Los fondos europeos para financiar placas solares en Cataluña se quedan cortos ante el alud de solicitudes

El alud de solicitudes para financiar placas solares a través de las líneas de ayudas provenientes de los fondos Next Generation está desbordando al Instituto Catalán de Energía (ICAE). El Govern anunció en junio que iba doblar el presupuesto inicial a 230 millones (a principios de año la partida era de 115 millones) para tratar de cubrir la enorme demanda de crédito para el autoconsumo. Pero ni siquiera con esta ampliación el presupuesto será suficiente para cubrir todas las peticiones de subvención que la Generalitat ya ha recibido. A falta de seis meses para cerrar la convocatoria, las solicitudes de vecinos, empresas y administraciones ya superan el presupuesto disponible en 40 millones de euros.

Las previsiones del ICAE al convocar las ayudas, a principios de año, eran que entre empresas, particulares y administraciones se recibirían en torno a 8.000 solicitudes para abonarse a una de las seis líneas de créditos en instalaciones y almacenamiento. Pero las previsiones se han quedado cortas: las solicitudes (30.000, de las cuales en torno 20.000 son de particulares) triplican los cálculos iniciales. Y todavía falta medio año para el cierre de la convocatoria. “Podríamos cerrarla ya [la convocatoria] porque hay gente que está solicitando y es probable que se quede sin”, explica la directora del ICAE, Marta Morera.

La Generalitat valora positivamente el alud de solicitudes porque cree que es un síntoma de que el cambio en el modelo energético ha calado en la comunidad. En 2017, apenas había 259 instalaciones de placas. Desde la supresión en octubre de 2018 del llamado impuesto al sol el autoconsumo fotovoltaico en Cataluña ya ha llenado tejados y jardines con más de 27.000 instalaciones, según los últimos datos (actualizados hasta el pasado marzo) del ICAE.

Las demandas no paran de crecer desde 2018 y en cada trimestre se ponen en marcha más instalaciones que en el trimestre anterior, según datos del ICAE. Entre enero y marzo de 2002 se han instalado 6.400 nuevos equipos con una potencia total de 46,05mw. Esto ha supuesto que el ICAE haya tenido que reforzar su plantilla para tratar de resolver los miles de expedientes que se están acumulando. En febrero, se incorporaron un equipo 25 técnicos, a los que en las últimas semanas se han sumado 11 empleados más. Morera calcula que entre alguien pide la subvención y, si cumple los requisitos, la recibe, pueden llegar a transcurrir un total de 18 meses. La empresa de servicios energéticos Adymus alerta de la falta de instaladores para afrontar el repunte en la carga de trabajo.

Ampliación de recursos

Ante la limitación de los fondos para cubrir la enorme demanda, la directora del ICAE explica que el Govern ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, competente en transferir las ayudas europeas a las comunidades, que amplíe otra vez la partida. “Pero todavía no nos han concretado si habrá ampliación”, asegura Morera. La directora descarta que la comunidad aporte sus propios fondos para nuevas instalaciones, aunque sí apuesta por una nuevas líneas de ayudas para financiar la electrificación de viviendas y edificios. “Tenemos que apostar fuerte por la eficiencia energética de los hogares. Antes que dar dinero para nuevas instalaciones de autoconsumo y almacenamiento, las daremos para hacer las casas más eficientes energéticamente”, dice. El lunes, la secretaria de la consejería de Acción Climática, Anna Barnadas, presentará otra línea de ayudas para incentivar el uso de energías renovables, como la biomasa, la solar térmica y la geotérmica, anunció ayer la Generalitat a través de un comunicado.

El alud de solicitudes se está notando especialmente en aquellos municipios con más viviendas unifamiliares y donde los ayuntamientos bonifican el IBI y ICIO para afrontar la instalación. Sant Cugat (Barcelona), con cerca de 90.000 habitantes, según el INE, lidera el ranking de los municipios de catalanes con 992 equipos de autoconsumo con una potencia de 5.129,5 kW. La ciudad de Barcelona, (1.600.000 de habitantes), con datos hasta febrero, tiene 750, pero con una potencia mayor (10.553,0 Kw). Esto se debe a que en la capital catalana abundan más los edificios, por lo que las instalaciones tienen que ser comunitarias y suficientes para aportar energía a todos los pisos del bloque.

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