Las obras de la Rambla de Barcelona dejan al descubierto un cuartel de 1792

Los arqueólogos del Ayuntamiento de Barcelona sabían lo que se iban a encontrar nada más levantar las primeras losas al iniciarse la reforma de la Rambla el pasado mes de octubre. “Sabíamos que íbamos a encontrarnos restos que van del siglo XV al XIX”, admitía este miércoles Xavier Maese, arqueólogo del Servicio de Arqueología de Barcelona. A menos de dos metros debajo del suelo han aparecido los restos del antiguo cuartel de Drassanes construido en 1792 en la zona que actualmente ocupa la Comandancia Naval de Barcelona pero con unas dimensiones tres veces mayor. También han aparecido restos de un semibaluarte, muros, pavimentos, alcantarillas y -quizás la única sorpresa- una fuente ornamental (justo debajo del paso de cebra entre el tronco central de la Rambla y la antigua Foneria de Canons) adornada con un pavimento floral que se ha retirado de la zona. El resto de descubrimientos se inventarían, documentarán y se volverán a tapar para seguir remodelando la Rambla. La fuente ornamental situada en la parte interior de la antigua muralla medieval es del siglo XV y ha sido la única sorpresa para los arqueólogos ya que todo demás que ha aparecido estaba perfectamente documentado.

Maese ha descartado que debido a la arqueología vayan a alargarse en el tiempo las obras del paseo. “La arqueología es parte de la obra”, ha sentenciado el arqueólogo municipal alegando que siempre es necesario la intervención técnica para identificar, preservar o no dañar restos históricos. El tramo dónde comenzó en octubre la remodelación de la Rambla solo afecta 117 metros entre Colón y Santa Madrona. Es justo ahí donde han aparecido las ruinas. A partir de 2024 se abrirán nuevos tramos de la Rambla – la obra se prevé que se alargue hasta el 2030- aún así, los técnicos no creen que se localicen muchas sorpresas arqueológicas. “Hay fotografías de cuando se diseñó la línea de metro con toda la Rambla totalmente abierta. Esos restos habrán desaparecidos”, ha asegurado Carles Carbonell, el responsable de la excavación en la Rambla. Pese a esa circunstancia, tanto Carbonell como Maese se esperanzan en localizar ruinas después de que este año aparecieron dos esqueletos en la zona de la plaza Antoni Maura de Via Laietana donde en las últimas décadas se habían construido subterráneos, una línea de metro y un aparcamiento.

La historia bajo los pies

Las obras han permitido delimitar por la parte baja de la Rambla la gigantesca construcción del cuartel de las Drassanes. De hecho, los arquitectos han encontrado la zona de acceso y antiguas cocinas de esta edificación construida en 1792 y derruida en 1935. El gran cuartel de Drassanes ocupaba el espacio comprendido entre el antiguo convento de Sant Mònica y el Portal de la Pau. La construcción rodeaba un gran patio y estaba adosada al recinto de las antiguas Drassanes. En 1927, durante la Dictadura del general Primo de Rivera, se inició un proceso de modernización de los cuarteles. El cuartel de Drassanes estaba obsoleto pero no se desmanteló hasta 1935. Luego fue un solar hasta la década de los años 50 cuando se construyó la Comandancia de Marina.

En la Rambla no es el único espacio dónde se han encontrado restos arqueológicos. Las obras de la ‘supermanzana’ del Eixample también ha descubierto una masía del siglo XVI, en la calle Girona entre la avenida Diagonal y la calle Mallorca, que conserva un sótano y escaleras de acceso al mismo.

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