El fondo de transición nuclear ideado por la Generalitat no evita el cierre de la histórica fábrica de Ercros en Flix
El anunciado paquete de ayudas para la reindustrialización de la Ribera d’Ebre no detiene los planes de la compañía para cerrar su histórica factoría a final de año
La fábrica química de Ercros en Flix (Tarragona) entra en tiempo de descuento. La empresa ha comunicado a los trabajadores que a finales de año va a echar el cierre y que no hay vuelta atrás. La decisión afecta a medio centenar de empleados y salpica a una sesentena más de operarios indirectos. El cerrojazo de Ercros supone el último martillazo para el clavo ardiendo al que se aferraba el personal y, de rebote, es un quebradero de cabeza para gran parte de los alcaldes de la Ribera d’Ebre, que ven como la comarca se despide del que fue uno de sus principales motores de empleo. El fondo de transición nuclear presentado hace un año por la Generalitat tiene, supuestamente, la misión de evitar la desindustrialización de la Ribera d’Ebre y de otras zonas que quedan en riesgo económico, pero se ha demostrado inservible ante el primer desafío.
El consejero de Empresa, Roger Torrent, y la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà, dieron a conocer el pasado mes de diciembre un proyecto que perseguía anticiparse a los inconvenientes que va a causar la clausura de las centrales nucleares catalanas. Ascó I tiene fecha de caducidad en 2030, Ascó II en el 2032, y Vandellòs II en 2035. El Govern anunció la creación de un fondo de transición nuclear que se nutre con 24 millones de euros anuales y que debe servir para financiar “acciones de desarrollo socioeconómico y de transición energética justa en las zonas afectadas por el futuro cierre de las centrales”.
Una distancia de seis kilómetros separa Flix de Ascó. La fábrica de Ercros a la vera del Ebro se dedica a producir fosfato bicálcico, un compuesto que tiene usos en la fabricación de piensos y fertilizantes. Por estar dentro de la zona perjudicada por el apagón nuclear, Ercros podría acogerse a los fondos de reindustrialización, afirma la Generalitat. “Una parte del dinero del fondo tiene por objeto financiar proyectos empresariales de reindustrialización”, informa un portavoz del Departamento de Empresa. Sin embargo, un año después de su presentación pública, hay incertidumbre sobre la manera cómo se vehiculan las ayudas. “No se ha concretado, se hará cuando se redacten las bases”, informa el gabinete de Roger Torrent.
Por lo pronto, Ercros opta por bajar la persiana alegando imposibilidad de seguir con la comercialización del fosfato. Sus trabajadores sufren el impacto directo de un trompazo que genera una onda expansiva en toda la comarca. Josep Solé tiene 30 años y cumple doce meses como empleado de lo que en Flix siempre se conoció como “La Fábrica”. Nunca hicieron falta más detalles para identificar una industria que llegó a tener 1.200 asalariados pero que, desde hace años, acumula achaques y genera angustias. “Entrar a trabajar en La Fábrica era casi como sacarse una plaza de funcionario”, indica Enric Cervelló, presidente del comité de empresa y con más de tres décadas de antigüedad en la factoría.
“Yo ya tenía claro que no me iba a jubilar aquí, pero al menos confiaba en que tendría trabajo unos cuantos años más”, replica Josep Solé. En Flix viven 3.400 vecinos y el Ayuntamiento ha reaccionado con críticas a la desbandada de Ercros. “El anuncio se realizó el mismo día que la compañía anunciaba beneficios récord de los tres primeros trimestres de este año”, reprocha el consistorio en un comunicado. “Dejando de lado la desconsideración de hacer coincidir ambos anuncios, entendemos que vistos esos resultados, la empresa no tiene ninguna excusa para atender de forma justa y satisfactoria la situación que provocará en las personas afectadas”, prosigue el texto.
La despoblación es un mal endémico en la Ribera d’Ebre. “De los 25 o 26 alumnos que nos juntábamos en la clase del colegio, ahora en el pueblo apenas quedamos diez. La mayoría se han marchado”, indica Josep. Él resiste en Flix, “aquí lo tengo todo y la calidad de vida es buena”, pero teme que más pronto que tarde le llegue la hora de buscarse la vida en otro sitio. Llegado el día que La Fábrica apague su actividad, Josep no contempla la posibilidad de dar con un nuevo empleo en Flix. “Un mal menor es que la empresa me recoloque en otra fábrica, porque Ercros es potente y da cierta seguridad trabajar en esta compañía”, explica.
El Ayuntamiento sostiene que, sin querer estudiar alternativas, Ercros constata su “nula intención” de invertir en las plantas productivas de Flix. “Con este cierre se culminarán 25 años de desinversión y despidos en el centro productivo que había sido bandera y sostén del grupo en muchas ocasiones pasadas”.
Dos años después de la limpieza del fondo del Ebro
La marcha de la empresa Ercros de las instalaciones que tiene junto al Ebro toma forma mientras en el lecho del río aun son visibles los paneles de hierro que acotan la zona contaminada por acumulación de residuos químicos, provocada por la fábrica, anteriormente explotada por Electroquímica de Flix. Los lodos tóxicos en el río Ebro constituían "un grave riesgo medioambiental”, alertó en su momento Acuamed, la empresa pública encargada de los trabajos de descontaminación. La limpieza de los lodos se demoró en el tiempo al contar con numerosos obstáculos, incluso una investigación judicial abierta en la Audiencia Nacional por presunta malversación. En enero de 2017, el director general de Acuamed, Francisco Javier Baratech, admitió que, pese a que la empresa FCC cobró más de 100 millones de euros de fondos públicos para limpiar el embalse, los trabajos de descontaminación no se completaron. Finalmente fue la compañía pública Tragsa la encargada de higienizar el tramo de río Ebro donde, según se descubrió, permanecían 79.300 metros cúbicos de lodos tóxicos. Medio Ambiente apuntó que la de Flix suponía la mayor descontaminación hecha nunca en España. En 2018, la actuación encomendada a Tragsa sumó 44,6 millones a un abultado presupuesto inicial de 138 millones de euros. FCC alega que un laudo arbitral, ratificado después por el Tribunal Constitucional, reconoce que la empresa cumplió con sus obligaciones contractuales en relación con el contrato para la descontaminación del lecho del embalse y que actuó de acuerdo con las instrucciones de la dirección de obra designada por Acuamed.
En junio de 2020 el Ayuntamiento de Flix informó que había recibido la notificación de que la descontaminación quedaba completada. Los paneles metálicos que delimitan el área afectada aun resisten dentro del agua.
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