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Una muestra fotográfica en los jardines de Portlligat repasa la vida de Dalí y Gala en la que fue su casa durante medio siglo

Conmemora los 25 años de apertura de la Casa-Museo al público, por la que han pasado 2,8 millones de personas

Salvador Dalí pinta 'Gala Placídia' en el taller, en 1952. Foto de Carlos Pérez de Rozas. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados.
Salvador Dalí pinta 'Gala Placídia' en el taller, en 1952. Foto de Carlos Pérez de Rozas. Derechos de imagen de Salvador Dalí reservados.G5 Panther Gasull

En 1929, con el objetivo de entrar en el grupo de los Surrealistas, Salvador Dalí escribió en uno de sus cuadros “A veces escupo por placer en el retrato de mi madre”. Esto escandalizó tanto a su padre que, sumado a la poco apreciada Gala, una mujer rusa casada y con una hija, le echó de casa. Tras la ruptura familiar, un Dalí de 26 años buscó refugio en Cadaqués. Como los vecinos le giraron la espalda decidió instalarse en una pequeña barraca de pescadores en Portlligat. Allí vivió la pareja 52 años. Bajo el título Dalí y Gala. La casa habitada la exposición de 19 reproducciones fotográficas repartidas por el jardín recoge los episodios más destacados de esta convivencia. La muestra, que conmemora los 25 años de la apertura de la Casa Museo al público, se podrá ver hasta el 30 de septiembre. Casi 2,8 millones de personas han visitado Portlligat.

La directora de los Museos Dalí, Montse Aguer, artífice de la muestra junto a Rosa Maria Maurell y Maria Carreras, miembras del centro de estudios dalinianos, ha detallado que La casa habitada se inicia en la bahía de Portlligat, frente a la fachada de la casa, y finaliza en la parte alta del Olivar, donde se encuentra el garaje que utilizaban los Dalí. Los autores de las instantáneas, de entre 1931 y 1980, son Batlles-Compte, Melitó Casals “Meli”, Juan Gyenes, Oriol Maspons, Pietro Pascuttini, Carlos Pérez de Rozas, Ricardo Sans y Robert Whitaker. “La Fundación tiene un fondo de más de 16.000 fotos, su estudio nos ha permitido hacer esta exposición, fruto del conocimiento y la investigación”, ha explicado Aguer. Así ha detallado que han “buscado fotos de Dalí y Gala en diferentes espacios de la casa que pudieran conectar con algún escrito o alguna declaración de Dalí sobre el concepto que tenía de la casa”.

El objetivo es testimoniar la atmósfera que había en la casa cuando Dalí y Gala vivían en ella. “Una casa habitada, también en ocasiones una escenografía, y por encima de todo un taller, el sancta sanctorum del artista”, destaca la directora. Cada imagen en un plafón de 1 metro cuadrado va acompañada de un código QR que da acceso a un audio diferente en el que se reproducen las palabras de Dalí sobre el universo singular de Portlligat. Las voces son de Jordi Boixaderas, Rob Paterson y Eric Bonicatto.

La Casa de Portlligat, durante 52 años única residencia fija de la pareja, “Es un gran taller inmerso en el paisaje, un sitio de inspiración y creación”, describe Aguer. La historia empezó cuando la pareja se trasladó a vivir a una barraca de pescadores de 22 metros cuadrados que, como describe Dalí en uno de los audios es “una estructura biológica que va creciendo” hasta convertirse en la casa que es actualmente, con de 522 m2 construidos junto a los patios y jardines. «Hablábamos de estar solos, de la mágica perspectiva de ir a Cadaqués a estar solos, a ver qué pasaría entre ambos. Íbamos a construir unos muros bajo el sol para protegernos del viento, pozos para captar fuentes, bancos de piedra para sentarse. Íbamos a construir los primeros escalones del método paranoico-crítico; íbamos a continuar aquel trágico y hermoso trabajo de vivir juntos, de vivir para la realidad de nosotros dos solos”, recoge el audio.

Por su parte el Presidente de la Fundación, Jordi Mercader, ha concretado que en este cuarto de siglo unos 2,8 millones de personas han visitado la casa museo, en la que han invertido 2,3 millones de euros y les ha comportado ingresos por taquilla de 23 millones. También ha destacado la relevancia de la Colección de Portlligat, 3.000 objetos de gran variedad que permiten conocer mejor como vivía y trabajaba el genio. Desde obras creadas por el artista a enseres de trabajo, muebles o indumentaria, hasta la biblioteca personal de Dalí con 4.300 libros que se conservan actualmente en el Centro de Estudios Dalinianos, en Figueres.

“La casa ha crecido exactamente como una auténtica estructura biológica, por gemación celular, a cada nuevo impulso de nuestra vida le correspondía una nueva célula, una habitación”, decía Dalí. Una de ellas el vestidor, donde Gala forró con fotos de ambos y de sus amistades todas las puertas de los armarios. “Cuando Gala murió en 1982 se acabó Portlligat”, señala Aguer. Dalí nunca volvió.

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