Los sanitarios plantean recuperar las cuarentenas de los positivos de covid en Cataluña

La covid sigue avisando de que no se ha ido. Los positivos por coronavirus aumentan ligeramente en Cataluña y los expertos llaman a replantear algunas medidas para limitar la circulación del virus. Parte del sector sanitario aboga por recuperar las cuarentenas de los positivos, sean o no sean sintomáticos, y reclama optimizar el sistema de vigilancia epidemiológica. El debate aflora en un momento en el que la mascarilla ya no es obligatoria en los interiores y los protocolos de acción frente a la pandemia han reducido las pruebas diagnósticas.

El protocolo de la Generalitat, siguiendo las líneas del Ministerio de Sanidad, determina que solo deben realizarse pruebas a personas vulnerables (inmunodeprimidas, mayores de 60 años o embarazadas), sus convivientes y usuarios con sintomatología grave. El resto de colectivos están eximidos de hacerse la prueba y deben quedarse en casa “hasta que desaparezcan los síntomas”, según marca el Departamento de Salud. Eso lleva a que escapen los asintomáticos o que algunos pacientes con una carga viral baja hagan vida normal con el riesgo de infectar a su entorno.

Jaume Sellarès, vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), afea que haya casos positivos “que puedan ir en metro”, porque entiende que ponen en riesgo a la comunidad. “El confinamiento busca proteger al resto de personas, no a uno mismo”, recuerda. El médico, en todo caso, admite la complejidad de encontrar la fórmula justa para la gestión de la covid y celebra los pasos adelante. El jefe de Medicina Preventiva del hospital Clínic de Barcelona, Toni Trilla, acepta que sin aislamiento de los asintomáticos, “habrá más contagios”, pero limita el impacto de la enfermedad en el contexto actual: “Hoy, con personas bien vacunadas, la covid es una enfermedad mayoritariamente leve”.

La ausencia de mascarillas en los interiores también genera cierto recelo. Alba Brugués, presidenta de la Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya, celebra que no se utilicen en las escuelas “por cuestiones pedagógicas”, pero dice que las mantendría en el resto de espacios cerrados. “Ayuda a cortar cadenas de transmisión”. Sellarès, en todo caso, recuerda que el cubrebocas es minoritario en los interiores en otros países. La enfermera defiende un protocolo de cuarentenas “más conservador”, aunque insiste en huir de la “paranoia”.

La Generalitat puso en marcha hace un mes el sistema de vigilancia “reforzada”, que se encuentra en fase de implantación, para monitorear la covid del mismo modo que se hace con la gripe: los centros sanitarios trasladan a los laboratorios de Salud un número determinado de pruebas realizadas a usuarios con sintomatología, y según el porcentaje de muestras que sean de coronavirus, se realiza una estimación aplicada a todo el territorio. Este procedimiento, admiten los expertos, aún no es óptimo.

“Ahora se irán incorporando nuevos centros para colaborar en esta red centinela y la muestra será cada vez más representativa”, entiende Toni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del hospital Clínic de Barcelona. El doctor defiende que la gran cobertura vacunal y la mayor levedad de ómicron abren la puerta a dejar atrás el recuento activo de casos. “Con la gripe no necesitamos saber todos los casos, sino cuándo llega. Ocurre lo mismo para la covid en la actual situación”, analiza. Sellarès, por su parte, reclama que el nuevo sistema sea capaz de sectorizar las diferentes realidades de la pandemia. “Con la gripe no era tan necesario saber si llegaba primero en Lleida o en Barcelona; pero con esta pandemia, sí”. El vicepresidente del COMB pide que este sistema “sea representativo”.

Fuentes de Salud defienden que con el actual sistema “las incidencias en poblaciones de más de 60 años se estiman de forma similar a habitualmente”.

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