El ‘padre’ de las ‘supermanzanas’ critica el modelo de Colau

El padre de las supermanzanas, el ecólogo Salvador Rueda, ha elevado este viernes el tono en su crítica al proyecto Superilla Eixample de la alcaldesa Ada Colau, durante unas jornadas en Foment del Treball. El actual gobierno ha apostado por convertir en un “eje verde”, una vía pacificada, una de cada tres calles del Eixample; una intervención más blanda que la que propuso en su día Rueda, que consiste en cerrar al tráfico de paso cuadrículas de varias manzanas en cualquier ciudad para reducir la contaminación, el ruido y ganar espacio público.

El ecólogo ha calificado de “ineficiente” la fórmula por la que ha apostado Colau y cree que “no resuelve” los retos de la ciudad. Ha considera que ejecutar su programa original, de 2014 y 500 supermanzanas, supondría liberar “del 15% del tráfico en 2.000 calles en el interior del perímetro de las Rondes, con prioridad para los peatones”, frente a las solo 100 que transforma Superilla Barcelona (cinco a ejecutar este mandato).

Más allá de la concreción de cifras, la singularidad de la intervención de Rueda la ha dado el marco en que fue expuesta. Una ponencia titulada La alternativa a la Superilla Barcelona, en la sala noble de Foment del Treball. La patronal augura el apocalipsis cada vez que Colau planea restringir el tráfico y ha pedido la paralización de la Superilla Eixample. La entidad ha intentado frenar judicialmente las obras de transformación de la Via Laietana, que supondrán restar tráfico y que el juez descartó el pasado jueves. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, se preguntó cuando comenzaron las obras si para volver de la Barceloneta al centro “habría que pasar por Zaragoza”, en referencia a los cambios de circulación. Fomento asegura también que la Superilla Eixample destruirá 25.000 empleos, aunque no ha hecho público el estudio que sustenta la cifra.

La conferencia formó parte del ciclo Hacer metrópolis, y a Rueda le presentó Ángel Simón, presidente del Consejo de Patrocinadores de la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos de Fomento y de Agbar, la sociedad que los comunes vinculan a algunos de los procesos judiciales sobre su gestión en el consistorio.

Rueda estuvo 20 años al frente de la Agencia de Ecología Urbana del consistorio. Ahora preside la Fundación Ecología Urbana y Territorial. El ecólogo ha centrado su intervención de este viernes en comparar el modelo promovido por Colau y el suyo. Ha explicado que con el original, de máximos, se conseguiría evitar casi 700 muertes prematuras al año y disminuir en 18.000 los ataques de asma, al tiempo que ahorrar 1.700 millones de euros.

También ha defendido que sus supermanzanas permitirían liberar siete millones de metros cuadrados e incrementan un 15% la actividad comercial. “Tenemos una emergencia climática y el modelo del consistorio no resuelve los problemas de salud, contaminación, ruido, habitabilidad, equidad y biodiversidad que tenemos”, ha alertado. De hecho, la obsesión de Rueda por el ruido es el germen de su plan.

Su diseño supondría reducir la contaminación acústica: si ahora el 43% de los barceloneses soportan límites dañinos de ruido, su plan reducía el porcentaje al 27%. El plan de Colau, al 40%, ha explicado. “Hemos de pasar de peatones a ciudadanos. El modelo que plantea el Ayuntamiento solo contempla el derecho al desplazamiento”, ha lamentado Rueda frente a “la ciudadanía, que permite la entrada del entretenimiento, la cultura, el arte, el debate... más allá del derecho al desplazamiento”.

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