Detenido el excónsul de Finlandia en Barcelona acusado de traficar con ‘khat’, una droga poco conocida y muy lesiva
La Guardia Civil interviene en el puerto de Barcelona 3,2 toneladas esta sustancia, valoradas en 61 millones de euros, la mayor operación contra esta droga en Europa
La Guardia Civil detuvo hace unas semanas en Barcelona al excónsul de Finlandia en la ciudad, el empresario Albert Ginjaume, por su presunta relación con una organización de narcos que operaba, presuntamente, desde diferentes países para introducir en la Unión Europea una droga – del grupo de las catinonas sintéticas- que en su origen se obtenía de un arbusto de África y el sur de Arabia con propiedades estimulantes y alucinógenas. Una sustancia que se conoce popularmente como khat.
En la operación, la Guardia Civil ha intervenido en unas instalaciones del puerto de Barcelona 3,2 toneladas de khat o catonina, valoradas en 61 millones de euros, en la mayor incautación practicada en Europa de este tipo de sustancia estupefaciente, muy peligrosa y que pertenece al grupo de la que se llegó a bautizar como la droga caníbal. En Barcelona, los agentes han detenido, tal y como avanzó Efe, a Ginjaume como presunto integrante de la organización, mientras que el resto de miembros todavía no han podido ser localizados. La operación sigue abierta y no se descarta nuevos arrestos.
Albert Ginjaume Egido envió este miércoles un comunicado aclaratorio manifestando que no se consideró ni arrestado ni detenido cuando declaró ante los agentes de la Guardia Civil. “No tengo nada que ver con los presuntos delitos que se indican en la nota de prensa”, advertía en uno de los puntos del comunicado asegurando que se reservaba “todas las acciones que en derecho procedan” para resarcir los daños a su honor. Por último destacaba: “No voy a dar más declaraciones que no sean en sede judicial”.
El empresario era cónsul general honorario de Finlandia en Barcelona hasta febrero de 2018, cuando fue destituido a petición del Ministerio de Asuntos Exteriores de España por sus actividades a favor del independentismo tras 19 años en el cargo. La destitución obedecía a la vinculación de Ginjaume con “actividades inadecuadas para un cónsul honorario, que están relacionadas con la situación política que vive Cataluña en la actualidad”, según informó entonces la embajada finlandesa en España. Según apuntaron en su momento fuentes diplomáticas, Ginjaume era presidente de una asociación de cónsules honorarios de la que se servía para difundir información independentista sobre la crisis en Cataluña.
La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil ha destapado un entramado empresarial dedicado a importar catinonas sintéticas.
Los agentes iniciaron la investigación a principios de este año, tras tener conocimiento, gracias a una operación policial desarrollada en Francia, de que podía estar almacenándose khat en instalaciones portuarias de Barcelona. La organización, con ramas en diferentes países, se dedicaba a introducir dicha sustancia en la Unión Europea a través de España, utilizando para ello una estructura empresarial compleja, para que las operaciones comerciales resultaran indetectables, así como a especialistas aduaneros. Con el fin de eludir los controles de inspección, falsificaban las declaraciones aduaneras de modo que se anulara, de forma expresa, la capacidad de análisis de riesgo sobre este tipo de productos.
¿Qué es el Khat?
La Catha edulis –conocido como khat- es una planta arbustiva procedente de la zona norte de África –sobre todo, Etiopía, Somalia, Eritrea y Kenia- y la zona de Arabia del Sur -Yemen y Adén- donde se recogían las hojas y se masticaban. Aquellos que lo consumían entraban en un estado de euforia y excitación.
Jordi Camarasa es el decano de la Facultad de Farmacia y ciencias de la Alimentanción de la Universidad de Barcelona: “En 2007 hubo una crisis en cuanto a los precursores del MDMA (éxtasis) que además estuvo muy perseguido policialmente. Rápidamente el mercado negro buscó una alternativa y lo encontró en las catinonas sintéticas. De esta manera, llegó el Khat a Europa. No llegó el arbusto sino el principio activo”. Camarasa advierte que esta droga entró hace más de una década en nuestro país después de que el éxtasis y la metanfetamina estuviera muy perseguida. “Se empezó a vender simulando que eran sales de baño o abono vegetal. De esta manera se publicitaba en internet para intentar sortear la persecución legal”, advierte. “Mediáticamente ha tenido también su espacio. Hay que tener en cuenta que cuando en Ibiza se habló de la alta agresividad que experimentaban los consumidores de la bautizada como droga caníbal era una catinona. El consumo es muy perjudicial y genera un riesgo muy elevado de psicosis tóxica. Nosotros en el laboratorio con ratones hemos comprobado como se muerden hasta autolesionarse”, lamenta.
Eduard Bardají es profesor de química orgánica de la Universitat de Girona: “En un origen el Khat lo consumían masticando hojas. Era algo similar a lo que pasaba con las hojas de coca. Consumido así la hoja te proporciona una dosis muy específica de sustancia. El problema es que estas catinonas son drogas sintéticas donde la dosis es muy superior y allí radica su peligrosidad. Es un consumo que puede provocar subidas de presión, convulsiones, desequilibrios neuronales que están aparejados a cuadros psicóticos e incluso tendencias suicidas”. Bardají cree que ha aumentado el tráfico de estas sustancias ya que “químicamente es más simple fabricar estas drogas a el éxtasis o la metanfetamina”. Es una droga que podría elaborarse en cualquier laboratorio “con cuatro o cinco elementos químicos”.
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