Maragall propone adelantar a las 21 horas la restricción para comprar alcohol en Barcelona
El programa electoral del candidato de ERC al Ayuntamiento de la capital catalana pone en la diana el consumo de bebidas embriagantes en la calle
La actual normativa establece que las tiendas de alimentación, en muchos casos abiertas 24 horas, no pueden vender bebidas alcohólicas después de las 10 de la noche. A nadie se le escapa que la picaresca está al orden del día para saltarse esa restricción, que muchas de esas compras furtivas acaban en consumo de licor en el espacio público y, en algunas ocasiones, son buen combustible para conflictos de convivencia. La fórmula del candidato de Esquerra Republicana en Barcelona, Ernest Maragall, para intentar controlar esa práctica pasa por adelantar una hora esa restricción, fijándola a las 9:00 pm. No es la única propuesta del republicano en su programa, donde se puede ver casi una cruzada sobre la omnipresencia del alcohol en la vida recreativa y asociativa de los barceloneses.
Dentro del plan de los republicanos para “garantizar el descanso vecinal” figuran tres iniciativas relacionadas con el consumo de alcohol. En primer lugar, Maragall se compromete a “revisar las ordenanzas municipales para que las tiendas de alimentación no puedan vender alcohol de alta graduación ni bebidas frías de baja gradación (cerveza) a partir de las 21 horas”. La ley catalana de comercio da margen a los ayuntamientos para que puedan diseñar sus propias restricciones con sus propias ordenanzas municipales “por razones de seguridad pública”. El horario marco es el que rige actualmente, de 11 de la noche a 8 de la mañana, pero el año pasado, con motivo de la Mercè, la alcaldesa Ada Colau cambió los horarios en alguno sitios de la ciudad, temporalmente, vía decreto.
Maragall entonces propone un cambio en la ordenanza de civismo, pero se vería entonces obligado a justificar las razones de seguridad pública. El texto actual, de 2005 y con algún retoque posterior, fija la prohibición para consumir licor en el espacio público cuando “pueda causar molestias a las personas que utilizan el espacio público y a los vecinos” o “se haga en envases de cristal o de lata”. El programa de los republicanos precisamente apunta a esos consumos en recipiente de metal: “incrementaremos las medidas de presión y sanción a la venta ambulante de bebidas alcohólicas”.
La propuesta de los republicanos incluso va más allá de lo que en su día propuso hace casi un año la Mesa Ciudadana por una noche cívica, promovida por el Ayuntamiento. Allí, entidades, vecinos y los gremios lanzaron sus ideas sobre cómo abordar las consecuencias del ocio y una de las propuestas precisamente educir el horario de venta de alcohol, adelantándolo hasta las 10 de la noche. En 2021, los republicanos incluso compartían ese postulado. Ahora Maragall redobla la apuesta y aboga por otra hora menos.
Dentro del plan para el descanso vecinal también hay una medida disuasoria, similar a las que condicionan la publicidad y cajetillas de tabaco. Maragall quiere que la normativa determine el lugar de las tiendas de alimentación donde se puede exhibir la mercancía con alcohol. Específicamente, los republicanos quieren que no sean visibles desde la calle.
No todas las propuestas se quedan en el ámbito normativo. Esquerra también se compromete a realizar campañas de información “sobre el consumo responsable de alcohol y otras sustancias”, en especial “sobre los peligros de consumo excesivo o desmesurado”. Eso sí, aclara el programa electoral, “desde una perspectiva que no resulte estigmatizadora”.
La venta de alcohol en fiestas populares o de carácter asociativo no solo cumple un papel recreativo sino que muchas de la continuidad de esas actividades dependen de la caja que se hace vendiendo ese tipo de producto. De ahí que ERC, bajo el epígrafe de “replanteamiento del ocio en la ciudad” propone “crear un modelo de financiamiento asociativo”, sin concretar, que permita a las asociaciones “reducir la dependencia de la venta de alcohol” para asegurarse los ingresos.
Maragall es de lejos el candidato que más menciona el alcohol en su programa. El de la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú) hace referencia a aumentar la vigilancia sobre los bares del triángulo golfo del Poblenou que dejen que sus clientes salgan a la calle con bebidas en la mano. El documento de los socialistas (el candidato Jaume Collboni) solo hace referencia a ofrecer a los jóvenes actividades más allá del ocio nocturno “vinculado al consumo del alcohol”. Aún no se conoce el programa completo del resto de candidatos a la alcaldía de la capital catalana.
Según datos municipales, el alcohol es la primera causa de inicio de tratamientos por trastorno de consumo de sustancias psicoactivas en los centros de atención y seguimiento a las drogodependencias de Barcelona. La encuesta de salud del Ayuntamiento de 2021 reveló un 7,9% de consumo de riesgo en mujeres y de 14,1 % en hombres.
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