El COE ofrece un nuevo reparto de pruebas y Aragón lo califica de “ridículo”
El comité olímpico proponía que todos los valles de Aragón acogieran pruebas deportivas a cambio de que el patinaje artístico pasara a Barcelona para salir del bloqueo
Nueva jarra de agua fría para la candidatura para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 en los Pirineos. El gobierno de Aragón califica de “ridícula” la nueva propuesta que le hizo llegar ayer viernes el Comité Olímpico Español (COE) para salir del bloqueo político en el que está sumido el proyecto desde hace un mes y medio y que impide presentar una candidatura formal. El presidente del COE, Alejandro Blanco, ya fijó el 20 de mayo como plazo máximo para solucionar la situación, mientras que el Comité Olímpico Internacional (COI) avisó hace tres días a EL PAÍS que las discusiones políticas “restan credibilidad” a la candidatura. El tiempo se le echa encima al plan olímpico.
El COE planteó la posibilidad de trasladar el snowboard de las pistas de Baqueira (Cataluña) a Cerler (Aragón) y reubicar el esquí de fondo de Candanchú a Formigal (Aragón) para que todos los valles del Pirineo aragonés tuvieran una representación en el plan técnico, como reclama el presidente de la Diputación General de Aragón (DGA), Javier Lambán. A cambio, el COE proponía mover el patinaje artístico de Zaragoza a Barcelona. La distribución sigue sin convencer al gobierno de Lambán, que considera “ridículo” el nuevo plan, según fuentes de la DGA.
El Ejecutivo aragonés considera injusto que las pruebas de esquí alpino (La Cerdanya), hockey hielo y patinaje artístico (Barcelona) recaigan solo en Cataluña, al entender entienden que son las pruebas con más impacto mediático. “Zaragoza pierde casi todo lo que tenía y el Pirineo aragonés no gana casi nada. Casi todo se ubica en el Pirineo catalán, nuestros competidores en el turismo de la nieve. No lo aceptamos. Seguiremos planteando igualdad y equilibrio”, ha tuiteado Lambán.
El consejero de deportes del gobierno de Aragón, Felipe Faci, aseguró a los medios este sábado que “uno siente cierto descontento con la forma con la que se está trabajando, porque nuestra propuesta no sólo no es respondida con unos ajustes o una contrapropuesta, sino que sobre la inicial presentada se hace una pequeña modificación en el Pirineo y una grande en Zaragoza”. En relación a este punto añadió, “hay que pensar que el Pirineo no ha ganado nada o muy poco, y que las pruebas importantes siguen estando en Cataluña”.
Los desencuentros políticos vienen de lejos. El COE, la Generalitat y el Gobierno central se reunieron a principios de abril para validar un acuerdo técnico en un encuentro al que no asistieron representantes de Aragón como protesta a aquel reparto, que no incluía las pistas de Formigal y Cerler. Su inclusión es una reivindicación de Lambán, que considera que los planes del COE no respetan la “igualdad” prometida por el propio COE y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En todo caso, fuentes de todas las administraciones aseguran que el equipo técnico de Aragón validó aquella primera propuesta, que finalmente el gobierno aragonés rechazó. Jaca acogería el curling; Candanchú el biatlón; y Zaragoza, el patinaje de velocidad, por parte aragonesa. El Pirineo catalán, además, el esquí alpino (Molina) y el freestyle (Baqueira).
Blanco visitó el jueves la Generalitat para explorar la predisposición del gobierno catalán a la nueva propuesta. Fuentes del Ejecutivo catalán aseguran que recibieron el plan, pero “sin entrar en nuevas valoraciones”. “La Generalitat estaba satisfecha con la primera propuesta y no queremos entrar en polémicas con Aragón”, insiste la misma fuente.
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