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Pedro Sánchez hace campaña por Collboni para que “Barcelona se ponga del lado del Gobierno”

Unas 2.000 personas apoyan la reivindicación del socialismo catalán en la precampaña de las municipales

Una imagen del mitin del PSC en el parque del Fòrum, con Jaume Collboni y Pedro Sánchez
Una imagen del mitin del PSC en el parque del Fòrum, con Jaume Collboni y Pedro Sánchez.Gianluca Battista
Marc Rovira

Barcelona está señalada con un círculo rojo en las elecciones del próximo 28 de mayo. Lo que suceda en la capital puede tener una onda expansiva en Cataluña. La batalla se prevé reñida y los partidos llaman a filas para tomar la delantera. Este jueves, los socialistas le han dado el altavoz a Pedro Sánchez: “Hay que convocar a la mayoría social de barceloneses para recuperar con su voto la mejor versión de Barcelona”. El presidente del Gobierno ha participado en un acto de apoyo al candidato del PSC, Jaume Collboni, y de aliento para los demás alcaldables del cinturón metropolitano, un tradicional granero de votos para el PSC. “Hay que salir a votar para defender lo que piensa la mayoría de la gente”, ha dicho, al tiempo que destacaba el peso que tiene Barcelona en el tablero de juego del país. “Necesitamos esa alianza, que grandes ciudades como Barcelona se pongan del lado del Gobierno”.

Más de 2.000 personas, según el partido, han acudido como público al parque del Fórum, junto al recinto donde se ha celebrado la Feria de Abril de Cataluña. El mitin perseguía ser una reivindicación del socialismo catalán, del “ADN socialista”, ha destacado la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete. En los altavoces sonaba All together now, de The Farm. La cita era un preámbulo del arranque oficial de la campaña electoral, fijado para el viernes de la semana próxima. Hace doce años que el PSC no manda en Barcelona, cuando Jordi Hereu tuvo que entregarle la vara a Xavier Trias. Tras cuatro años de mandato del convergente, que ahora aspira a volver a gobernar encabezando una lista de Junts, Ada Colau se aupó al poder para sellar dos mandatos seguidos y, ahora, ambiciona a encadenar el tercero. Las urnas anuncian pelea. “Van a volver los socialistas a Barcelona, lo vamos a hacer realidad”, ha vaticinado Collboni. “Nos merecemos la mejor Barcelona después de tantos años perdidos”, manifestó el alcaldable. “Estamos cansados de procés y de decepciones”. Tiempos pasados fueron mejores, dice el PSC. “Lo que es bueno para Barcelona es bueno para Cataluña, y lo que es bueno para Cataluña es bueno para España”, dijo Collboni, evocando una cita de Pasqual Maragall.

Collboni dispara contra Colau, pero también contra Trias. “El cambio no vendrá del partido de Puigdemont y de Borràs”, ha dicho. El candidato del PSC no ha dudado en rematar un balón que, un poco antes, Trias dejó botando. “En qué mundo vive este hombre?”, preguntó con sarcasmo Collboni, para reprocharle a Trias unas manifestaciones donde afirmaba que quienes cobran 3.000 euros mensuales sufren aprietos para llegar a final de mes.

Presentado con la música atronadora del Can’t stop the feeling, de Justin Timberlake --a Collboni le pusieron Flowers de Miley Cyrus--, el presidente del Gobierno arrancó vítores y aplausos. Jugaba en casa. Dice que huye de la complacencia, “nunca diremos que España va bien, porque hay muchas dificultades en nuestro país”, pero reivindica la transversalidad de su acción de gobierno: “Estamos defendiendo lo que opina la mayoría”.

La visita de Pedro Sánchez a Barcelona se ha producido en la fase de calentamiento de la campaña electoral para las elecciones municipales del 28 de mayo. Las encuestas que barajan los partidos sitúan a Jaume Collboni, el candidato del PSC, en disposición de asaltar la alcaldía de la capital catalana y relevar a Ada Colau, después de dos mandatos. Los sondeos aventuran un resultado muy ajustado entre Collboni, Colau y el candidato de Junts, Xavier Trias. En ese escenario, los pactos postelectorales serán claves, y es ahí donde Collboni quiere hacer valer su flexibilidad de cintura para recolectar apoyos a derecha e izquierda. Durante más de tres años, Collboni ayudó a Colau a sostener la vara de alcaldesa, pero en enero se desmarcó de su acción de gobierno para prepararse el terreno de cara al 28 de mayo. Las elecciones han tomado la forma de un frente común contra Colau, y Collboni se afana en poner distancia con quien fue su socia.

Xavier Trias aspira a recuperar la alcaldía que tuvo que ceder a Colau en 2015, y ya ha avanzado que no va a poner reparos a pactar con quien sea para apartar del gobierno a Barcelona en Comú. Un discurso similar hace el candidato de Esquerra, Ernest Maragall, que ha afirmado que no va a prestar su apoyo a Colau para que enlace un tercer mandato. Maragall, de 80 años, fue el candidato más votado hace cuatro años, pero no logró gobernar. El tirón del hermano de quien fue alcalde por el PSC ha perdido fuerza, pero sus votos pueden tener la clave de la alcaldía. Esquerra y Junts no guardan una buena relación. Ciudadanos fue clave hace cuatro años para aupar a Colau y cerrarle el paso al independentismo en Barcelona. Entonces, Manuel Valls estuvo al frente de la candidatura, pero ahora es la diputada Anna Grau quien luce en los carteles. Grau ataca el colauismo y se deja querer por Collboni e, incluso, por Trias. El candidato del PP, Daniel Sirera, asegura que votarle a él es una manera de “echar a Colau del Ayuntamiento” y se presenta como “la única alternativa posible al populismo y al separatismo”.

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