalet. Sorprende que el 50% ocurran en Cataluña y la mayoría en el área metropolitana. La Generalitat es la que tiene la competencia: El consejero Elena tendría que tomar buena nota y trabajar más y mejor en evitar ocupaciones delincuenciales y mafiosas. Y para los patines necesitamos herramientas: la obligación de matriculación, un seguro o que la urbana lo incaute.

P. ¿No está el PSC virando a la derecha cogiendo la bandera contra las ocupaciones?

R. No viramos hacia ningún lado: trasladamos un problema real y quien tiene que abordarlo no lo hace. Y punto. Hace muchísimo tiempo que hablo de este tema. Y no hablo de él porque vengan elecciones. Lo que sí sé es que la Guardia Urbana en este mandato, sin tener competencias, ha impedido 765 ocupaciones. Lo que pasa en Cataluña no pasa en otros sitios. Van con mano dura. Hemos visto como se ocupaba una oficina bancaria por delincuentes. Y llevan cuatro años ahí. El Govern no está actuando. Me gustaría que algún conseller me acompañara cuando los vecinos denuncian las ocupaciones. Y aquí tenemos los mismos mossos que hace 20 años. Lo he reclamado a todos los consejeros de Interior.

P. ¿El procés se ha acabado? No parece que haya pasado mucha factura a este municipio

R. La política tiene que ser útil y ha resituado las cosas en otro escenario que no tiene nada que ver. Para la gran mayoría de los ciudadanos está superado. Hay algunos partidos que siguen erre que erre y que levantan esa bandera ante la incompetencia de la gestión de sus gobiernos. El procés no aportó nada bueno económicamente y socialmente fue un desastre.

P. Uno de los partidos que alientan el procés es Junts, su socio de gobierno en la Diputación. ¿Revalidaría el pacto?

R. Soy partidaria de que cuando las cosas que funcionan no hacen falta cambiarla. El mandato ha sido mediático. Al principio todos teníamos dudas, pero hubo una voluntad expresa de, al margen de que no nos pusiéramos de acuerdo en el tema de la independencia, de unirnos en lo que fuera bueno para los 311 municipios de la provincia. Pero muchos temas los hemos aprobado con los otros grupos y por unanimidad.

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