El PSC recrimina al Govern que tiene 67 obras de infraestructuras pendientes

El retraso hasta 2024 en la puesta en marcha de la T-Mobilitat, el desdoblamiento de la C-55 entre Manresa y Abrera o la finalización de las líneas 9 y 10 del Metro de Barcelona. El PSC ha elaborado un listado de 67 obras de infraestructuras, pendientes e incumplidas, para pedirle al Gobierno catalán que sea autocrítico y autoexigente tras su reproche al Ministerio Fomento por el escaso grado de ejecución de las obras presupuestadas para 2021. Este grado de ejecución se sitúa en un 36%, casi la mitad de la media estatal y muy lejos del 184% de la Comunidad de Madrid. La relación de obras en el limbo incluye la C-16 entre Berga y Bagà y la ampliación de la C-32 entre Blanes y Tordera.

Las cifras de inversión estatal han escandalizado al Ejecutivo catalán —el consejero de Economía, Jaume Giró, las calificó de “humillantes”— y los mismos socialistas, que han hurgado en el Govern con esa lista, admiten sin tapujos que son unos dígitos muy discretos. Con todo, recuerdan que los últimos años, con los Gobiernos de Mariano Rajoy, hubo una ejecución muy baja. El PSC ha elaborado en ese sentido un informe en el que muestran optimismo porque en el primer trimestre de 2022 ya se ha ejecutado un 61% más que en 2021 (63 millones de euros) y que las adjudicaciones han aumentado un 164% respecto a 2021. Y que hay un aumento de 1.079 millones de euros en las cuentas de 2022 (2.430 millones) respecto a lo contemplado en el último gobierno de Rajoy (1.351 millones, en 2018).

El documento compara también la inversión realizada por el último gobierno socialista, en 2010, presidido por José Montilla, con la realizada en 2020. Entonces, se invirtieron 473 millones de euros y en 2020, con la prórroga incluida de 2021, 344 millones. El análisis contrasta ejercicios casi opuestos en su contexto: en 2010 ya había empezado la crisis y los gobiernos empezaban a aplicar la contención en el gasto. Pero venían de un periodo de inercia de grandes inversiones, que conllevaron, por ejemplo, la inauguración del tramo norte de la línea de metro L-9 en 2009 y el inicio de las obras del tramo sur. Y en 2020, no se había recuperado el impulso inversor de hace una década y además la covid obligó a paralizar obra pública dos meses. El informe apunta que el Departamento de Territorio de la Generalitat ejecutó en 2021 solo el 70% de lo presupuestado.

La ejecución estatal del 36% en Cataluña ha incomodado a los socialistas. La ministra de Fomento, Raquel Sánchez, exalcaldesa de Gavà, afirmó que no era bueno comparar las cifras con Madrid porque no contribuían a la “agenda de reencuentro”. Jordi Terrades, diputado del PSC, ha afirmado que tras el “ruido” de estas últimas semanas, los socialistas quieren poner en valor que, en los últimos 10 años, de cada tres euros invertidos en infraestructuras, dos los ha puesto el Gobierno de España y otro el Govern. “Las dos administraciones tienen deberes pendientes. La Generalitat tiene muchas obras anunciadas, alguna en proyecto y otras no acaban reflejadas en las cuentas”, ha dicho.

La ejecución de las inversiones se volverá a debatir con toda seguridad en la comisión bilateral sobre infraestructuras que se celebra este viernes. El diputado socialista ha invitado a la Generalitat a revelar dónde piensa invertir los 759 millones de euros, pendientes desde 2009 por la disposición adicional tercera, que el Gobierno se ha comprometido a transferir en tres ejercicios. “Estamos esperando la lista de obras. El viernes será un buen momento para que nos digan dónde piensan destinar esos recursos”, ha dicho.

Marta Vilalta, portavoz de ERC, ha aludido a la “magnitud de la desinversión sistemática histórica”. “Nos llegan con cuenta gotas recursos que generamos aquí. No se ejecutan. Y cuando pedimos explicaciones, solo encontramos excusas”.

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